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La valija y el pasajero
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por Pablo Abdala |
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La confiscación de una valija repleta de dinero en un aeropuerto de Buenos Aires ha repercutido en nuestro país, y le ha generado problemas al gobierno. No solo porque el Jefe de Gabinete de la administración Kirchner haya intentando tirarnos el fardo, alegando que el destino del dinero era el Uruguay. Más bien, porque tras la ocurrencia del escándalo, surgieron a borbotones los vínculos del señor Antonini Wilson, portador de la valija, con la empresa PDVSA y, en el marco de esa relación, su reiterada presencia en el Uruguay.
En efecto, a partir de investigaciones periodísticas nunca desmentidas, se supo que este peculiar sujeto estuvo en el territorio nacional, por lo menos, seis veces en los últimos dos años. Asimismo, que se hospedó en un hotel céntrico a cargo de la petrolera venezolana, que participó en el negocio de exportaciones de casas prefabricadas a través de la cancelación de compras de petróleo con venta de productos, que está directamente relacionado con el ex vicepresidente de PDVSA (renunciante a partir del episodio de la valija), entre otras particularidades sugestivas.
Por cierto, nada de lo señalado indica o prueba, por si mismo, la existencia de irregularidades a nivel de nuestro gobierno, aún cuando es notorio que mantenemos con Venezuela, desde marzo de 2005, una intensísima relación, especialmente en el campo energético. Sin embargo, por esta última razón, en cuyo contexto – además – la administración del Frente Amplio procura una polémica asociación directa entre ANCAP y PDVSA, sin ley y sin licitación, el escándalo de la valija y su onda expansiva, terminan por contaminar el escenario nacional. Como dijimos la semana pasada en la Comisión de Industria de la Cámara de Diputados, este incidente podría titularse como el de la valija que llegó a Buenos Aires con dinero, o el del pasajero que llegó a Montevideo sin equipaje.
No obstante, el gobierno nacional parece no reaccionar ante tanta confusión, aún cuando tiene el deber de aclarar las cosas y, además, debería ser el primer interesado en curarse en salud. El ministro de Industria, las autoridades de ANCAP, y otros representantes del elenco gubernativo, atinaron apenas a expresar que al individuo no lo conocen, que nunca lo vieron, pero que tampoco pueden asegurar tal circunstancia, dado que en lo que transcurre de su gestión han visto y entrevistado a un sinnúmero de personas. El Presidente de nuestra empresa pública llegó a sostener que los partidos de oposición estábamos “bastardizando” la discusión política por plantear tantas dudas, expresión que le recriminamos al comparecer en el Parlamento, ante lo cual se disculpó con hidalguía que no dudamos en reconocerle.
Ocurre que lo que bastardea la actividad pública es la presencia, en sus proximidades, de sujetos de la estirpe del señor Antonini Wilson, que comprometen la transparencia de las soluciones cuando merodean en cuestiones referidas a los intereses colectivos. Tal vez algunas autoridades nacionales se hayan sorprendido tanto como nosotros al conocerse algunos detalles relativos a tan desagradable figura, según los cuales estaríamos ante un operador de gran influencia y llegada en las altas esferas del gobierno de Venezuela y de la empresa PDVSA, con quienes nuestro gobierno avanza en la definición de relaciones prácticamente carnales.
Ante ello, es incomprensible que no se actúe y no se aclare. Pero además, que se insista en un entendimiento directo entre los dos países para un negocio de 600 millones de dólares en nuestra refinería, sin adecuar la legislación y sin licitación. Tal camino era ya ilegal y cuestionable cuando no había valija; con ella, será inevitable que se generen suspicacias y que la opinión pública desconfíe, aunque la oposición resolviera– hipotéticamente– llamarse a silencio.
Como reflexionamos en el ámbito del Poder Legislativo, si el gobierno no investiga, el Parlamento deberá hacerlo. En tal sentido, anunciamos que aguardaremos al Ministro Lepra, que se comprometió a proporcionar información relevante en los próximos días, en tanto el Vicepresidente Nin declaró que el Poder Ejecutivo está investigando, acrecentando la expectativa. Si al cabo de todo eso seguimos en tinieblas, el Partido Nacional no descarta impulsar una Comisión Investigadora, lo que también adelantamos.
El Secretario de Estado mencionado, que ha demostrado consideración y respeto por el Parlamento, expresó que “los periodistas, el pueblo y la oposición” deben investigar. En eso estamos.
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