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Cárceles. La improvisación por excelencia
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por Jaime Mario Trobo |
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Varias veces desde esta columna nos hemos ocupado de la cuestión del sistema carcelario. Lo hicimos en gobiernos anteriores y en este, en cada ocasión ofreciendo nuestro concurso para aportar a su solución, criticando lealmente las soluciones a medias o las que ocultaban la realidad, proponiendo modificar la errónea visión ideológica del problema y su solución. Desde nuestro escaño parlamentario cumplimos nuestro deber con lealtad, apoyando lo que compartíamos, proponiendo la modificación de lo que no creíamos bueno u oponiéndonos a lo que creímos inconducente y aún contraproducente para la sociedad.
En estos últimos años, del otro lado ha estado el Gobierno de izquierda y su tozuda interpretación sobre el problema, conducida tenazmente por el Ministro marxista Díaz, de quien no se podía esperar otra interpretación que la que tuvo que se puede resumir en “…los malos son los buenos, los buenos son los malos…”
Dijimos no a la legislación promovida al inicio del gobierno que tenía como eje central esa premisa, mientras tanto el gobierno, los partidos que lo integran y los funcionarios que conducen el tema adhirieron a su fórmula sin la más mínima vacilación. El resultado ha sido, sistema carcelario en las mismas o peores condiciones que al inicio de la administración Vázquez.
Uno de los capítulos del tema, el de los edificios carcelarios, estuvo en el centro de nuestras preocupaciones, y respecto de ello nos preocupamos por analizar lo que ocurre en el mundo y en la región. Lo hicimos saber al Ministerio del Interior, lo conversamos con Díaz, insistimos en el Parlamento. Es imprescindible acometer un plan de construcción de edificios carcelarios que permita en términos breves, los que en esta materia se miden en un mínimo de dos años, satisfacer la carencia de alrededor de 200 plazas para “humanizar” el sistema como le gustaba decir al Ministro Díaz, que ha sido el paladín de la deshumanización del tema.
Una de nuestras propuestas ha sido la de la construcción de edificios carcelarios por el sistema de concesión de obra pública. Nunca hubo una señal seria sobre el tema, nunca el reconocimiento del aporte de una buena idea, nunca la convocatoria a recibir aportes positivos en la solución. El gobierno ha fracasado en sus planes y como por arte de magia empieza a construir la solución a partir de alguna de nuestras ideas, sin reconocerlas en los mas mínimo.
Esta mañana me encontré con declaraciones de un ex jerarca del Ministerio del Interior que me han provocado risa y estupor, confieso que también algo de bronca; esta última por la indignación que causa el sectarismo con el que el gobierno borracho de mayoría encara cada tema de la vida del País. Dejo que hable el ex jerarca para que Usted lector también se indigne con la paradoja………………………
Diario EL País 14/06/07
Ex jerarca cree que se debe construir nueva cárcel
Opina que no se descomprimirá con nuevas libertades
“….. A juicio del ex jerarca las soluciones deben pasar, necesariamente, por la construcción de nuevas cárceles y la creación de un sistema penitenciario de alcance nacional. “
"Lo primero que hay que marcar es la necesidad de planificación, no se adelanta nada discutiendo medidas legislativas puntuales como la liberación de 1.000 presos", apuntó Jouroff.
Si bien el ex jerarca evitó juzgar la actual conducción política del Ministerio del Interior, expresó una visión crítica en torno al manejo del tema carcelario en particular. (….)
"En el tema carcelario, de todas formas, no hay soluciones al corto plazo, pero se debería tender a formar un órgano competente que fuera capaz de trazarlas. Sin ese órgano no hay un Norte claro para diseñar políticas a largo plazo. Se van a necesitar recursos, planificar desde el presupuesto, para tender hacia un sistema penitenciario nacional. Ya quedó claro que las medidas legislativas son sólo eso, quedó demostrado con la Ley de Humanización del sistema carcelario", apuntó.
"También creo que no hay solución al problema de las cárceles sin la construcción de cárceles nuevas. De otra manera no habrá forma de que el recluso que esté alojado allí pueda cumplir su período de rehabilitación debidamente, como manda la Constitución, y la medida de reclusión no sea más que un castigo que se aplica y punto. La solución pasa entonces por la construcción de cárceles modernas, que permitan la rehabilitación y eso debe ser tarea de todo el gobierno, no sólo del Ministerio del Interior. Habría que sentarse con el Ministerio de Economía y ver de dónde pueden salir los recursos, por ejemplo hay formas de que el sector privado pueda intervenir en la construcción de establecimientos, pero preservando la administración y las políticas de esos centros en manos del Estado",
¿Por que razón no se prestó atención a nuestros planteos desde el inicio del gobierno?
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