Educar hoy, en medicina veterinaria&
Dr. Enrique Rimbaud
Decano
Facultad de Ciencias Agrarias
UCC
Nicaragua
Educar siempre es una responsabilidad, pues educar no es el mero acto de transmitir información o entrenar en metodologías y técnicas, a través de la educación, querramos o no, estamos transmitiendo valores, damos un ejemplo de actitud frente a la vida, y formamos un carácter en una edad muy sensible a los profundos cambios que se le brindan.
Un joven no es una alcancía donde depositemos conocimientos, un joven es una cantera viva de ilusiones, de ganas, de espíritu critico, fermental, con una actitud rebelde innata e inherente a su etareidad, que busca caminos mas allá de la ciencia y la tecnología, en el, la motivación es un aspecto importante que no debemos olvidar, los conceptos de equidad, de justicia, de conciencia critica se comienzan a desarrollar y hacen de su vida un torbellino, donde jerarquizar se vuelve una vorágine diaria difícil de llevar.
Muchas veces, quienes estamos vinculados al sistema educativo, olvidamos estos detalles y nos esforzamos sinceramente en mejorar aspectos que si bien son positivos, no tienen la esencialidad del momento que se vive& nuestros esfuerzos mueren en completar una biblioteca, mejorar la condición de docentes y equipos, y poseer para transmitir lo ultimo de la tecnología desarrollada o en vías&
Si bien no debemos abandonar estos esfuerzos por mejorar la calidad académica y estructural de nuestras Facultades o Escuelas, tampoco debemos olvidar la importancia del momento, que puede parecernos que cada año es igual o similar al anterior, pero para el que esta del otro lado del mostrador, para el educando, cada año es único e indivisible, cada año es una tormenta de sensaciones y de composiciones de lugar donde se va formando un espíritu y una personalidad día tras día&
Muchas veces olvidamos que fuimos jóvenes, y lo que hacíamos o sentíamos en esa época, tanto, que no somos capaces de reconocer que lo que hoy somos, es simple y únicamente parte del rompecabezas que armamos en la juventud, un crisol de acciones y sensaciones en pos de una utopía, que muchas veces olvidamos&
La ciencia, no solo hay que transmitirla, hay que discutirla, la ciencia tiene un objetivo, no es una constante, plantear los porque? Los para que? Es tan importante o mas que enseñar el como? O el que hacer?
En un mundo globalizado, la disponibilidad de información técnica o académica es total, mas de lo que podemos quizás digerir o incorporar, pero hay otros elementos esenciales que no estan disponibles en internet, y que falta que hace..
La vida como fenómeno, la sociedad como sujeto, y el respeto por las utopías, deben ser una constante de los centros académicos, nuestro esfuerzo se debe centrar en la formación en valores, en el porque de las cosas, en la discusión y replanteo de objetivos concretos, en el análisis de la situación, llevando a discutir propuestas concretas y realizables mas allá de los diagnósticos.
El estudiante debe ser participe y protagonista, el estudiante como espectador se aburre y no responde, no entiende para que hace las cosas, y como no le encuentra sentido baja sus rendimientos académicos, total para que? No puede entender&
La organización de programas de trabajo con servicio a la comunidad, tanto la comunidad marginal latinoamericana, como la comunidad productiva parte del sistema, sean cadenas agroindustriales o pequeñas empresas familiares, aseguran que el estudiante pueda ser parte de un proceso donde necesariamente y sin que se lo exijamos discutirá y polemizara sobre la pertenencia o pertinencia al mismo sistema que critica, y definirá su rol hacia el mismo, afirmando su personalidad y actitud frente a la vida.
El entroncamiento Universidad Sociedad no pasa por la participación en manifestaciones callejeras o jornadas de protesta, pasa por la coparticipación de los centros académicos en los procesos sociales y productivos, cada quien desde su óptica o área de interés.
En nuestro caso, hemos planteado la situación de otorgar créditos académicos por la participación en programas, que van desde la atención clínica a los caballos de los carretoneros de Managua, la asistencia técnica a el zoológico nacional, la castración de perros callejeros, hasta el trabajo junto a las cooperativas lecheras de Boaco y Chontales y los productores de ovinos asociados en PROVICA&
Esto hace que el estudiante pase por todas las situaciones, desde la población en condiciones de extrema pobreza y sin elementos tecnicos, hasta los sistemas productivos parte de la economía nacional y generadores de divisas&
Asi, ponderan la importancia del quehacer del veterinario, ven las posibilidades de su propio rol, comprenden lo que es solidaridad, equidad, justicia, y otros valores fundamentales, y también, que no es poco importante ven las materias aprendidas aplicadas, lo que les lleva a exigir mas a sus propios docentes en busca de soluciones para problemas que ven en el día a día.
La institución también se ve beneficiada, porque este contacto con la realidad, con el sistema, nutre de líneas de investigación que deben plantearse para solucionar problemas reales existentes, agregándole valor a la institución frente a sus estudiantes y frente a la sociedad en si misma, la que valora a la institución de otra manera, dándole pertinencia en su diario quehacer.
Por otra parte, no podemos ser nosotros mismos utópicos y desconocer una realidad palpable, que hoy los estudiantes exigen una mayor información sobre medio ambiente, animales silvestres y pequeños animales, y que generalmente nuestra formación ha sido productiva o productivista, por lo que debemos formar nuevos cuadros que contemplen una expectativa real y valedera.
Educar hoy, en medicina veterinaria, se ha convertido en un desafío real, pero no imposible de alcanzar.