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En Argentina todo sigue igual
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por Juan Carlos de Pablo |
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"...El único cambio es que Miguel Peirano es reemplazado por Martín Lousteau, al frente de la cartera económica. Ni Felisa Miceli (antecesora de Peirano) ni éste fueron ministros en sentido real, porque dado el “estilo K” fueron meros funcionarios que ocuparon el despacho ministerial .... Nada hacer suponer que con Lousteau el ministerio de economía volverá a funcionar con algún grado de autonomía."
La presidenta electa acaba de dar a conocer el gabinete que la acompañara en su gestión “durante los 4 próximos años”, según dijo Alberto Fernández, jefe de gabinete de Néstor Kirchner… y también de Cristina Fernández de Kirchner.
Los ministros De Vido (infraestructura), Taiana (relaciones exteriores), Tomada (trabajo), Garré (defensa) y Alicia Kirchner (bienestar social), permanecerán en sus cargos, y Aníbal Fernández pasa de la cartera de interior a la de justicia.
El único cambio es que Miguel Peirano es reemplazado por Martín Lousteau, al frente de la cartera económica. Ni Felisa Miceli (antecesora de Peirano) ni éste fueron ministros en sentido real, porque dado el “estilo K” fueron meros funcionarios que ocuparon el despacho ministerial habitualmente utilizado por el ministro de economía, que no es lo mismo (cualquier interesado en la política económica argentina, desde hace años mira a la Casa de Gobierno, no al Palacio de Hacienda). Nada hacer suponer que con Lousteau el ministerio de economía volverá a funcionar con algún grado de autonomía.
La realidad es la siguiente. Néstor Kirchner, inflando la economía y aprovechando una muy favorable coyuntura internacional, agotó los stocks excedentes de energía, producción manufacturera, beneficio de la duda en los mercados internacionales, etc. Llegó la hora de reponer los stocks.
¿Quién lo hará; quien será el “malo” de la película? No lo sabemos. Por ahora se insiste con un Pacto Social (de infeliz memoria en su versión 1973, nada que ver con el Pacto de la Moncloa), de naturaleza corporativa, que tendrá fuerte presencia sindical, pasiva presencia empresaria y en la medida de lo posible ausencia de poder político cuando haya que dirimir situaciones conflictivas.
Por algo los argentinos, tanto antes como después de la elección, estamos más preocupados y alertas que en cualquier momento de los últimos años. Esta situación no fue modificada en lo más mínimo por el anuncio del gabinete que acompañará a la presidenta electa, a partir del 10 de diciembre próximo.
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