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Vaaaaacaaaaaaaciooooooneeeeeesssssssssss…
por Luis Tappa
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No lo recuerdo, pero creo haber tratado el tema en alguna oportunidad, en todo caso no importa porque de cualquier manera es bueno recordarlo y traerlo al tapete nuevamente.
Los uruguayos, -que tenemos buena memoria para algunas cosas-, solemos ser indiferentes y hasta olvidadizos con otras, algunas veces ladramos un poco y luego callamos, u otorgamos.
Es así como no vamos olvidando de muchas cosas, principalmente del alto nivel en la enseñanza que un día supimos tener.
Somos un estado muy cuidadoso de nuestras fronteras terrestres; aduanas por todos lados, aduanas sencillas, aduanas dobles, aduanas móviles, aduanas, aduanas y más aduanas.
¿Todo esto para qué? ¡Y!… generalmente para que el ciudadano común no pase alguna chuchería comprada en la frontera, porque el gran contrabando y la droga debemos suponer que tengan otras vías menos visibles y riesgosas.
Pero hay otro tipo de contrabando que entra a raudales a nuestro paisito, pero que no hay aduana posible que lo detecte ni le ponga límites, y este es el contrabando de costumbres, o sea, el contrabando cultural. Es así como nos vamos llenando de basura y costumbres extranjeras; música, seudo-religiones, la manera de vestirnos, de comportarnos, tatuajes, aros por todos lados y hasta en la lengua, el día de tal o cual cosa, los gustos, el idioma, etc.
Por citar algún ejemplo: el día de Iemanjá o el de Halloween.
Revolviendo en Internet encontré un jugoso artículo del que les dejo el link.
http://www.mxl.cetys.mx/neto/halloween.htm
También permitimos que, lentamente, vayamos extranjerizando nuestro vocabulario mezclándolo con palabras de otros idiomas; expresiones que vamos adoptando hasta que finalmente las incorporamos en forma definitiva a nuestro ya tan vapuleado y degradado español, al que estamos convirtiendo en Espanglés.
En realidad viene a ser una mezcla de español, inglés y lunfardo moderno.
¿Snobismo o complejo de inferioridad? Quizás solo pretendemos dejar la imagen de que estamos “Agiornados”, que somos “Cool” y vivimos a “Full”, o hacernos el “Bocho” con ello porque nos “Copa”… ¿Ke les parese?
Mil ejemplos hay de esto y sería demasiado largo explicar o hacer un recuento de todas esas expresiones y modas que han pasado a formar parte de nuestro acerbo cultural.
Hay quienes dicen que es producto de la globalización.
Poco a poco vamos perdiendo nuestra identidad nacional; somos nosotros mismos quienes lentamente vamos claudicando de nuestras tradiciones y costumbres para, finalmente, aceptar indolentemente modas y costumbres de otros lados que luego trasmitimos alegremente a nuestros hijos, o permitimos que ellos las adopten.
Nada más conversar un poco con la mayoría de quienes hoy concurren a un liceo para darnos cuenta de que saben más de algún cantor o conjunto de Rock extranjero de moda que de nuestra propia historia. De otros temas mejor no hablar.
Muchas veces resulta difícil mantener con ellos una conversación coherente, y escriben una “jeringosa” que, entre abreviaturas y faltas de ortografía, resulta absolutamente imposible comprender.
De esto mucha culpa la tiene el uso de celulares, un formato de escritura que luego se aplica, ya por costumbre, en todo lo que se escribe
No podemos pasar por alto que todo lo anteriormente dicho trasunta ignorancia y un retroceso cultural que asombra. Yo no pretendo hacerme el fino ni el profesor de idioma español, porque también tengo mis carencias, se me escapa alguna falta de ortografía, no soy un dechado de virtudes en sintaxis y muchas veces hago uso de palabras poco académicas, aunque gráficas. Pero pongo mi mejor esfuerzo intentando hacerme entender.
Pero esas cosas no son las más graves, hay otras cositas también, y ahora me voy a referir al meollo de la cosa, o sea, a la finalidad de esta nota.
¿Alguien se ha preguntado de cuantos días de estudio se compone el año lectivo en nuestras escuelas y liceos?
Hagan una estimación, ¡Livianita nomás! de cuantos días, u horas, tienen de clases al año.
Comencemos con los tres meses de vacaciones (al pedo) que tienen, las clases generalmente comienzan alrededor del 7 de marzo. Luego de unos pocos días, en los cuales no se hace prácticamente nada, ya tenemos la semana de turismo encima. Rápidamente se vienen las vacaciones de julio y muy poco después las de primavera. ¡Ahora bien!, a todo esto agreguemos sábados, domingos, feriados, paros y faltas de maestros y profesores.
Entre otras delicias que se aplican está el hecho de correr los días feriados de menor importancia, o sea, los feriados laborables para los días lunes, de esa manera hacemos un feriado largo, cosa que se pueda salir a “descansar”.
Por si fuera poco agreguemos las clásicas “ratas” de muchos educando, (Antes se decía “rabona”) más otro montón de excusas para no concurrir a clase, ¡Que si no las tienen las inventan!, dicho esto sin olvidar que a finales de noviembre tampoco se hace nada; ya “el pescado está vendido” y están prácticamente para la jarana.
