Un triunfo cantado por Pedro A. Lemos

Si repasamos la Historia Uruguaya, somos un Estado que nació para sufrir. Somos el Pecado, visto con ojos Político Religiosos, o somos el Estado de los Giles, que levantamos Banderas y el Mástil nos lo metemos, & donde podamos.

Todas las ilusiones, se nos frustran, nos decapitan cuando queremos dar los primero pasos, o sencillamente nos cortan los ovarios o testículos, cuando intentamos procrear.

Esto no es algo nuevo, ha pasado históricamente en la Patria.

¿Para que vamos a retroceder?, avancemos, claro que para ello, lo primero que debería hacer el Gobierno del Dr. Tabaré Vázquez, es dar las muchas gracias por los servicios cumplidos al Canciller Reinaldo Gargano. ¿Pero por qué? se preguntará el lector, si Uruguay ganó en el Veredicto 14 a 1. Ganó lo que se sabía iba a ganar, la detención de Obras, la medida Cautelar, para que no se pusiera más cemento. Pero perdió en boca de las primeras palabras del Canciller, Ni vencidos, ni vencedores.

La unanimidad del fallo de la Corte tiene pocos precedentes El embajador uruguayo Hector Gross Espiell, consideró que si bien tenía confianza en que la Corte de La Haya emitiría un fallo favorable a la posición de Uruguay en el litigio por la instalación de las plantas, se sorprendió con la unanimidad de los votos de los magistrados La delegación de Uruguay ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, encabezada por el embajador en Francia, Héctor Gros Espiell, está satisfecha por el fallo alcanzado en esta instancia del juicio. Gros, en conversación con radio Carve, dijo que al momento de escuchar el fallo de la Corte Internacional, se mostró sorprendido. Explicó que tenia confianza en que el dictamen sería favorable a la posición de Uruguay, pero no imaginó que se daría una paridad casi absoluta. Entre los 15 magistrados que integran el tribunal internacional, 14 votaron a favor de Uruguay y sólo uno, de nacionalidad argentina, emitió su voto en contra.

Con esto el Canciller quiso bajar los decibeles de la disputa, cuando debería ser austero, y al menos no abrir la boca, salió como un fantasma a contradecir la posición uruguaya. Para que los K y los Hijos de K, lo vuelvan a apañar como un bebe de pecho y en vez de cambiarle los pañales, le pongan otro chupete.

Seguramente el Canciller sigue agradecido del Triunfo de su Corriente Política y prefiere bajar la pelota al piso, y con ello fomentar el cretinismo K, cuando debería cerrar la boca y pensar una estrategia, para que los del gobierno K y los Piqueteros de Gualeguaychù, entren en razones.

A Uruguay le asiste la razón, a quien no le asiste es a nuestras Relaciones Internacionales manejada por el actual Canciller que brilló por su ausencia en el Conflicto, pasó largo tiempo en Rusia, y además fue cuestionado por el gobierno K, (sin él hablaban, negociaban, etc.). Como eso no fue incentivo necesario para que pusiera su violín en la bolsa, hace sonar las primeras cuerdas desafinadas, cuando debería haber callado para siempre.

¿Y ahora que?

Cerrar la puerta, cerrar el Puente, aplaudir el peaje argentino a los que salen, aplaudir la suba diferencial de combustible en Argentina para las fronteras.

¿Donde está el Canciller?, nuevamente pregunto, por éste, Muchas Gracias por los Servicios Prestados, o de lo contrario, que mal te veo Gobierno.

Gobierno que llegó para hacer temblar las raíces de los árboles, pero que en su aprendizaje de Gobernantes, ha hecho todo lo posible para que se sequen.

Sin lugar a dudas, somos un Estado, que nació para sufrir.

Del otro lado del río se buscan miles de excusas. "Ganamos con el fallo", "Era algo previsto", "El artículo tal o cual nos da la razón", y justificaciones por el estilo. Sin embargo no van al meollo del problema, Argentina perdió por goleada, y una goleada mayor que la que vaticinaron los "agoreros" de siempre, según K.

Muchos medios de prensa van a titular "Un papelón para Argentina", pero no es un papelón para un pueblo que quiere la hermandad, un pueblo con el que compartimos muchas cosas, muchos gustos, muchas afinidades. Es un soberano papelón para un presidente que no tiene la más "kuka" idea de cómo resolver los problemas. Que hizo de su política una política de enfrentamiento constante. Que presentó la demanda cautelar en La Haya para calmar y satisfacer a los piqueteros entrerrianos, porque de lo contrario comenzaría a tener problemas con el Mercosur en pleno por el corte de los puentes. Pero es un presidente que no sabe jugársela con la Ley en las manos, ya que el corte de las rutas nacionales, en Argentina, es un delito federal y con pena de prisión. K, en su concepción populista y fascista, no fue capaz de hacer cumplir la ley.

No fue un triunfo por goleada. No nos dejemos llevar por la euforia. Fue un triunfo cantado por muchos argentinos que se lo adelantaron a su presidente, pero su capricho, su prepotencia, su fascismo le impidieron ver el árbol en el bosque.

También, los "agoreros" de siempre, como le gusta tildar a K a quienes le muestran una realidad que no es la suya, le dijeron que el juicio en La Haya va a ser otro papelón para su gobierno, pero eso, más adelante, el tiempo lo dirá.