La fiesta de San Lázaro&
Dr. Enrique Rimbaud
Decano de la Facultad de Veterinaria
Managua - Nicaragua
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Managua amaneció nuboso, pero sin interferir con el calor genérico, a las ocho de la mañana ya hacia más de treinta grados&. a esa hora, nos reunimos en casa con algunos alumnos, Liana, Maria Luisa e Ilenia con su perro "Osito", y también vino Nneka George, una veterinaria estadounidense que nos visita en el marco de un proyecto de investigación& con la rubia disfrazamos a Morgan con una camiseta y una bandana, y poco después salimos todos rumbo a Masaya&
Luego de dar el vueltón que las reparaciones de la carretera nos obligan, entramos en Masaya, viendo que en varias aceras había gente bañando perros y vistiéndolos de diversas causas&
Era la fiesta de San Lázaro, que se festeja todos los años el domingo antes de la semana santa&
Nos dirigimos a la casa de Tania, la periodista con la que hacemos el programa "Mascotas" en el canal, y juntos, comenzamos a recorrer la ciudad entrando en algunas casas&
Entramos a la casa de una amiga, que tiene una pareja de perros de raza Shitzu, y la encontramos disfrazando a su perra de Odalisca, con brassier dorado, falda transparente y velo, y a su perrito de Gitano, con su capa, su faja, y su pañuelo ladeado&
Por todos lados había entusiasmo, así que luego nos enfilamos a la iglesia de San Lázaro, donde todos los masayas se habían congregado, con sus perros disfrazados&
Todos los años, aquellos que han tenido el perro enfermo y se ha salvado, se convierten en promesantes de San Lázaro, llevando al perro disfrazado para que el santo lo bendiga, a su vez, los que tienen cachorritos recién nacidos, los llevan para que se críen sanos y sin enfermedad&
INTUR ha decidido en los últimos años apoyar y patrocinar la actividad, organizando concursos al mejor disfraz, a la mascota mas chiquita y a la mas divertida.
Disfrazados de campesinos, novios, gueguenses, futbolistas, quinceañeras, raperos, payasos, universitarios, médicos, y todo lo que puedan imaginarse, la fiesta era un carnaval alegre y motivador, una ráfaga de colores frescos reventando al calor de la mañana&
En las esquinas, proliferaban comiderias y fritanguerias que agregaban color a la fiesta, así como olor y sabor, ofertando a los transeúntes todo tipo de comidas y cajetas&
Ya en la iglesia, la gente adquiría velas e incienso, y hacían grandes filas para llegar con sus mascotas al santo, donde los sacristanes les prendían las velas, y tomaban las mascotas promesantes para pasarlas por el manto del santo dándoles la bendición&
Una verdadera fiesta popular, una verdadera demostración de amor por los animales&
Saludos para todos&
Enrique
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