Todo lo anterior, más las pocas ganas de estudiar de muchos, hacen que en los liceos la mayoría deba pasar por la mesas de exámenes, año a año; también se produce una gran deserción, y como no dan pié en bola terminan, por una u otra razón, abandonando los estudios. Pero no piensen ni por asomo que esto se debe a las exigencias de los programas, sucede que ya vienen con muy mala base desde la escuela, más la “boluditis” crónica de muchos y… ¡Ahí están las consecuencias!
¡Sumado todo lo anterior! ¿Qué es lo que queda?... ¡Cuatro días locos de estudio, esa es la realidad!
¿Quieren algo más al pedo que los 3 meses de vacaciones? Por lo general, cuando el educando retorna a clases no se acuerda un carajo de lo poco que aprendió el año anterior, ¡Y esto es real! porque el primer mes generalmente se usa para hacer un repaso de lo ya aprendido.
A todo lo anterior agreguemos el bajísimo nivel de enseñanza que desde hace muchos años se viene aplicando en escuelas y liceos de nuestro país; esta enseñanza es tan elemental que asusta, y nos asusta principalmente a nosotros, los veteranos, que cursamos escuelas y liceos con programas mas completos y exigentes, también con más severidad por parte de los educadores.
Sin embargo nadie se murió, sufrió de los nervios ni se traumó, y había tiempo para ayudar en casa y hasta para nuestros propios juegos y entretenimientos.
Antiguamente teníamos bien ganado el descanso de fin de año, pero eran vacaciones a medias ¿Por qué?… ¡Lea bien!, porque para las “vacaciones” de verano nos mandaban tremenda cantidad de deberes que debíamos presentar al retornar a clases. Esto sucedía porque se trataba de mantenernos ocupados y con la mente en el estudio, cosa de que al volver no nos hubiésemos olvidado de todo, o sea, volver con la mente en cero.
El turismo está de moda y las vacaciones son largas, sin embargo hay algunos padres que se gastan en paseos el dinero que no tienen, luego les falta cuando comienzan las clases y llega el momento de comprar los útiles que los niños y adolescentes van a necesitar para sus estudios; es entonces que ponen el grito en el cielo y hablan de lo caro que está todo. Dicen que el dinero no alcanza, y muchos de esos niños y jóvenes comienzan las clases sin tener todo lo necesario. No todos piensan y actúan igual, por supuesto y por suerte.
Otros, muchos, no tienen aunque no vayan ni a la esquina a ver si llueve.
Es opinión generalizada y tradicional entre la gente de nuestro país que el año comienza luego del último día de la Semana de Turismo, o Santa, ¡Como le guste al lector!
Y es cierto, ¡Casi medio año perdido! Porque hasta esa fecha, entre tantas vacaciones, el ridículo carnaval de casi 3 meses que tenemos y la “Santa” Semana de Turismo, no se estudia o se hace a medio pelo.
¿No creen ustedes que con un mes de vacaciones alcanza y sobra? No creen ustedes que ya es hora de comenzar a olvidarnos de tantas semanas de… y vacaciones de…
Mucho beneficio traería aparejado este cambio, por ejemplo, se mantendría durante más tiempo ocupados a los educando, -¡Ah!... y no se preocupen que no se les va a producir ninguna hernia cerebral-
Quedan dos alternativas, o se acortan las vacaciones o se les aumenta el horario de estudio, no hay otra. De cualquier manera, a lo primero lo veo muy improbable, hay demasiados intereses creados, turísticos y comerciales, como para que se tenga en cuenta. Pero es la mejor solución, además de implementar un programa educativo de verdad que apunte a una enseñanza superior.
Un país que quiera progresar debe, primordialmente, educar a sus niños y jóvenes, que son el futuro del país.
¡Pero hacerlo bien!, ¡Brindarles educación en serio!
Realmente, nuestro sistema educativo es lamentable, el plan de estudios que se aplica actualmente es para retardados, de esta manera el nivel cultural de nuestros jóvenes se viene abajo en picada.
Comienzan las clases y comienzan los conflictos, algunos debido al mal estado de algunas escuelas y liceos, otros por reivindicaciones; es entonces que un montón de preguntas acuden a mi mente:
¿Qué se hizo durante los tres meses de vacaciones para tener todo solucionado y dar comienzo a los cursos en forma normal? ¿Para que está el Ministerio de Educación y Cultura?
El estado en que se encuentran muchos colegios y liceos es lamentable, pero aparentemente para eso no hay plata. Si pretendemos obtener buenos resultados deberíamos brindarle al estudiantado decorosos locales, porque muchos de los que hay actualmente son realmente deprimentes. Con esto no pretendo justificar a los malos estudiantes, pero el entorno y la falta de materiales tampoco ayuda, ni a los alumnos ni a los profesores o maestros.
¿Es lógico esperar el comienzo de las clases para recién ver en que estado se encuentran los locales? ¿También para reclamos por parte de maestros y profesores? No es mi intención ponerme a juzgar aquí si les asiste razón o no ni objetar sus derechos, solo pregunto.
Sin embargo se espera a último momento para desnudar todas las carencias, ¡Cosa de locos!
Sin educación no hay futuro, y esta, lentamente, va quedando reservada a las clases pudientes que se pueden dar el lujo de pagar caros colegios y liceos privados.
¡Si señores! muchas vacaciones y menos exigencias para los educando, no sea cosa que a estos se les cocine el cerebro con tanta enseñanza y nosotros no podamos salir a pelotudear.
Toda una rosca en detrimento de la salud cultural de un pueblo.
Así no hacemos patria. ¡Nada nuevo bajo el sol!
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