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El Imperio de la Ley
* Alvaro Kröger |
En un inesperado y bienvenido quiebre de cintura el Gobierno nacional decidió dar por terminada la opereta "Los Fernández y el teléfono descompuesto".
El Gobierno nacional ha decido empezar a transitar los caminos que son tan caros para los uruguayos: "El imperio de la ley". Esta decisión debió tomarse hace meses pero en aras de "fraternidad rioplatense", se fue posponiendo un hecho que inevitablemente tenía que ocurrir.
Para un uruguayo la convocatoria al Tribunal del Mercosur o al Tribunal de La Haya no es nada que nos asuste, porque estamos acostumbrados a dirimir nuestros conflictos de cualquier tipo frente a una Justicia, que sabemos imparcial, y sobre todo que su dictamen es "palabra santa". Quien crea que le asiste la razón, sabe que no debe temer nada; si la Justicia determina que no le asiste la razón aceptamos su veredicto.
Esto es lo que comúnmente se denomina "Estado de Derecho". A este estado de derecho, los uruguayos estamos acostumbrados a recurrir. Para muchos este apego a la ley puede parecer un acto de cobardía, un infantilismo, una especie de sobre-protección: para los uruguayos este estado de derecho es lo que nos asegura dos cosas:
a) La igualdad de todos los ciudadanos frente a los abusos de los Poderes y el incumplimiento de la Ley
b) Nos asegura la LIBERTAD Y LA IGUALDAD. Muchos habrán leído "freedom is not free"(locución inglesa que quiere decir que la libertad no es gratis); el precio que pagamos por la LIBERTAD es el apego a las leyes.
Para la mayoría de nuestros vecinos de occidente, este tipo de forma de pensar y actuar es completamente incomprensible. Le es incomprensible, entonces, que el Presidente de la República no "pueda" ordenar que se viole un contrato firmado entre la República y un particular.
El Presidente sí puede ordenar que se mantenga el órden institucional, la protección de la Constitución, las Leyes y los acuerdos Internacionales: por ello si el corte de los "globalizados" puentes se hubiese hecho del lado uruguayo, seguramente la Fuerza Pública hubiese actuado y los responsables procesados según el Código Civil.
En estos días, supuestamente la República Argentina debe, según su status de Presidente "pro tempore" del Mercosur, convocar al Tribunal Arbitral.
En una interesante entrevista que leí del Dr. Abreu (ex-ministro de RREE, diplomático, catedrático de Derecho Internacional, y persona reconocida internacionalmente por su capacidad), indicaba que dicho Tribunal debe ser formado por un juez de cada una de las partes litigantes y un tercero (miembro del Mercosur) pero fuera del problema.
Ahora: ¿cuál de los países del Mercosur está fuera del problema?; sólo uno, y que no me da la menor confianza, y diría más: no debería formar parte del Mercosur y es Venezuela. Con el mono bananero que tienen de "presidente", poco se puede razonar.
Si el tercer juez es paraguayo o brasilero, las cosas le van a ir muy mal a la Argentina.
Este método no me parece muy lógico; podría haberlo sido a principios de los '90 cuando estábamos de luna de miel, pero ahora debería ser un tribunal común dónde los litigantes exponen sus argumentos y los jueces deciden. Igualmente de esta forma la Argentina no tendría mucho éxito.
Con respecto al Tribunal Internacional de La Haya, las cosas son diferentes ya que se escuchan las partes litigantes por jueces que desconocen completamente la política menuda rioplatense y se basarán en los informes que los técnicos nombrados por ellos hagan. Como sabemos que lo que estamos haciendo está dentro del Derecho Internacional y que las plantas serán de última generación y no serán contaminantes, ya que si lo fuesen, el Presidente sí puede ordenar el cierre de las mismas por incumplimiento de contrato. Los parámetros que maneja el Estado uruguayo para el control de contaminación es muchísimo más estricto que el argentino; y digo esto con la propiedad de me confiere haberme tomado el trabajo de cotejar ambos Digestos (es decir el conjunto de normas, valores analíticos máximos y mínimos y forma de realizar los análisis).
El Tribunal de La Haya por rápido que se expida tardará unos 3 o 4 años, y como eso lo saben los argentinos es que piden medidas cautelares. Pero las "medidas cautelares", las impone un Estado a sus ciudadanos o una Fuerza Armada exterior: el tribunal de La Haya no tiene potestades para eso.
