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El Frente ante las FARC
porJavier García
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Las decenas de manifestaciones que en el mundo entero se realizaron el pasado lunes con la consigna "No más FARC" incluyeron una convocada en Montevideo. Esta cadena de actos simultáneos repudió el accionar de aquel grupo terrorista. Colombia no es de los países con más "marketing" en la región y además no integra el club de gobiernos "progresistas" que se lanzan elogios recíprocos. Por ello habitualmente se habla poco de aquel país y de su realidad y del drama que vive por la agresión de décadas de grupos como las FARC o el ELN.
Este verano sin embargo la atención se focalizó en la liberación de tres rehenes civiles de aquella guerrilla, y en la intromisión de Hugo Chávez en los asuntos internos de Colombia. Esta situación de agresión verbal del venezolano lleva a que la crisis entre los dos países haya sido calificada por especialistas como de estado prebélico que, quiera Dios, esperamos que no avance.
"El País" consultó esta semana a dirigentes del FA su opinión sobre las FARC, encontrando entre ellas algunas que claramente expresan un nivel de confusión peligrosa.
El senador Alberto Couriel dijo "son situaciones complicadas: se mezclan guerrilla, paramilitares y narcotráfico que debe estar influyendo enormemente en estas situaciones. Entonces es muy difícil hacer juicios absolutos sobre una realidad muy compleja".
Salvo uno de los consultados, el resto anduvo por los carriles de Couriel.
Despejando el camino: Colombia tiene un gobierno democrático, electo soberanamente y donde, aunque alcanzaría con lo anterior, la popularidad del presidente Uribe es de casi 90%. Su democracia sufre las acciones de grupos, el más importante las FARC, que por medio de asesinatos o secuestros a políticos, legisladores, jueces, militares, o a periodistas o a quien se le ponga en el camino, intenta obtener el poder en aquel país.
Hace pocos días intentó secuestrar de un orfanato al hijo de una rehén, nacido en cautiverio, para posteriormente "liberarlo" con su madre. Las cadenas en el cuello de los rehenes en plena selva hablan notoriamente de la violación sistemática de los derechos humanos, incluso de quienes enfermos hace años padecen la crueldad del secuestro.
Se financian a través del crimen organizado y del narcotráfico. Alimentan su leyenda con una prédica seudo ideológica que habla de revolución y justicia y se proclaman marxistas, cuando en verdad detrás suyo sólo está el negocio de la droga.
Ante esto no sabemos qué es lo "complejo" que impide hacer juicios sobre aquella realidad y definir de que lado se debe estar: o con la democracia de Colombia, independientemente de partidos, o del lado de las bandas terroristas. O se admite que se asesine y secuestre, haya rehenes con cadenas y se violen derechos humanos o se lo condena sin titubeos y sin complejos. No repudiar esos métodos es legitimarlos.
Como Chávez está dando desde su territorio, según se denuncia, cobertura logística a los terroristas y pidió que se les quite esa clasificación en Europa y aquí se han generado relaciones profundas con el chavismo, desde el oficialismo se hacen fintas para no repudiar claramente a las FARC. Además el discurso ideologizado de esta guerrilla confunde a muchos.
Hay una línea que divide de un lado a la política y sus métodos legítimos para dirimir diferencias y del otro el terrorismo.
No se debe tener dudas nunca, independientemente de colores partidarios, de que lado se está.
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