El narcotráfico preocupa a Evo y a su Gobierno
por Daniela Espinoza M.
|
|
|
Literalmente al Gobierno le cayó del cielo el éxito en la incautación de una sofisticada fábrica de cocaína en Santa Cruz.
Y es que si no se caía el avión en que los narcotraficantes pensaban trasladar la mercancía nadie se hubiera percatado de la existencia de semejante factoría.
Si bien en esa ocasión el azar estuvo del lado del Ejecutivo, no siempre será así y eso permite pronosticar que en el futuro las dificultades en la lucha contra la mafia de la droga podrían ser mayores, sobre todo si se considera que para alcanzar este objetivo ya no existen aliados extranjeros y mucho menos la red de información clasificada que compartía la DEA con las fuerzas antinarcóticos de la región.
El Gobierno sabe que esta batalla no es fácil y que es muy compleja superar el estigma que pesa sobre un Presidente que todavía se halla a la cabeza de los sindicatos cocaleros de zonas de cultivo ilegal como el Chapare.
El ministro de Gobierno, Alfredo Rada, reconoce que la tarea es mucho más compleja, aunque sostiene que uno de los principales pilares del Gobierno en esta materia es la “nacionalización” de la lucha antidrogas. En otras palabras, que Bolivia puede sola contra el flágelo.
Sin embargo, se sabe que durante los últimos meses el Gobierno ha tocado la puerta de diversas embajadas de países “amigos” e incluso habría organizado reuniones con varios diplomáticos para conseguir respaldo –financiero obviamente– que le pueda servir para compensar la falta de recursos estadounidenses.
Además, hace poco se firmó un acuerdo logrado con la División de Asuntos Antinarcóticos de Estados Unidos (NAS), el cual le permitirá al Gobierno recibir la suma de 26 millones de dólares para la lucha antidroga, un monto menor pero de cualquier forma útil.
El Ministro Rada admite que el negocio se está complejizando; sin embargo, destaca el trabajo –que sin la DEA– están desempeñando los organismos policiales bolivianos en coordinación con otros extranjeros de países vecinos. Tal es el caso del plan Brabo (Brasil-Bolivia) que ha permitido la incautación de dos grandes fábricas en el país.
Según expertos consultados por PULSO, que pidieron mantener sus nombres en reserva, la FELCN no cuenta con ningún contacto oficial en Colombia ni en México y tampoco con un programa oficial para compartir inteligencia y advierten que “resulta extraño que la cantidad de arrestos e incautaciones haya disminuido entre el 2007 y el 2008 y que el monto total de cocaína haya sido casi duplicado. Estas cifras muestran un incremento en la oferta de droga”.
Hasta la fecha, de acuerdo a las investigaciones policiales sobre narcotráfico, se ha podido determinar que 35 colombianos y 11 mexicanos han sido arrestados por traficar cocaína por Bolivia y se ha podido verificar un incremento importante en las investigaciones que involucran a organizaciones colombianas y mexicanas dedicadas al tráfico de drogas en Bolivia y al traslado de cargamentos de cocaína a través de Bolivia hacia Europa y a los Estados Unidos, así como grandes cantidades de cocaína boliviana destinada a México.
En vísperas de un proceso electoral muy intenso, al Ejecutivo le interesa sacudirse algunos estigmas, sobre todo el de la corrupción, que afecta y mucho la imagen gubernamental, y el del narcotráfico, que pesa considerablemente en la evaluación pública interna y externa.
» Arriba
|