"La vergüenza de
haber sido y el dolor
de ya no ser"
por Fernando Manzoni

 

Maracanà, cincuenta y cinco años nos separan de aquel inolvidable momento, con orgullo continuamos a contarlo a nuestros hijos y nietos aunque si muchos de nosotros ni siquiera eramos nacidos en el 1950.

"El maracanazo", Ghiggia, Obdulio, Schiaffino.......cuantos recuerdos, aún se "escucha" el silencio de los brasileros y resuenan en nuestras mentes las palabras del relator gritando "Uruguay campeón".....Medio siglo ha pasado, y Maracaná está presente en cada uno de nosotros, lo llevamos en la sangre, nos identificamos en esos once leones que salieron a jugarsela y se llevaron a casa el partido de la vida, la final del campeonato del mundo.....

Victor Hugo Morales tuvo la magnifica idea de volver a relatar el partido allá por los años ochenta y un 16 de julio, todas las radios uruguayas se sintonizaron para volver a escuchar los 90 interminables minutos........no hay encuentro entre Brasil y Uruguay o Uruguay ante Brasil, donde el fantasma de Maracaná no esté presente, banderas y carteles, comentarios previos, durante y despues del partido giran alrededor a Maracaná y la heroica acción de los celestes capitaneados por el grande Obdulio......

El pueblo uruguayo está identificado por esta gran hazaña y es un insulto imperdonable críticar esta mentalidad, este vivir recordando algo que pasó hace mucho tiempo y que dificilmente se vuelva a repetir.

¿ Que nos está pasando ? Hace varios años, una murga montevideana cantaba: "de qué nos sirve vivir con el recuerdo faquir de ser campeones mundiales" y seguramente no estaba tan equivocado el letrista que escribió esa frase, pues la vida no terminó un 16 de julio de hace 50 años, el mundo siguió girando, a pesar de que los uruguayos hubieran dado una historica lección al grande Brasil.......

No será que aquel 16 de julio nos condenó para toda la vida y que hubiera sido mejor no haber ganado en aquel domingo carioca ? Seguramente los recuerdos serían otros, llorariamos por una final del mundo perdida y nos justificariamos diciendo que era imposible ganarle a Brasil en su estadio y con su gente toda a favor, quizás nuestras vidas no serían las mismas de hoy, no sabriamos que contar a nuestros hijos y nietos, no podriamos escuchar "Uruguayos campeones" todos los 16 de julio.

Maracaná, la gran hazaña uruguaya, el ejemplo del ratoncito que se metió en la boca del león y salió triunfante dejandolo con las mandibulas abiertas, no nos puede condicionar la vida en eterno, "festejen uruguayos", pero no toda la vida, recordemos, pero tambien miremos a los ojos la realidad, deportiva y no, cuantos maracanazos se necesitarán para que nuestro pueblo finalmente pueda decir "somos campeones del mundo", pues no podemos vivir de recuerdos faquires que sacamos del cajón cada 16 de julio y nos recarga las pilas por doce meses.

Metamos por un momento nuestro Maracaná en el libro de los recuerdos y olvidemonos que existió, tratemos de salir adelante en la vida cotidiana sin dejarnos condicionar por el mundial del 50. Hagamos la prueba, quizás nos despertemos distintos la mañana del 16 de julio, sabiendo que Maracaná ya fue y que la vida continua.