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Carta Abierta al Presidente de mi país
por Helena Arce
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Exc. Sr. Presidente de la República Oriental del Uruguay Dr. Tabaré Vázquez:
Realmente no quería tratar el tema sobre el último Consejo de Ministros realizado en Paso de los Toros, largo y tendido se ha hablado en la prensa estos días.
Pero hoy hablaba con un conocido y recordé la forma en que usted terminó su discurso.
Debo recriminarle mi estimado Presidente: parece usted, haber olvidado la promesa que nos hizo al asumir.
Lo hizo, más allá de los “dimes y diretes” sobre si fue o no un acto político, personalmente pienso que sí, pues su actitud por cierto fue muy diferente a la asumida en los anteriores Consejos. Era no imposible dejar de recordarlo en sus actos políticos previos a las elecciones, recorriendo el escenario, micrófono en mano.
Pero más allá de ello lo más preocupante fueron las palabras utilizadas para cerrar dicho acto. Usted sabe más que nadie que esas palabras nunca serán la de un Presidente de TODOS LOS URUGUAYOS.
Ni siquiera entre la mayoría de sus votantes más fieles, el Dr. Ernesto Guevara es considerado un héroe, mucho menos lo es entre todos los uruguayos.
Y usted cuando asumió dijo que iba a ser el PRESIDENTE DE TODOS LOS URUGUAYOS.
Más allá de los logros y fracasos de su gobierno, más allá de las luces y las sombras de su accionar como gobernante, en su cierre de discurso del otro día usted dejó fuera de sus palabra a la mayoría de los ciudadanos de este país.
Se puso en una vereda muy definida, pues más allá de la verdad sobre el pensamiento del verdadero Guevara, de lo que el pensaba sobre nuestro país, aun dejando de lado la moda que lo ha convertido en un personaje altamente vendible, todos sabemos que quienes en este país se sienten reflejados en su figura, son los uruguayos quienes reniegan de nuestra identidad, de nuestra cultura y pretenden con la mente puesta en el pasado, insertarnos en una realidad que no es la nuestra, no nos representa y no nos interesa.
Presidente, ponga atención a las cosas que dice y que no dice, pues le guste o no, le interese o no, usted nos representa a todos los que vivimos en este país. Es el que dirige los destinos del país de quienes lo votaron y de los que no, y aun en este caso al ir a las urnas y respetar su resultado, hemos validado la elección democrática que lo ungió en la primera magistratura.
Nada tiene que ver Ernesto Guevara ni su lucha con el Uruguay, el mismo lo dijo en su visita en el Paraninfo de la Universidad, que cuidáramos nuestro país y lo que aquí tenemos.
Eso que no hicieron varios de quienes hoy lo acompañan, entre ellos su hermano. Pero cumplieron sus penas y hoy están libres, y lo fueron en su tiempo bajo una ley de amnistía votada por los mismos políticos que hoy se ufanan en desconocer y aceptada por todos los uruguayos, pues aun quienes repudiamos antes y ahora su desconocimiento de la democracia fuimos lo bastante generosos como para no salir a levantar firmas para derogarla. Pero eso no significa que los uruguayos hoy olvidemos aquellos años, aunque intenten venderle a los jóvenes una realidad diferente. No subestime a los jóvenes Presidente. Pero por sobre todo, no nos falte el respeto a las presencias soberanas que prometió respetar. Como uruguaya espero sinceramente, una disculpa de su parte. De ninguna manera es aceptable que cierre un acto, supuestamente de gobiernos con las palabras de un líder guerrillero, que refleja a quienes no respetan el libre albedrío de los pueblos a elegir sus gobernantes.
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