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Año V Nro. 347 - Uruguay, 17 de julio del 2009
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Hoy sábado 11 de julio parece inconmovible la decisión del Ministerio de Salud Pública y de las autoridades de la enseñanza de que el lunes se reinicien las clases. Los pedidos de postergación llegados desde distintos sectores han chocado contra un muro irreductible. Es más: se acusa a quienes lo solicitan de tener móviles ocultos político-electorales. Es la vieja teoría de la conspiración. Todo el que discrepe con una medida del gobierno frentista está participando de algún tipo de malévola confabulación. Aquí lo que importa es la salud e incluso el derecho a la vida de cientos de miles de escolares, liceales y docentes. Si por un lado se desaconseja ir a lugares de concentración de personas como cines, teatros, e incluso no viajar en ómnibus si no es necesario ¿ por qué se considera seguro tener a decenas de alumnos hacinados en salones en su mayoría sin ventilación, y en su totalidad sin calefacción en locales con frío polar? Por otra parte, es seguro que va a haber un gran ausentismo, que va a provocar retrasos en el cumplimiento de los planes de estudio, similares a los que produciría un alargamiento de las vacaciones. ¿Se va a probar cuántos se contagian en esas condiciones y cuántos mueren, para luego ver si se hace algo? Si observamos lo hecho en otros países, es lo contrario. Aquí hay responsables de las desgracias que puedan ocurrir: los que con terquedad inusitada se oponen a una medida tan elemental.
PELIGRO EN LAS AULAS
© Antonio Romero Piriz para Informe Uruguay
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