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Año III - Nº 173
Uruguay, 17 de marzo del 2006
Inscripto en el Registro de Derechos de Autor en el libro 30 con el No 379
 

 

 

 
Biodiesel vs. Alconaftas
* Alvaro Kröger

Si nuestro gobierno tuviese una política de racionalización de la producción de energías, ya a esta altura los avances hubiesen sido significativos. Según el plan, el famoso "librito azul", del actual gobierno cuando luchaba por llegar al mismo, decía que se haría una racionalización de la producción y consumo de los diferentes tipos de energía, para lograr a corto o mediano plazo una independencia energética.

Por otro lado se nos está bombardeando con "el País productivo", que incluye el proyecto de ley tributaria, pero no se habla del componente básico de la paramétrica para nuestro crecimiento: la energía.

Cada uno de los tradicionales productores de energía de nuestro país, ergo Ancap y UTE, han sido impermeables a toda nueva idea sobre la introducción al país de nuevos tipos de energías, las cuales obviamente, ellos no serían los dueños del monopolio.

Es así como una exitosa experiencia sobre energía eólica patrocinada por UTE, quedó en el más profundo de los olvidos, al caducar la garantía de los vendedores del equipo que eran los que se ocupaban de su mantenimiento.

Días atrás, leímos en el diario una noticia impactante, al menos para quienes estamos en el tema de energías alternativas, sustentables y no contaminantes.

El Sr. Sendic presentó ante el Congreso de Intendentes un memorandum-petición, de que las Intendencias de todo el país cambiaran sus flotas automotrices de diesel a alconaftas.

Este documento no ha tenido aún respuesta del Congreso de Intendentes y creo que nunca la tendrá o si la tiene será una negativa. ¿Por qué?, porque la inversión de una reconversión del tipo de motores de todas las flotas del país sería un gasto multimillonario en dólares, que, haciendo unos bobos números, el país necesitaría unos 153 años y poco para amortizarlo.

La política es el arte de lo posible, no del arte onírico.

Si bien la gran escalada del uso de los motores diesel, no es culpa de este gobierno, sino de gobiernos de hace 40 o 50 años, en dónde se subvencionó el gas-oil, justamente para el agro y la industria, al poco tiempo la abismal diferencia del precio de las naftas y el gas-oil, hizo que paulatinamente flotas de transporte de carga y pasajeros, vehículos privados que trabajaban, y otro tipo de corporaciones se decantaran por el diesel, porque bajaba los costos.

Ahora , luego del 1º de abril se instaurará el "gas-oil productivo": término muy ambiguo, ya que ya se ha tomado la decisión de que las compañías de transporte de carga y de pasajeros, no son "productivos", sino que están en el item Servicios no contemplado en este disparatado conjunto de normas.

Si un camión de carga no es productivo, si un ómnibus que transporta operarios a sus lugares de trabajo no es productivo; me pregunto ¿qué es lo productivo?; la respuesta es sencilla: productivo es la maquinaria de uso agrícola y alguna instalación de uso industrial, que tratarán de adaptarla al consumo de combustibles más pesados (que van a tener a patadas, porque los petróleos venezolanos son muy asfálticos, y por lo tanto pobres en destilados tipo super-gas, naftas y gas-oil.)

Desde agosto del año pasado, y con la grata intervención de un SEÑOR diputado, Jorge Pozzi y aclaremos que este hombre es miembro del partido de gobierno, hemos analizado todas las alternativas posibles. Lo lastimoso de esta situación es que la oposición nos da dado la razón, pero.... marche preso!!!, nadie quiere jugársela por algo que es un negocio redondo para el país: el BIODIESEL. Expliquemos el tema del biodiesel y luego lo haremos con las Alconaftas.

El Biodiesel es un combustible que se puede hacer con materias primas todas nacionales y esta aseveración no la digo sólo yo, sino el INIA (Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas) en dónde se hizo un estudio largo y pormenorizado, interviniendo en él los señores Bosolasco y el IQ Diego Lezama. El resultado final del informe de la INIA fue contundente: SE PUEDE Y SE DEBE HACER.

La introducción de inversionistas para estas iniciativas debe ser asegurada mediante la reglamentación de la ley del Dr. Batlle del 2002, para conocer de antemano cuáles son las reglas del juego. Hasta el día de hoy no se ha reglamentado esa ley y Sendic hará lo imposible para que así sea.

