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Las democracias acobardadas
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por Andrés Oppenheimer |
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El silencio de la mayoría de los países latinoamericanos sobre el cierre del canal de televisión más antiguo de Venezuela durante durante la reunión anual de cancilleres de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Panamá marcó un grave retroceso para la libertad de prensa - y la democracia - en la región.
En uno de las muestras más descaradas de desprecio por la libertad de prensa que he visto en mucho tiempo, tres países - Nicaragua, Bolivia y Ecuador - no sólo se abstuvieron de criticar la decisión del presidente narcisista leninista de Venezuela, Hugo Chávez, de no renovar la licencia de la cadena RCTV, sino que la aplaudieron abiertamente. El presidente nicaragüense Daniel Ortega inclusive visitó Caracas y personalmente felicitó a Chávez por su decisión de silenciar la cadena.
Los paIses caribeños, cuyas pequeñas economías dependen cada vez más de los subsidios petroleros de Chávez, permanecieron callados. Pero lo que es más difícil de entender es que los países más grandes de América Latina, como México, Brasil y Argentina, tampoco mencionaron el caso de RCTV en sus respectivos discursos. Estos tres países han tenido gobiernos autoritarios o dictaduras militares en su pasado reciente, y al menos México y Argentina hacen un gran alarde sobre su supuesto compromiso con la causa de los derechos humanos.
´´Sólo dos países hicieron una clara alusión a la importancia de la libertad de expresión: los Estados Unidos y El Salvador,´´ me dijo el canciller salvadoreño Francisco Lainez al regresar a El Salvador de la reunión de la OEA. ``Me siento como defraudado de que no haya habido más países que levantaron la voz´´.
Diplomáticos de varios de los países que guardaron silencio dicen que no pudieron hacer una referencia explícita al caso porque Venezuela -como país soberano- tiene el derecho de no renovar las licencias de televisión. Asimismo, dicen que el caso de RCTV ha sido presentado en días recientes a la Comisión de Derechos Humanos de la OEA, que es donde el caso debe ser debatido. Finalmente, afirman que la reunión de la OEA en Panam fue programada para hablar sobre fuentes alternativas de energías, y que el discurso de la Secretaria de Estado de Estados Unidos Condoleezza Rice solicitando una misión de la OEA a Venezuela para investigar el asunto de RCTV es algo que debe ser presentado oficialmente por escrito, para ser discutido en las sesiones regulares de la OEA en Washington, D.C.
Pero estos argumentos son bastante débiles. Primero, la decisión de Chávez de no renovar la licencia de RCTV fue abiertamente política: el propio Chávez dijo hace cinco meses antes del cierre de RCTV que no renovaría la licencia de la cadena por su cobertura noticiosa durante el intento de golpe del 2002. Aún mas importante, Chávez cerró RCTV - que había estado en el aire por 53 años -sin convocar a una licitación pública, que hubiera permitido que los dueños de la estación u otras empresas privadas presentaran ofertas. Chávez sencillamente tomó las instalaciones de la cadena televisiva, y la convirtió en otro medio oficialista más. De hecho, estatizó lo que había sido una cadena privada.
Ahora Chávez controla la mayoría de las cadenas televisivas, y las pocas que quedan - salvo Globovision, que se emite por cable y no cubre todo el pais -- se auto-censuran. L a televisión en Venezuela se ha convertido en un espectáculo de un solo protagonista.
¿Qué deberían haber hecho las democracias latinoamericanas? Bajo las reglas de la OEA, México, Brasil, Argentina y otros países podrían perfectamente haber por lo menos expresado su preocupación sobre la censura en Venezuela, citando la Carta Democrática de la OEA del 2001. En su artículo cuatro, la Carta Democrática especifica que ´´la libertad de expresión y de prensa´´ son ´´componentes fundamentales´´ del tratado regional.
Al final, la reunión de la OEA adoptó una resolución insípida apoyando la libertad de prensa, pero sin mencionar Venezuela o el caso de RCTV específicamente.
Mi conclusión: esta es la primera vez desde las dictaduras militares de derecha de los setentas que veo un grupo de países latinoamericanos - Venezuela y sus satélites - aplaudir abiertamente medidas para censurar la prensa, sin despertar una protesta airada de las democracias de la región.
Lo que es más, la misma reunión de la OEA nombró a un venezolano como uno de los 7 miembros de la Comision de Derechos Humanos de la institución.
Los presidentes de Ecuador, Bolivia y Nicaragua ya están amenazando a los medios independientes cuyos mensajes no son de su agrado. A juzgar por el triste espectáculo que se vio esta semana en Panamá, ahora se van a sentir más envalentonados que nunca para aplastar la prensa independiente.
Fuente: Nuevo Herald (EEUU)
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