Año III - Nº 152 - Uruguay, 14 de octubre del 2005

 
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Nacional y Peñarol
Juntos desde el
21 de junio de 1933


Los tradicionales rivales del fútbol uruguayo tuvieron un origen muy especial en esta frontera y que pude ser único en la historia de nuestro país. Nacieron juntos el 21 de junio del año 1933, mientras varios deportistas escuchaban un clásico capitalino.

En esa oportunidad se dividieron preferencias y como no podía ser de otra manera, quedo pactado el primer partido entre aurinegros y tricolores.

Han transcurrido 72 años y aquella quijotada se mantiene vigente alegrando los domingos soleados y otorgando una cuota de pasión a los aficionados del más popular de los deportes.

Con un empate de tres tantos por bando finalizó el primer clásico de una larga serie de enfrentamientos que alimentados por la eterna rivalidad los hizo perdurar durante tantos años.

Defendieron a Nacional en esa oportunidad Omar Laso, Darcy Correa, Laudelino Costa, Pedro Melho, Coroliano Rodríguez, Aldo Melho, carlos Calabuig, Raúl Decuadra, Mulato Melho, Fernando Sequeiro y Buenaventura Rodríguez. Por Peñarol actuaron Taciano Martino, Alcides Cardozo, Mauro Silva, Bibiano Correa, Octavio Pereyra, Hermógenes Acosta, Piqueno Correa, Ariel Decuadra, Mario de San Vicente, Elver Decuadra e Iriosildo Correa.

Los goles para Nacional fueron marcados por Aldo Melho, Carlos Calabuig y Mulato Melho. Para Peñarol anotaron Ariel Decuadra, Mario de San Vicente e Iriosildo Correa.

Fueron estos nombres y algunos más los que iniciaron aquel lejano 21 de junio de 1933, una brillante trayectoria deportiva que con el correr del tiempo se ha convertido en una de las máximas expresiones del fútbol departamental.

Relacionado con el Club Nacional de Fútbol debemos decir que medió una circunstancia muy especial con un extraordinario protagonista: SAMUEL PRILIAC.

Este gran deportista, cuya obra a favor de las causas nobles cruzó la frontera, hizo de Nacional el cuadro de sus amores, de sus desvelos y también de sus mayores satisfacciones.

Con él comenzó una generosa aventura deportiva, con él se escribieron las páginas más hermosas del historial deportivo de los tricolores fronterizos.

Es evidente también que el equipo aurinegro se encuentra profundamente arraigado en el historial de esta ciudad.

Todo había comenzado aquel domingo de junio cuando se reunieron en la casa del sastre San Martín, don Octavio Pereyra, Berto Vidal, Estacio Rodríguez, Avilio Rotta y Mario de San Vicente.

Fueron ellos los encargados de concretar esa fundación, que significaría el primer mojón en el sendero deportivo de los carboneros fronterizos.

Eran los comienzos del fútbol organizado y no habían exquisitos, simplemente se podía observar el nacimiento de una pasión o quizás el cariño desinteresado por aquel balón de tiento y piripicho.

De esta manera surgieron en esta frontera los tradicionales rivales del fútbol uruguayo.

Han pasado 72 años y al igual que en aquella oportunidad, viejos y nuevos dirigentes estarán palpitando junto a otros planteles identificados por las mismas camisetas.