Año III - Nº 152 - Uruguay, 14 de octubre del 2005

 
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Un Gerente está con unas cuantas hojas frente a la trituradora de papeles.
Luce desconcertado, mira para un lado, mira para el otro. En eso pasa un empleado y muy amablemente le pregunta:
- ¿Le ayudo Jefe?
El Gerente agradecido contesta:
- Muy amable, parece que me quedó grande la tecnología
El empleado muy diligente toma las hojas, las coloca en una ranura y se oye el sonido de los papeles cuando se hacen trizas. El empleado le dice al Gerente:
- ¿Ve que fácil?
Y el Gerente le pregunta:
- ¡¡¿¿Y ahora, por dónde salen las copias??!!

Moraleja: NO HAGAS PELOTUDECES SI NO TE PIDEN QUE LAS HAGAS...

Atte. Un desempleado...


Un ateo, mientras caminaba a través de la selva, sonriendo ante la belleza que había a su alrededor, pensó:
- Qué milagros de la naturaleza han creado los poderes de la evolución....
En ese momento, oyó un murmullo cerca del río.
Fue a investigar y vio que un enorme oso pardo estaba yendo el camino hacia él.
El hombre empezó a correr como un rayo y, cuando tuvo coraje para darse la vuelta, vio que el oso lo estaba alcanzando.
Trató de retomar sus pasos, pero tropezó y cayó al suelo.
Mientras trataba de levantarse, el oso saltó sobre su pecho y levantó una pata para aporrearlo.
El ateo gritó:
- ¡¡¡Ay, Dios mío!!!
El tiempo se detuvo... El oso se congeló...
La selva estaba en silencio y hasta el río paró de moverse.
Una luz blanca brilló sobre el hombre y una voz resonó desde el cielo:
- Has negado mi existencia durante todos estos años, has enseñado que no existo y abonas la concepción de un accidente cósmico. ¿Esperas que te ayude en esta situación? ¿Puedo contarte como un creyente?'.
El ateo miró hacia la luz y dijo:
- Sería hipócrita de mi parte si de repente te pidiese que me tratases como a un cristiano, pero quizás podrías convertir al oso al cristianismo.
La luz se fue, el río comenzó a andar y los sonidos de la selva se reiniciaron.
Entonces, el oso bajó su pata derecha, puso sus dos patas juntas, inclinó su cabeza y dijo:
- Te doy gracias, mi Dios, por el alimento que voy a recibir....

 

 

Un oso y un conejo se odiaban a muerte. Cada vez que se veían se decían de todo y se tiraban cosas, eso si, el conejo se mantenía a distancia por razones obvias.

Un buen día, mientras mantenían una de sus disputas apareció un hada del bosque y les dijo:

- Todo el bosque está harto de vuestras peleas, no dejais dormir a nadie, así que os voy a conceder tres deseos a cada uno a condición de que no os volváis a pelear. Los dos aceptaron, no sin antes pelearse por quién empezaría a pedir deseos. Empezó el oso:

- Quiero que todos los osos del bosque sean hembras...

El conejo pidió su primer deseo:

- Quiero un casco de moto.

El hada flipó pero le concedió el deseo:

El oso pidió su segundo deseo:

- Además quiero que todos los osos del pais sean hembras.

El hada le dijo:

- Parece que no quieres aburrirte... en fin, deseo concedido. Tu turno conejo.

El conejo pidió:

- Quiero una moto.

El hada aceptó viendo que su idea funcionaba.

- ¡¡¡Mi turno!!! -dijo el oso-.

Y ni corto ni perezoso pidió que TODOS los osos del mundo fuesen hembras.

El hada le dijo:

- Te vas a poner morado, vas a ser el único entre todas las mujeres... Venga conejo, tu turno:

- Mi último deseo es... -dijo el conejo colocándose el casco y arrancando la moto- es... ... ¡¡¡¡¡QUE EL PUTO OSO SEA GAY!!!!!