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El poder antes que el país
por Raúl Seoane
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Para el partido gobernante no sólo el poder está antes que el país sino que también la Colcha de Retazos y la ideología lo están, o por lo menos esto es lo que se puede interpretar luego del anunciado cambio de gabinete realizado por el presidente Tabaré Vázquez.
Estos cambios “se inscriben en una línea estratégica que planificamos cuando el 31 de octubre de 2004 el Frente Amplio ganara el Gobierno Nacional (...) Pero los tiempos cambian, y ya estamos transitando una nueva etapa electoral“, dijo Vázquez durante el discurso con el que anunció los cambios.
Desde hace más de seis meses que el Presidente de la Nación viene anunciando estos cambios y nunca llegó a concretarlos, y precisamente en estos momentos en que las encuestas no le son favorables al partido gobernante, con vistas a las próximas elecciones presidenciales, es que lo anuncia.
Defensa, Vivienda, Educación, Relaciones Exteriores, Ganadería, e Industria van a tener nuevos jefes. Salvo los Ministerios de Ganadería e Industria, donde ambos Ministros cumplieron una tarea aceptable, el resto de los ministros que recambian tienen muchos cuestionamientos, no sólo de la parte oposición, sino también de la ciudadanía.
La Dra. Azucena Berrutti desde mucho tiempo atrás quería abandonar la cartera de Defensa, aduciendo problemas de salud debido a su avanzada edad, sin embargo su gestión generó muchos roces con los militares y fue pésima. Al Ing. Quím. Jorge Brovetto no le fue mejor y todos se quejan de que la educación retrocedió en lugar de avanzar.
El Ministerio de Vivienda, conjuntamente con Relaciones Exteriores fueron los más cuestionados. En el conflicto con Argentina por la instalación de las plantas papeleras, tanto Mariano Arana como Reinaldo Gagáno en lugar de buscar soluciones lo complicaron más y muchas veces tuvieron que aclarar y volver a aclarar muchas de sus declaraciones a la prensa debido a los disparates que decían.
Tanto a Arana como a Gagáno, el presidente los tendría que haber reemplazado mucho antes, porque no nos olvidemos que Néstor Kirchner no quería tener contacto con el Ministro de Relaciones Exteriores debido a que complicaba cualquier tipo de entendimiento, y el conflicto comenzó a encarrilarse cuando mandaron de vacaciones a Rusia al Canciller y se hizo cargo del Ministerio, Belela Herrera. Tampoco Gagáno hizo gran cosa con los emigrantes uruguayos en España, porque en lugar de hacer valer el viejo tratado firmado con ese país en el siglo pasado, aceptó todas las imposiciones del gobierno del zapatero.
El arribo de Gonzalo Fernández a Relaciones Exteriores generó expectativas positivas entre los industriales, quienes ven que ingresa un Ministro con un pensamiento mucho más abierto que el de Gagáno, pensamiento éste más afín a llegar a acuerdos comerciales más íntimos con los Estados Unidos.
A pesar de estos cambios, no debe esperarse mucho de un gobierno que siempre tuvo miedo de comprometerse con los grandes cambios que necesita el país. Si bien la designación de Gonzalo Fernández puede potenciar el estudio de un TLC con U.S.A. y el enfriamiento de nuestra participación en el Mercobluff que pergeñó Gagáno, no creo que Vázquez se anime nuevamente a proponerlo, y mucho menos ponerlo en marcha sin la venia de la Colcha de Retazos.
Coincido totalmente con Carlos Ramela, ex asesor de Jorge Batlle, que declaró a El Espectador que “esto ratifica que estos ministros no estaban en sus cargos por eficiencia sino cumpliendo un rol de moderadores políticos de disensos dentro de la fuerza de gobierno”, porque si hasta ahora Tabaré Vázquez no había removido a estos cuestionados Ministros por un problema interno del partido gobernante, al realizarlo precisamente en estos momentos demuestra que es un claro movimiento electoralista y no un beneficio para el país.
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