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Vibraciones peligrosas
El ruido provoca sordera
por Julio Dornel
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Uno de los problemas no resuelto por las autoridades municipales esta relacionado con la contaminación sonora que enfrenta diariamente la población fronteriza.
El tránsito automotor representa en la actualidad la mayor fuente de contaminación sonora, irritando a los habitantes y pudiendo llegar a la sordera tras pasar en primer término por la fatiga, el estrés y la agresividad. Médicos consultados señalaron a EL ESTE que el ruido está considerado como uno de los factores de riesgo más serios para la salud humana.
El primer efecto del ruido es nervioso y provoca cefaleas, nauseas y mareos aunque la mayoría de las personas no le preste mayor importancia. La escala para medir el sonido está dada en decibeles, unidad que se define como la relación entre dos intensidades, establecidas comúnmente en vatios por centímetro cuadrado.
En la actualidad la gran mayoría de los países establecen los 65 decibeles como el umbral donde empiezan los problemas de salud, puesto que las personas pasan muchas horas al día en ambientes donde se supera esta cifra.

A partir de los 85 decibeles, la agresividad y la ansiedad ya son patentes y por encima de los 100 decibles el ambiente ya es intolerable y ni siquiera es posible la comunicación hablada, como sucede comúnmente en las discotecas. Los especialistas han señalado que las prolongadas exposiciones a las estridencias suelen disminuir sensiblemente el oído y también han comprobado que aquellas personas que trabajan en oficios ruidosos son más propensos a las enfermedades cardiovasculares, a los desordenes del oído, nariz y garganta y a los problemas de desequilibrio, que los que realizan ocupaciones más tranquilas.
Señalaron además que el transito automovilístico que se registra en la zona céntrica de esta ciudad supera ampliamente los limites permitidos. También son superados con el ruido generado en las construcciones, cortadoras de césped y las motosierras que suelen alcanzar los 100 decibeles.
Pocas veces valoramos las virtudes del silencio porque a la ciudad le sirve el ruido que se produce cuando los turistas invaden la frontera para realizar sus compras. Si el silencio es salud, el ruido de los automóviles o de las registradoras puede significar bienestar económico y tranquilidad para sobrevivir en los momentos de crisis.
Durante muchos años el tránsito automotor ha sido el principal generador de ruidos molestos que ha tenido que soportar la ciudad. Sin embargo es justo señalar que hay que tener en cuenta las características de los vehículos, su antigüedad, la velocidad y las condiciones que puedan presentar las calles.
Como no se conocen estudios realizados por el municipio, nadie sabe cual es la verdadera situación que están enfrentando los vecinos de la zona céntrica de la ciudad donde el tránsito es más intenso.
Como no se miden los decibeles (unidad de medida) no se puede establecer el daño que se está causando a la población y que puede causar disturbios irreparables.
Quiérase o no, se trata de una agresión ambiental que con el paso de los años se puede transformar en algo normal y hasta placentero para quienes no puedan evaluar el daño que esta situación les pueda provocar.
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