|
La obligación de saber
|
por Jorge Gandini |
|
|
El mismo día que la mitad de los uruguayos eligió al FA para gobernar, la otra mitad nos eligió para controlarlo. Así funciona la democracia, con un régimen de balances que brinda garantías y freno a las tentaciones que siempre genera el poder.
Por eso queremos investigar qué está pasando en la gestión de los juegos de azar del Estado. La Dirección General de Casinos del Estado está dirigida por el Cr. Juan Carlos Bengoa y la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas por el Sr. Orestes González. Ambos resultaron designados como parte del equipo económico por el Ministro Astori el 2 de marzo de 2005. Es por lo menos llamativa -sino inexplicable- tal decisión, de quien ha sido cuidadoso y riguroso en la formación de un equipo muy profesional. Estas dos designaciones (junto a la del economista Luis Porto en la Oficina de Inversiones) arrojan por lo menos “dudas razonables”.
El Ministro debió conocer el resultado de la gestión en los Casinos Municipales, que dejó una pérdida de 14 millones de dólares directos más lucro cesante y otros daños, que heredó el actual Intendente. Además de pagar esas pérdidas con sus impuestos, subsidiando el juego en vez de beneficiarnos de él, los montevideanos padecemos hace siete años la imagen del deterioro y la ineficiencia, cuando no de la corrupción, en los ruinas infames del Hotel Carrasco.
En el año 2005 el Nº 23 de la revista “Casinos de Latinoamérica”, prestigiosa publicación española especializada y de circulación internacional, decía de los Casinos de Montevideo: “Un Casino puede llegar a perder dinero, no es normal, pero puede ocurrir; ahora bien si lo hace durante tres años consecutivos, solo puede obedecer a dos motivos: mala gestión o apropiación indebida por parte de sus directivos.” Ellos saben lo que dicen, pero no dicen nada que no supongamos todos.
Por eso es inexplicable que el Cr. Astori haya reclutado al mismo equipo de tan mala, cuestionada y hoy sospechada gestión, para administrar ya no 2 Casinos, sino 30 Casinos una recaudación 10 veces mayor, y además la dirección de todos los juegos de azar que administra o supervisa el Estado.
Siendo así, la oposición no tiene derecho a la ingenuidad. No resistiríamos el más mínimo reproche que nos podrían hacer nuestros representados si pasara lo mismo en los Casinos del Estado.
Este es el tiempo de abrir los ojos y poner la lupa en los Casinos del Estado, más aún si después de hacer doce Pedidos de Informe advertimos que en el año 2005 se desacelera el crecimiento de la recaudación desde el 2002 y se desploma en el 2006.
En el 2004 los Casinos del Estado recaudaron 1.000 millones de pesos más que en el año anterior. En el 2005 sólo 250 millones más, de los cuales 180 se recaudaron en los primeros cuatro meses, los meses en los que aún no estaba Bengoa.
En el 2006 los ingresos cayeron 370 millones de pesos respecto al 2005 y 70 millones en relación al 2004. En ese tiempo, de marzo de 2005 al fin de 2006, los Casinos Municipales que perdieron 14 millones de dólares en el período Bengoa revierten la tendencia y, aunque todavía pierden, recuperan recaudación (55 millones de pesos).
Esa es la “Curva de Bengoa”. Baja cuando está y sube cuando se aleja. Esta y otras decisiones preocupantes más los planes de expansión de dicha Dirección, de por sí obligarían a investigar. Pero la obligación se hace ineludible a la luz de los antecedentes. Sus Directores son el mismo “equipo” que investiga la Justicia y que investigó la propia Intendencia por orden del Dr. Ehrlich. De todos modos es bueno aclarar que no llega el caso a la Justicia por las pérdidas, estas pueden ser producto de la ineptitud y no del dolo. La Justicia investiga quien ganó y quién se benefició.
Los Casinos perdieron, el apostador (como siempre) también, ¿Quién ganó, entonces?. Sin duda las empresas arrendadoras de slots bajo la nueva modalidad que introdujo el Cr. Bengoa, la empresa que dio mantenimiento a esos slots y sobrefacturó 3.868 máquinas tragamonedas más en 4 años y el Hotel Oceanía que sólo de alquiler cobró por mes U$S 24.959 de promedio.
Basta transcribir algunas conclusiones que de la investigación administrativa que ordenó el Intendente Ehrlich a sus servicios jurídicos y que recomiendan la denuncia penal:
“(…) Se ha violado el principio de veracidad, en tanto dentro de un contrato denominado arrendamiento de Slots, se incluyen contraprestaciones no mencionadas en el mismo. (…) No existió publicidad en la contratación, se resolvieron en conversaciones privadas llevadas adelante por el Cr. Juan Carlos Bengoa o por otras personas en cumplimiento de sus instrucciones. (…)
Igualdad de los oferentes: No surge acreditado que se haya respetado dicho principio, siendo especialmente relevante considerar que las negociaciones se llevaron adelante en forma reservada violando la normativa vigente. (…)
No hubo concurrencia, por el contrario hubo una concertación previa entre las empresas que ofrecieron. (…) No se convocó y no se documentó haber convocado a todas las fábricas productoras de slots existentes en el mercado. (…)
En el caso de la contratación que nos ocupa se caracterizó por el secretismo y la reserva. (…) Los extremos constatados implican una importante irregularidad que inhabilita los debidos controles y genera un manto de sospecha. El Cr. Juan Carlos Bengoa, propuso a la administración la presente contratación fundándose en razones de urgencia, extremo que no se ve verificado en la realidad. (…)
Otro argumento para la contratación directa es la exclusividad en la representación de las marcas, lo que no es ajustado a la realidad.
Responsabilidades de los funcionarios intervinientes. El responsable de los Casinos Municipales en el período objeto de la presente investigación fue el Cr. Juan Carlos Bengoa. (…) El encargado de diseñar la nueva estrategia de Casinos para mejorar el rendimiento de los mismos, fue el propio Juan Carlos Bengoa que fue quien propuso los contratos que llevaron a contratar en forma directa invocando razones no verificadas en la realidad.
Fue la Dirección del Cr. Bengoa quien propuso la realización de obras en la Sala del Casino del Parque Hotel, sin licitación pública, sin documentar las gestiones previas, el control de los trabajos y la aprobación final de las obras.
La ejecución de los contratos y de las obras, estuvieron siempre a cargo de la Dirección del Director Juan Carlos Bengoa.
Respecto del Sr. Orestes González, surge probado que fue asesor del Cr.Juan Carlos Bengoa, que intervino en el diseño de la nueva estrategia de negocios del Casino, que participó en las negociaciones en la etapa de formación de los contratos de arrendamiento de Slots y en la solicitud a los privados de que realizarán las reformas en la Sala del Casino Parque Hotel. (…)
Corresponde a juicio de estos instructores dar cuenta de los hechos ventilados a la Justicia Penal.”
A todo esto, que afirma la investigación de la IMM e integra la denuncia penal al igual que dos contundentes auditorías, se debe agregar la trama familiar y de vínculos oscuros de las empresas beneficiarias con “el equipo” del Cr. Bengoa, que investiga Delitos Económicos. Con todos estos antecedentes, que parecen más un prontuario; ¿Quién puede decir que no se debe investigar? Quien se niegue algo tendrá que ocultar. La defensa del honor sólo se puede hacer a la luz de la verdad.
|