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No preguntes lo que tu país te puede dar, sino lo que tú puedes darle a él.
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Año V Nro. 395 - Uruguay, 18 de junio del 2010 |
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La inversión extranjera directa (IED) mundial está experimentando cambios importantes. Hace tres décadas, 100% de la IED procedía de los países OCDE. En el año 2009, 20% procedente de los países emergentes (contra apenas 11% de principios de la década). En esta dinámica, las multinacionales latinas (multilatinas) también destacaron y es de apostar que seguirán destacando en el futuro, la crisis global de los años 2008-2010, siendo en este sentido no tanto un inhibidor sino más bien un acelerador de esta tendencia. Si uno toma los datos del 2009 para América latina, por ejemplo, potencias de la OCDE como EEUU y España siguen encabezando las inversiones con 57% y 9% respectivamente del total que llegó ese año en América latina. Sin embargo, los países emergentes de la propia región también invirtieron fuertemente en el resto del continente, totalizando 10% del total, Chile y México encabezando una lista en la cual, años anteriores, fue liderada por Brasil. Si bien la IED realizada por los grupos latino-americanos en el exterior experimentó una desaceleración - bajando de los 43 mil millones del pico logrado en el 2006 (sobre todo por la operación de Vale) hasta algo más de 11 mil millones de dólares en el 2009 - la crisis global no detuvo tampoco esta tendencia. En 2009, Chile se convirtió por primera vez en el principal inversionista latinoamericano, con una inversión en el exterior de 8 mil millones de dólares. A principios del 2010, la energética estatal brasileña Eletrobras divulgó por ejemplo sus planes estratégicos hasta 2020 y citó entre sus prioridades su internacionalización en América Latina. Unos meses después la minera Vale se hacía con el control de una concesión en Guinea por un monto de 2,5 mil millones de dólares, después de haber desembolsado otros 3,8 mil millones de dólares a principios de año para hacerse con los negocios de fertilizantes del norteamericano Bunge. De cara a futuro no será de sorprenderse si las inversiones de multinacionales latino-americanas también repuntan, y no sólo en la región sino también en mercados dónde buscan hacerse mayores huecos como Asia, Europa, Estados-Unidos o incluso África. En Mozambique, la minera brasileña Vale, por ejemplo, colabora con la constructora brasileñaOdebrecht en el desarrollo de las reservas carboníferas de Moatize, la construcción de una central energética y de las infraestructuras ferroviarias y portuarias para la exportación de ese mineral. En el sector del transporte, Marcopolo, que fabrica carrocerías para autobuses y fue en el pasado pionera en África dónde comenzó exportando a Ghana hace casi 40 años, ha seguido apostando por el continente. Hace diez años, adquirió una planta en Sudáfrica, donde acaba de duplicar hace poco la capacidad de sus operaciones en anticipación al campeonato de la Copa Mundial de Fútbol que se celebra en África del Sur. Más al Norte, Marcopolo ha establecido una alianza estratégica con un socio egipcio, GB Buses, que espera abrir una planta en Suez a finales del 2010 para servir todos los mercados del Norte de África y del Oriente Medio. Si el activismo de la diplomacia china en África ha sido ampliamente comentado, no deja de llamar la atención que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó más países africanos que cualquier otro dirigente de un país BRIC. Es llamativo que Lula, que visitó la Unión Europea por primera vez en 2007, haya viajado ya en seis ocasiones a África, cubriendo un total de 16 países.
El ejemplo de África ilustra simplemente que todos los rincones del mundo se han convertido en potenciales receptores de inversores latinos cada vez más globales. Obviamente las apuestas por los demás países de América latina o los países OCDE siguen siendo importantes para las multinacionales brasileñas, como lo muestra en junio del 2010 la adquisición por la brasileña Marfrig, cuarta productora mundial de carne bovina y segunda exportadora de carne de pollo, de la multinacional estadounidense Keystone Foods(abastecedora mundial de las redes del gigante McDonalds) por más de 1 000 millones de euros. Es de esperar en el futuro que presenciemos más desembarcos de multilatinas en Europa, en particular de la mano de grupos brasileños. Sin embargo, desde África hasta Asia, pasando por Medio Oriente y por supuesto América latina, el mundo emergente es más que nunca teatro de operaciones para las multilatinas. Al igual que su homólogas de los países OCDE, estas empresas siguen gozando ahora de acceso a capital para financiarse a relativamente bajo costo. Más que nunca nos toca vivir un mundo en el cual las multinacionales (incluso latinas) se harán un hueco cada vez mayor en el mundo. El mundo se está dado la vuelta y en este giro el centro de gravedad está dejando de ser el mundo de los países desarrollados de la OCDE para estar cada vez algo más volcado hacia los mercados emergentes, América latina incluído. Compartir este artículo en Facebook Fuente: Infolatam
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