Si quisieran imponer medidas cautelares debería, el Tribunal, pedir a la ONU una Fuerza de paz, que debería ser votada por la mitad más uno de los Miembros Permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Sacando a China y Rusia, que no tengo idea que podrían votar, los demás son USA, Gran Bretaña, Francia.
Los tres últimos tienen grandes intereses en América del Sur, e incluso me animaría a decir que China anda coqueteando mucho con Brasil, así que......, al menos en la ONU tenemos los votos asegurados.
De todas formas quién seguramente decidirá el diferendo será el Brasil, ya que es, junto a Chile, el más perjudicado por estos cortes de rutas.
Cuando se esgrime la "razón de la fuerza" en lugar de la "fuerza de la razón", se llegan a los extremos que hemos visto las últimas horas: la serie de declaraciones claramente agraviantes para nuestro Presidente y para nuestro país. Cuando éste tipo de cosas comienzan a ocurrir, es porque se es conciente o inconcientemente culpable de llevar un problema a un punto de no retorno, y que ahora se debe recorrer hasta un final incierto.
El Gobierno argentino pudo haber salido airoso y políticamente fortalecido si el asunto hubiese sido solucionado según lo propuesto por nuestro Presidente, y no hubiese pasado a ser más que una disputa sin trascendencia internacional; ahora el tema será diferente: un pequeño país, que estoicamente ha aguantado todo tipo de manoseos, bloqueos económicos, insultos gratuitos y falta del más elemental respeto y además miembro del mismo grupo "supuestamente", será quien obtenga la razón en un Tribunal Internacional y eso lleva como consecuencias un desprestigio enorme, elementos que el gobierno argentino no ha calibrado.
Todo gobernante o persona que debe tomar decisiones por terceros debe estudiar los planes de acción desde el más ventajoso para sus intereses hasta la derrota total y humillante; las consecuencias de éstos estudios dan planes alternativos y modificaciones de los planes originales para adaptarlos a las cambiantes situaciones. Los argentinos se tiraron de cabeza a un lodazal que no saben ni que profundidad tiene, y de que tamaño es, ni cómo saldrán de él.
Y éstas aberraciones políticas ocurren porque no hay un estado de derecho, un "imperio de la ley", porque el pingüino se ha encargado de eliminar a todos aquellos que no dicen lo que él quiere escuchar; y es por todo esto que sostenemos que el gobierno argentino es un gobierno fascista (Mussolini, Hitler, Lenin, Stalin, Milosczevichk, etc., etc., hicieron lo mismo).
Los políticos argentinos deberían ser un poco menos ciegos, o ser más valientes; en las últimas horas aparece un Informe del Banco Mundial que no le es nada favorable.
Brasil y Uruguay están concretando una empresa conjunta para hacerle la competencia al volátil López Mena, y asegurarse el paso del Río Uruguay.
¿Esos hechos no les dicen nada? ¿No logran sacar conclusiones elementales?
Gracias a la férrea determinación del gobierno uruguayo de mantener sus contratos, otra empresa celulósica está empezando a instalarse en Uruguay; aquellos canadienses y americanos que mantuvieron conversaciones con el "Incorruptible" Busti, están empezando a mirar con mucho "cariño" al Uruguay.
La Argentina está perdiendo sus tradicionales mercados de carnes, en especial la famosa cuota "Hilton", el gobierno está imponiendo valores monetarios a las mercaderías en aras de mantener de forma ficta una inflación baja, los números no les cierran a los fabricantes, a los comerciantes ni tampoco a los consumidores: esto sólo quiere decir una cosa el globo está por reventar....... y por el bien del Uruguay espero o que para ese momento estemos fuera del Mercosur o que nuestro Ministerio de Economía haya tomado los recaudos necesarios.
De la misma manera de que cuando escucho decir en el supermercado: -¡¡¡Mirá que barato!!!, y el precio está en dólares, entonces voy y cambio todos mis ahorros a oro y me lo llevo para mi casa; en esta Semana Santa el aluvión hacia Bs. As. de uruguayos a comprar porque está más barato (¡¡¡Es un regalo!!!), me hace reflexionar sobre la última vez que ocurrió lo mismo: al mes la Argentina se sumía en una de las crisis económicas más desastrosas que hayan existido en el mundo........ ¡¡¡y nosotros estamos al lado!!!!.
Espero equivocarme por el 80% del sufrido pueblo argentino, que en estas cosas no tiene ni voz ni voto: al 20% restante se los pueden tirar a los tiburones, si es que los tiburones se animan a meterles diente.
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