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La nostalgia de Don “Manolo”
“Al mundial de 1930 fuimos en diligencia”
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por Julio Dornel |
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Haciendo gala de una extraordinaria memoria don Manuel Pereyra (94) nos traslada al primer campeonato mundial de fútbol realizado en nuestro país entre los días 13 y 30 de julio de 1930.
Único sobreviviente fronterizo de aquella histórica hazaña del fútbol uruguayo, Don Manolo pudo vivir, sufrir y gozar finalmente de las grandes emociones de un Mundial con sus 16 años recién cumplidos.
Fueron pocos los países que se “animaron” a venir, presagiando quizás que los títulos del 24 y 28 no habían sido de casualidad y que los equipos uruguayos se habían consagrado con toda justicia como los mejores de aquellas olimpiadas.
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“Tuvimos la suerte- dijo don Manolo- de asistir al mundial y disfrutar del triunfo uruguayo que llegaba a su tercera consagración teniendo en cuenta las olimpiadas de 1924 en Colombes y de 1928 en Amsterdam. El único medio de transporte en aquellos años era la diligencia de “Tico-Tico” que nos recogió en el Hotel de Juan Silva. Esta diligencia salía de Santa Vitoria y culminaba en Rocha su primera etapa. Salimos a las 4 de la mañana, almorzamos en el hotel de los Martínez en la Angostura y a la entrada del sol llegamos a Castillos. Al día siguiente abandonamos la diligencia y continuamos en un camión perteneciente a la empresa de “Tico-Tico” y tras superar varios inconvenientes mecánicos y del camino llegamos a la ciudad de Rocha. Al día siguiente salimos en un tren de carga hasta empalme Olmos donde pasamos al ómnibus que nos llevaría finalmente a Montevideo tras una odisea que duró cuatro días. Estuvimos muy cerca de los jugadores puesto que los vestuarios se encontraban debajo de la tribuna Olímpica por donde deberían pasar para ingresar o dejar el campo de juego. El primer partido que vimos fue Uruguay- Perú que ganamos 1 a 0 con gol de Héctor Castro sobre el arco de la tribuna Colombes. De la formación celeste recordamos a Ballestrero, Nasazzi, Andrade, Lorenzo Fernández, Gestido, Petrone, Hector Castro, Héctor Scarone y el “Vasco” Cea. Luego le ganamos a Rumania 4 a 0 y a Yugoslavia 6 a 1 para llegar a la final contra los argentinos. De esta manera el 30 de julio que había sido declarado feriado por el Gobierno se disputó la gran final bajo el arbitraje del belga Langenus. El primer tiempo terminó ganando el equipo argentino por 2 tantos contra 1, empatando el “Vasco” Cea, aumentando el “Canario” Iriarte y poniendo cifras definitivas Héctor Castro. Cuando terminó el partido salimos por 18 de Julio a festejar. A los pocos días regresamos a Chuy y esa misma noche nos fuimos a pie hasta 18 de Julio. Al día siguiente nos transformamos en “personajes” del pueblo que hacía ruedas para escuchar nuestros relatos sobre el mundial y la odisea del viaje.”
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