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Año III - Nº 135 - Uruguay, 17 de junio del 2005

 

 

 

 
Escribir, Comunicarse, Vivir
Dr. Enrique Rimbaud
Decano de la Facultad de Veterinaria
Managua - Nicaragua

 

Desde hace días, viene rondando en mi mente un mail enviado por mi ahijado Philippe, joven poeta y músico universitario, acerca de la importancia de escribir...

Cuando pienso en la necesidad de comunicación, en la necesidad de mantener vínculos con los afectos de toda la vida, necesidad rayana a veces en la locura derivada del peso de cada kilómetro que nos separa del "paisito", la angustia del no saber como ni cuando se desarrollan los acontecimientos, debo agradecer vivir la época que vivo, que nos permite abrir esta ventana al mundo diariamente en el PC, para compartir sueños y vivencias, alegrías y tristezas, aventuras o tramites...

Es increíble como la madrugada puede capturarnos, con la cara iluminada por la difuminada luz de la pantalla, envueltos en humo de mate y de cigarros, reflejando sonrisas o muecas frente a cada mensaje, abriendo esperanzado un mensaje por reconocer su emisario, o mezclando lágrimas y risas en cada golpe del teclado, que indiferente, sufre nuestras emociones cotidianas sin quejarse.

Es solo entonces, que un paisaje, una emoción o una anécdota van tomando forma de letra, de palabra, de oración, de párrafo, terminando por convertirse en un mensaje más o menos hilvanado que pretende compartir momentos del espíritu o del ánimo.

Antes eran las charlas de mate o de café, eternos debates, alternando bromas con filosofía de la vida, hoy, las paginas se llenan de intenciones, y a veces los mensajes menguan y otras nos atoran, es difícil llegar a un equilibrio, y el tiempo va alargando las distancias, olvidando detalles, gestos, olores y colores.

Es esa la intención, que aquellos con quienes compartimos un momento de vida, sepan que aun caminamos por la vida, haciendo o deshaciendo, que aun somos sensibles, que nos duelen la injusticia y la pobreza, que seguimos luchando por cambiar el mundo, eternos adolescentes de mayo, que amamos, queremos, sentimos, que aun estamos y somos, que todavía somos capaces de reír o de llorar sin buscar explicaciones...

A veces podemos aburrir con detalles del trabajo, o de los que nos rodean, animales, gentes, cosas, pero todo es parte de la pasión, y la vida es pasión sino no es vida...

Parafraseando a mi padre, el viejo Francés, en su disco "Porque mi canto", es por eso por lo que escribo....

Un abrazo para todos desde el país de los volcanes y los lagos....
Enrique