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Como peludo de regalo
llegará el Presidente Bush al Uruguay por Ricardo Garzón (*) |
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Con cartas vistas y jugados, gracias a la "gracia" de la ministra de Desarrollo, puede advertirse con toda claridad que al gobierno y a la fuerza política Frente Amplio la visita del presidente de los Estados Unidos les cae como peludo de regalo.
Sabemos perfectamente que esta publicación -mal que le pese al Ministerio de Turismo que la ignora (ministro, subsecretaria y asesor personal del ministro en funciones de director técnico) llega diariamente a la Embajada del país del norte en el Uruguay, y a miles de compatriotas y no compatriotas que residen en los Estados Unidos.
Pues bien, ponemos por delante toda nuestra carrera periodística al afirmar que Bush les caerá a los nombrados como peludo de regalo, brasa ardiendo que el Presidente Vázquez intentará apagar llevándoselo para la Estancia Anchorena.
El primer mandatario estadounidense no se dirigirá al Parlamento, como es de estilo, no visitará la Suprema Corte de Justicia, ni recibirá del Intendente de Montevideo las llaves de la ciudad.
El presidente Vázquez se calló la boca cuando su ministra, integrante de su gobierno, calificó a Bush de "execrable, genocida, asesino y belicista". Su observación en el Consejo de Ministros fue flatulenta, gelatinosa y hasta de compromiso.
Hubiese correspondido, señor presidente, la inmediata destitución de tan imprudente integrante del elenco ministerial.
Ilusos, desde enfoques -que no es un medio opositor pero tampoco consecuente con el gobierno- entendemos que hubiese correspondido el cese inmediato o bien un pedido de renuncia.
Usted, Dr. Vázquez, es el presidente de todos los uruguayos, no solamente de su fuerza política.
Hoy hemos llegado al ridículo de que usted invita, su fuerza política se le pone de punta; un ministro agravia con varios epítetos a su invitado, y blancos y colorados tienen que salvarle la petisa.
En lo que particularmente nos atañe, treinta y tantos años en el diario EL PAIS, de los cuales casi veinte en la página editorial, nos otorgan cierto crédito para opinar como opinamos y para no quedarnos con el buche en la boca.
La cañita voladora lanzada por su ministra, señor presidente, recorrió el mundo de la mano de las agencias noticiosas internacionales y obviamente que llegó a conocimiento del Departamento de Estado; no solamente el insulto al honor del Presidente de los Estados Unidos, sino que usted ha decidido esconderlo, sí, esconderlo, en la Estancia Anchorena.
Y todavía, Dr. Vázquez, tendrá usted el "tupé" (vocablo por el cual murió en el campo del honor el Dr. Washington Beltrán cuando decidió endilgárselo al presidente de la época) de pedirle a Bush que nos abra el mercado estadounidense para la colocación de textiles.
Pero vamos, como decimos en España. A que tome por culo, porque no tenga dudas de que habrá un antes y un después luego del desborde ministerial que ha quedado impune, y al cual ni siquiera se le ha intentado tapar con un poncho patrio.
Fue muy grande la defecación de Arismendi.
El respaldo del Frente Amplio a esta mujer desacertada, desubicada, precipitada y atrevida no ha hecho otra cosa que mostrar la baraja.
Tiene razón Abdala - y aquí no hay política ni politiquería barata- cuando sostiene en la Comisión Permanente que tales expresiones "dañan" la visita oficial de Bush en marzo, la que calificó como una "interesante oportunidad" para estrechar lazos comerciales y discutir la firma de un Tratado de Libre Comercio.
También con razón, (y sepa usted presidente que a Abdala no lo conozco), que no se recuerdan en la historia del país calificativos del estilo de un miembro del Poder Ejecutivo hacia un presidente de otro país que fue invitado expresamente a visitar Uruguay (en rigor una estancia) sin perjuicio de coincidir en que la Justicia "tendrá que ver si actúa de oficio", porque las palabras de la integrante de su gabinete configuran un "atentado hacia el honor de jefes de Estado extranjeros", lo que está penado en el Código Penal.
Coincidimos con el legislador referido que existe un peso de lo sectorial que le empieza a complicar la vida, presidente. "Si yo fuera presidente afirmó Abdala, y tengo una ministra que hace este tipo de expresiones, la retiro del gabinete. Este presidente no lo puede hacer".
Desde filas del Partido Nacional, el senador Carlos Moreira manifestó que los calificativos de la ministra fueron "agraviantes a todas luces" y que "comprometen a todos los uruguayos".
No obstante, el legislador dijo que su colectividad "no está de acuerdo con algunos actos de la política exterior" de Estados Unidos, postura que compartimos absolutamente, porque tampoco enfoques está de acuerdo, para nada, con el bloqueo a Cuba, la invasión a Irak y las amenazas ciertas de destrucción de las plantas nucleares de Irán.
(*) Ricardo Garzón es director del diario digital Enfoques
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