Química
Esponjas de cristal para absorver el CO2
A partir de la Revolución Industrial, los niveles de dióxido de carbono (CO2), principal contribuyente al efecto invernadero, han estado elevándose continuamente. Esto ha impulsado a los científicos a buscar formas de neutralizar esta tendencia. Una de las principales estrategias para eliminar el CO2 que sale por las chimeneas de algunas centrales eléctricas es usar materiales porosos que absorban el gas antes de que sea expelido. Una nueva clase de materiales puede almacenar inmensas cantidades de CO2, y uno de ellos tiene mucha más capacidad de absorción de CO2 que cualquier otro.
El desarrollo de esta nueva gama de materiales se debe sobre todo a la labor pionera del químico Omar Yaghi, de la Universidad de Michigan.
Los materiales, llamados MOFs, o armazones organometálicos, y que a veces son descritos como "esponjas de cristal", ya han demostrado anteriormente tener gran potencial para almacenar hidrógeno y metano. A nivel molecular, los MOFs son andamios compuestos de cubos de metal unidos entre sí por vigas de compuestos orgánicos, una estructura diseñada para aumentar al máximo el área de la superficie.
De hecho, un gramo de un MOF tiene el área de la superficie de un campo de fútbol. Modificando las vigas de varias maneras, Yaghi y su equipo han logrado aumentar la capacidad de almacenamiento del material, haciendo posible concentrar más gas en un espacio pequeño, sin acudir al recurso de elevar la presión o al de bajar la temperatura.
Yaghi compara el principio por el que los MOFs guardan el CO2 con poner un panal en un cuarto lleno de abejas. "Todas las abejas vendrán al panal, que es capaz de contener un número grande de ellas en un pequeño volumen. El material que hemos creado actúa como un panal para absorber el dióxido de carbono".
El mejor MOF es el MOF-177 doble, que absorbe el 140 por ciento de su peso en CO2 a temperatura ambiente y a una presión razonable (32 bar).
Expresándolo de otra manera, si usted tiene un tanque lleno de MOFs, puede almacenar en ese tanque tanto anhídrido carbónico como almacenaría en nueve tanques que no contuvieran MOFs. En comparación, un tanque lleno de carbono poroso (uno de los materiales más sofisticados hoy en día para capturar el CO2 de las chimeneas de las plantas de generación de energía) sólo almacenaría cuatro tanques de CO2.
Los MOFs pueden fabricarse en grandes cantidades, y los ingredientes resultan económicos, dos cualidades destacables, ya que es crucial encontrar una forma eficaz y barata de reducir las emisiones de CO2.
Casi cada región del mundo está usando más energía que nunca antes, y la predicción es que esta tendencia continuará aumentando, no sólo en el petróleo, sino también en el carbón y en el gas natural. Al quemar combustibles fósiles, estamos liberando CO2 en la atmósfera, con devastadores efectos medioambientales.
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