¿Porqué ésa reticencia, ese odio, al biodiesel? Hay dos explicaciones: una que Ancap deberá competir con privados y lleva las de perder y dos, un político romanticismo a la plantación de caña de azúcar en Artigas, desde dónde su padre comenzó en la década de los 60 la marcha hacia Montevideo.

Dos razones inválidas: la primera es que Ancap deberá adecuarse a la mentalidad privada, cosa que no le haría nada mal; y la segunda es que hacer un proyecto de este tipo en Artigas con el erario público, en honor a su padre; es al menos injustificable, si no directamente delictivo.

El biodiesel ha tenido una de las más severas críticas en su producción al argumentarse que se usa alcohol metílico en las transesterificación de los ácidos grasos. Se usa este tipo de alcohol porque es un proceso más rápido y seguro de que se pueda estandarizar el producto final. Se argumenta también que es una materia prima no nacional, pero Ancap tiene una enorme parte en una empresa argentina que es productora de este alcohol, así que la observación no es válida.

Se puede hacer también con el alcohol etílico que Ancap, supuestamente producirá en Bella Unión; es un proceso más complicado, pero es totalmente factible y no aumentaría desmesuradamente el costo al consumidor.

Quisiera saber como lo tomará Cutcsa, el mayor consumidor de gas-oil en el país, ya que el carácter de su actividad no cae dentro de lo productivo: así va a tener que pagar el gas-oil para sus unidades al precio de la nafta, sin posibilidades de descontar algo.

También están las demás empresas de transporte de carga y pasajeros, que están en la misma situación; entonces lo que se saca en conclusión es que este "gas -oil productivo" será un regalo para los grandes propietarios.

Debemos hacer ahora una dura crítica: Si el país se inclina por el biodiesel se beneficiarán miles de pequeños y medianos productores, porque las cosechas de oleaginosas se dan en todo el país; y si se instrumenta un sistema de pago asegurado a los productores de oleaginosas, habrá muchísimos que lo hagan si saben que hay alguien que le comprará su producción, no importando si tienen hongos (como en la cosecha pasada) y no dependiendo de un monopolio de las aceiteras actuales, que pagan lo que quieren, cuando quieren y a quien quieren.

Las alconaftas, no son un producto nuevo, como tampoco el biodiesel (que fue patentado por el Sr. Diesel a fines del siglo XIX).

Los brasileros hace bastante más de 30 años que las usan, pero su industria azucarera es bastante más desarrollada que la nuestra. En este momento una tonelada de azúcar brasilero está en U$S 800, la nuestra debido a la vejez de las instalaciones, estará bastante más cara; mientras que la UE subvenciona a sus productores azucareros de forma tal que la tonelada comprada a Francia salga U$S 320.

Pido a cada uno de ustedes que piense en las consecuencias de estos números. Ustedes dirán, no le compramos ni a Brasil ni a Francia el azúcar y usamos la nuestra, muy bien se puede hacer, pero no piensen que va a bajar el precio de los combustibles, sino que aumentará.

Y como, lamentablemente, los técnicos de Ancap están pintados con colores partidarios, cosa que ni un técnico ni un científico jamás debe de hacer, no se habían enterado de que en USA se está produciendo alcohol etílico para la mezcla con naftas mediante un revolucionario sistema, que baja el costo de producción a niveles casi risibles: se utiliza la bacteria E. Coli con dos genes modificados.

Es por tanto un problema de incapacidad de Ancap de formular una política nacional, coherente, eficiente y popular del uso de los recursos energéticos que tenemos a mano y que nos independizarían parcialmente de la dependencia del exterior y de los buenos o malos humores de la OPEP, de los problemas que no nos conciernen y hacen subir el precio del petróleo.

Y para ilustrarles un poco el panorama les puedo decir que el biodiesel puede tener un costo al consumidor de U$S 0.6, y a partir del 1º de abril los que tengan vehículos diesel deberán pagar U$S 1.30.

No me voy a cansar de insistir en este tema, porque les voy a ganar porque sé que tengo la razón, porque sé que se están haciendo negociados a espaldas del pueblo, y porque tarde o temprano la verdad prevalece; y si el poder quiere tapar el sol con un dedo, en ésta le va a ir muy mal.

 
 
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