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La Falsedad del Mercobluff por Raúl Seoane
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La colonización de nuestro país por parte de los brasileros continúa acentuándose. Los espejitos de colores que recibió de regalo nuestro “sevasequeda” canciller continúan siendo repartidos, pero las mentiras de los beneficios de la colonización mercobluffera también.
El canciller brasilero Celso Amorim, dijo en una entrevista publicada por Uniónradio de Venezuela que “Lo que necesitamos es un acuerdo Mercosur-Estados Unidos, lo que no es simple a corto plazo”.
Por supuesto que no es simple cuando tenemos asimetrías tan profundas entre los países socios, y en lugar de acortarlas los propios socios como Argentina intentan profundizarlas. El mejor ejemplo es lo que nosotros mal llamamos la Guerra de las Papeleras, la que en realidad es La Guerra por las Inversiones, utilizada magistralmente por la diplomacia brasileña declarándose “incompetente” para intervenir en un conflicto bilateral, pero autorizando la construcción de más plantas de pulpa de celulosa en su territorio.
Es más, un acuerdo global como quiso ser alguna vez el ALCA, no es compatible con todos los países del área, porque cada uno de ellos, y sobre todo los que componen el Mercobluff, tienen economías y necesidades distintas. Por lo tanto, negociar en bloque, si bien se hace desde una mayor posición de fuerza negociadora, no necesariamente va a contemplar las necesidades de cada país.
Por eso, es preferible las negociaciones bilaterales país por país, para posteriormente compatibilizar una unión central en el Mercosur.
Según Amorim, el primer acuerdo bilateral que puede servir de ejemplo a otros países es el que Brasil negociará con Estados Unidos para regularizar la producción y la adopción del etanol (combustible vegetal) como alternativa al uso del petróleo.
Estados Unidos anunció recientemente su intención de llegar a un acuerdo con Brasil para que los dos mayores productores mundiales de etanol puedan incentivar la producción de este combustible en los países centroamericanos y suramericanos con el fin de garantizar la oferta mundial de un combustible con ventajas económicas y ambientales frente a la gasolina. http://www.unionradio.com.ve:80/noticias/noticia.aspx?noticiaid=194384
Es muy importante el conocer que Brasil realiza acuerdos bilaterales estando dentro del Mercosur, pero mientras tanto Uruguay no puede realizarlos. A su vez, vemos como el gobierno brasilero se preocupa por la economía de los subdesarrollados países que están dentro de su órbita de influencia.
Según Amorim, los países del Mercosur, en el que Brasil es socio de Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela, pueden intentar “acuerdos bilaterales comerciales con Estados Unidos que tengan como modelo el acuerdo para el etanol”. Por lo tanto, para el canciller brasilero estamos obligados a seguir los pasos del papá mercobluffero, porque de esta forma Brasil continúa industrializándose y marcándoles el camino a seguir a pobres países subdesarrollados como el nuestro.
En aras de qué intereses, ¿de los nuestros o el de ellos?, porque este acuerdo sobre el etanol brasilero, es una estrategia del gobierno norteamericano para no depender del petróleo venezolano, lo que implica que Brasil, buscando únicamente su beneficio está perjudicando a uno de los socios del Mercobluff, la novel Venezuela. (Más información)
Mientras tanto, zorro viejo, Brasil intenta seducir a Uruguay para que permanezca en el Mercosur y Lula “Colón” Da Silva comenzó a evaluar estrategias para favorecer las inversiones y mejorar el comercio de Uruguay.
Copio algunos párrafos de un artículo publicado por InfoRegión, un diario de la zona sur del Gran Buenos Aires:
(..) ayer se supo que el jefe de Estado brasileño, Luíz Inacio Lula Da Silva prepara una serie de iniciativas para mejorar el comercio, favorecer las inversiones y contribuir a la generación de empleo en Uruguay, una estrategia que se lee como un intento por seducir al país oriental para que permanezca en el bloque regional.
Uruguay, socio pleno del Mercado Común del Sur, no está autorizado por el bloque a firmar una acuerdo bilateral de libre comercio con Estados Unidos, y si avanzara en esa dirección no sólo permitiría al gobierno de Bush poner un pie en Sudamérica para avanzar en el proyecto de Libre comercio para las Américas (ALCA), sino que haría estallar el Mercosur, principal resistencia para sus ambiciones de liberalización del comercio en el continente.
Es indudable que la preocupación prioritaria de los brasileros, e incluso de los argentinos, es que Uruguay no abandone el Mercobluff y en varios artículos publicados anteriormente explicamos claramente la razón, por lo que acá vamos a analizar únicamente dos erradas aseveraciones.
1.- permitiría al gobierno de Bush poner un pie en Sudamérica para avanzar en el proyecto de Libre comercio para las Américas (ALCA). En primer lugar el ALCA era un proyecto global, en cambio el TLC es un proyecto bilateral. El ALCA, como proyecto global nunca hubiera funcionado correctamente y ya explicamos el por qué. En cambio el TLC puede ser un instrumento para países como el nuestro. Lo fue para Chile que es un asociado al Mercobluff, pero no puede ser para nosotros porque ni Brasil ni Argentina nos lo permiten.
2.- liberalización del comercio en el continente. Si por liberalización del comercio en el continente están hablando de las trabas que impone Brasil a los productos uruguayos, o los beneficios impositivos que les brinda la Argentina a determinados productos lo que es considerado dumping en el mundo entero, ¿de qué liberalización nos están hablando?
La agencia argentina Telam, principal medio publicitario del gobierno K, en un cable titulado El gobierno brasileño prepara iniciativas para favorecer a Uruguay en el Mercosur informa que el embajador brasileño en Montevideo, José Felicio, admitió de que existen "importantes desequilibrios" entre Brasil y Uruguay, y adelantó que delegaciones técnicas de ambos países trabajan en una amplia agenda, que contempla el intercambio en el área automotriz y compromisos efectivos en materia de energías renovables.
Ese intercambio automotriz ¿será parecido a cuando la GM intentó ensamblar automóviles en nuestro país y las presiones brasileras la obligaron a radicarse en Brasil?
El embajador indicó que empresarios brasileños están interesados en radicar en Uruguay plantas de ensamblado de colectivos. Para Gagáno, “la acomodadora” Arismendi y toda su comandita, las inversiones norteamericanas en nuestro país representan la violación de nuestra soberanía por el capitalismo imperialista, pero los espejitos de colores del imperialismo brasilero son ejemplos de cooperación entre los pueblos.
Seguimos aceptando espejitos de colores y no nos damos cuenta de que cuando a ellos les conviene nos los dan, y cuando no, nos los retiran. Esta parece ser la mentalidad que prima en los “iluminados” del socialismo comunistoide de la mayoría de los nefastos “¿líderes?” que nos gobiernan.
¿Será que las botas norteamericanas son más dolorosas cuando nos pisan, a diferencia de las brasileras y argentinas? Si esto es así, la conclusión es lógica: duelen más porque son mejores.
Probablemente sea por eso que Bush es un "belicista", "execrable" y "asesino", según las propias palabras de una de nuestras “¿líderes?” gobernantes.
¿Alguna vez se han preguntado cuál es el interés de Brasil de que permanezcamos en el Mercobluff?, ¿Será porque somos buenos, simpáticos, amigables, o es que nos necesitan más que al agua para poder sobrevivir en esta mentira de integración? ¿Este interés en "ayudarnos", no se dará vuelta algún día como sucede con el etanol que informamos más arriba?
Pensemos, es un buen ejercicio.
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