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Gobernar para los pobres
por Carlos Caggiani
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Cada nuevo gobierno que entra en un país latinoamericano, tiene la buena voluntad de gobernar a favor de los pobres, pero me da la impresión que, desconocen la manera.
Equivocadamente, creen que gobernar para los pobres o disminuir la pobreza es poder repartir la riqueza y no hay nada peor que esa manera de pensar, que en vez de ayudar a las personas pobres de un país, los va a hacer más pobres de lo que son.
La única manera de disminuir la pobreza, es tener un gobierno responsable de crear oportunidades y fuentes de empleo para que la gente menos pudiente se pueda desarrollar en un trabajo digno que le permita un nivel de vida normal.
Parte de esa responsabilidad es darle a las empresas las herramientas para que estas puedan crear esos puestos de trabajo, pero en vez de motivar a los más pudientes a que inviertan en la creación de industrias y negocios para formar o aumentar las fuentes de empleo, aniquilan las posibilidades aumentando impuestos a las industrias y negocios tratando de ayudar con dinero al menos pudiente.
Esa falsa distribución de la riqueza no permite el crecimiento a las empresas y la mayoría de las veces, los empresarios prefieren invertir en otros países donde sí, se les ofrece la oportunidad de crecer. El sistema de sacarle dinero al rico para darle al pobre jamás podrá funcionar, porque es la manera más eficiente de espantar capitales necesarios para crear trabajos.
El gobierno del Frente Amplio, está siendo cuestionado por la oposición que critica, con razón, que en tres años han logrado disminuir la pobreza a unas 150,000 personas, del millón de pobres que había cuando asumieron el gobierno. No solo critica a las políticas sociales, sino que expone que no se ha logrado una mejor distribución del ingreso y no han sabido frenar el aumento de los alimentos básicos que es lo que impacta mayormente las cifras de pobreza e indigencia.
Entonces, también habría que cuestionar el fracaso de las acciones de los gobiernos anteriores para la disminución de la pobreza.
La frase “distribución de ingresos”, deja bien claro, que tanto el gobierno del FA como los gobiernos pasados y como los gobernantes de oposición, todavía no se dieron cuenta que la riqueza o los ingresos no se pueden distribuir.
Sancionar con leyes impositivas, a los que en realidad pueden crear fuentes de trabajo con la idea de que ese dinero va a ayudar al pobre, es un error garrafal.
Por el contrario, los gobiernos no han tenido la responsabilidad o inteligencia necesaria para ayudar a las empresas a crecer los que a su vez, podrían proporcionar empleos a los desocupados.
La pobreza tiene que ser medida en el número de desocupación, y no en cuanta plata tiene uno u otro. Si las personas tienen trabajo bien pago, la pobreza desaparecería como por arte de magia.
Los gobiernos que no tomen ese tipo de medidas, estarán espantando capitales de los mejores empresarios que tienen la ambición de progresar y crecer sus negocios y que buscarán países que les ofrezcan esas oportunidades.
Todos los días, veo llegar a la ciudad de Miami y a otras ciudades de Estados Unidos, empresarios extranjeros que obtienen visa de inversionistas y localizan sus negocios fuera de sus países, al punto que hubo comentarios que el alcalde de Miami, tendría que hacerle una estatua a Castro, a Chávez y a otros presidente latinoamericanos, por seguir espantando capitales de sus países.
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