El traje de los Presidentes por Hana Fischer

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Dicen que cualquier persona que haya vivido algunos años, es testigo de que durante las campañas electorales los candidatos suelen ser “delgados”, pero por alguna extraña razón, al poco tiempo de asumir funciones gubernamentales, tienen una tendencia a “engordar” sin tasa ni medida.

         En Latinoamérica está ocurriendo algo digno de destacar: los problemas que la mayoría de los presidentes de la región están teniendo con el traje presidencial.

         Ellos se defienden, argumentando que la culpa no es de ellos sino de los ingleses. ¿Por qué? Porque fue esa nación la que impuso la tradición, de que todos los gobernantes debían utilizar siempre el mismo “traje”. Concretamente, en 1215 los barones de ese país, obligaron al rey Juan “Sin Tierra” a firmar el documento por el cual de ahí en adelante, él y sus descendientes se obligaban a usar la vestimenta recién confeccionada.

         Para colmo de males -continúan clamando - desde 1789 esa absurda costumbre fue seguida por los norteamericanos; desde 1791, por los franceses; y prácticamente de inmediato, por los demás países avanzados del mundo. 

         Asimismo, estos presidentes se quejan de la falta de consideración de aquellos que se empeñan, en que esa práctica continúe hasta nuestros días. Dicen que cualquier persona que haya vivido algunos años, es testigo de que durante las campañas electorales los candidatos suelen ser “delgados”, pero por alguna extraña razón, al poco tiempo de asumir funciones gubernamentales, tienen una tendencia a “engordar” sin tasa ni medida. Y consideran inconveniente, el obligarlos a ajustarse a unas medidas, que aprietan por doquier.

         El caso más llamativo es el de Hugo Chávez de Venezuela, porque ya se estaba quejando del “traje” antes de empezarlo a usar. Se ve que el hombre tenía muy claro su predisposición a engrosar. Recordemos que a poco de asumir por primera vez, proclamó que le quedaba “estrecho”, y que por eso, inmediatamente mandaría confeccionar uno a “su” medida. Cosa que hizo. En diciembre del año pasado intentó hacerse otro nuevo, pero se ve que exageró con las medidas y el “sastre” se le rebeló.

         Como buen amigo, Chávez ha estado aconsejando su “sastre” a otros presidentes, para que se hagan trajes “a medida”. Los mandatarios de Bolivia y Ecuador, Evo Morales  y Rafael  Correa respectivamente, han aceptado gustosos el ofrecimiento. Aunque parece que están teniendo problemas con la “confección”.

         También en la Argentina, aunque con mayor disimulo, el matrimonio Kirchener ha  enviado el “traje” a agrandar en varias ocasiones.

         El uruguayo Tabaré Vázquez  y las figuras más prominentes de su gobierno, trasmiten al exterior una imagen de “frugalidad”. No obstante,  es una falsa impresión. Cada día es más evidente, que la “faja” a duras penas puede contener los desbordes “adiposos”, y que en cualquier momento, la van a hacer saltar hecha jirones.

         Veamos algunas de las “hilachas” que están saltando.

         Es cosa sabida, que una de las formas más efectivas para dificultar la existencia de personas u organizaciones independientes, es por medio de una tributación desmesurada. Así, el poder estatal pasa a ser omnipotente, porque de un modo u otro, los medios de subsistencia de  la sociedad civil entera pasan a depender de la voluntad de los gobernantes y burócratas.

         Siguiendo ese curso de acción, el gobierno de Tabaré Vázquez realizó una reforma tributaria, que comenzó a aplicarse a partir de julio de 2007.

         Miles de personas que se sintieron afectadas por ella, interpusieron recursos de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia.

         En octubre de 2007, el Ministro de Economía Danilo Astori, cuestionó públicamente el dictamen a favor de la inconstitucionalidad emitido por el Fiscal de Corte. En esa ocasión, Astori calificó al magistrado de “desubicado” y “desviado de su objetivo”. En noviembre, cuando empezó a conocerse la opinión favorable de la mayoría de los integrantes de la Corte, declaró que una eventual inconstitucionalidad del impuesto “no tira abajo” la reforma. 

         En abril, luego de conocidas las primeras sentencias declarando la inconstitucionalidad, Tabaré Vázquez advirtió públicamente que “un grupo” no puede “condicionar” la aplicación de la reforma tributaria. El disgusto por los fallos adversos a los intereses del gobierno, llevó a algunos legisladores oficialistas a anunciar, que tenían intención de impulsar un juicio político a la Corte. Además, un diputado lanzó una advertencia: “Parece que los magistrados se olvidan de quién vota y quién asigna cada peso que ellos gastan en el supuesto intento de impartir justicia (…) y que las venias se votan aquí”.

         Y como si todo esto fuera poco, el partido de gobierno convocó para el 24 de abril, a “una demostración de fuerza popular” contra los fallos de la Corte. La iniciativa de la marcha surgió de la bancada parlamentaria y fuentes del Poder Ejecutivo admitieron que la ven con “simpatía”.

         Mas allá del tono humorístico, este tema de los presidentes y el “traje”, realmente es un asunto serio.