La inflación granjera
por Guillermo Seré |
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Luego de décadas de demagogia, hablando contra la importación de artículos de granja para no perjudicar a los productores, el incierto gobierno de variedad de izquierdas, ha autorizado la importación ante la suba desmedida de la canasta familiar.
Y aquí queda en evidencia quienes buscan soluciones de fondo y quienes entonan cantos de sirenas. El gran problema es mantener la canasta básica en precio sin perjudicar productores y el quien tiene autoridad para hablar del tema es el Partido Nacional, pues fue el que buscó soluciones para este y otros problemas de la granja. Luego de la dictadura quien suscribe, con la idea nacida en el corazón granjero y con el respaldo del Presidente del Honorable Directorio, propuso, fundamentó, negoció y concretó la creación de instrumentos que resolvieran el problema.
Así nacieron el Instituto Nacional de Vitivinicultura y la Junta Nacional Granjera. Y para que no haya dudas de cómo fueron las cosas, quedaron documentadas en más de doscientas columnas semanales en el diario El País entre 1985 y 1990.
Y el gran secreto fue insertar a los propios productores en la dirección de su sector, creando organismos que determinaran su auténtica representatividad y asumieran responsabilidad, conjuntamente con las gremiales y oficinas estatales.
En el caso del INAVI, nadie puede dudar de su éxito. Productores y bodegueros comprendieron que no podían hacerse trampas al solitario y, financiándose a sí mismos, reconvirtieron viñedos y bodegas logrando que hoy tomemos buenos vinos en todo el territorio y aún se ganen premios internacionales.
Subsisten problemas de comercialización y precios, pero el instrumento sigue estando allí para buscar soluciones racionales. En el caso de la JUNAGRA, faltaron votos para ponerle a su orden la imprescindible caja, es decir el Mercado Modelo. Pero igualmente se logró determinar una representatividad adecuada, terminando con la nefasta anarquía donde cualquiera hablaba por miles.
Hoy día, donde las grandes superficies copan la comercialización, y aprovechando el cambio de sitio del mercado, debe instrumentarse otro sistema de formar un gran fondo propio, que permita al sector seguros de cosechas y un colchón que atenúe las grandes subas sin tener que expropiar las legítimas ganancias del productor. Hasta estaba previsto que los viejos locales de subsistencias fueran puestos testigos diseminados en todas las ciudades, para evitar la especulación de los que venden el tomate a cien pesos mientras al productor le llegan veinte.
Muchas cosas se pueden hacer y mejorar, pero siempre manteniendo a los productores en el manejo del sector, pues nadie va a defender sus intereses mejor que ellos mismos. Y también los intereses de la población, porque les va la vida en vender mayor cantidad y para eso precisa calidad y buenos precios.
Por supuesto, con todos los controles necesarios que impidan abusos o monopolios. Pero no puede seguir expuesto a los rigores del tiempo y a expropiaciones ilegítimas. Con la gestoría del INAVI y la JUNAGRA el Partido Nacional tiene la autoridad para convocar al sector granjero y en acto conjunto de sus tres candidatos, cuartear la carreta empantanada, escuchar los problemas actuales y revitalizar los instrumentos vigentes.
El Sr. Ministro ha acusado de cacarear a dirigentes granjeros y al sector de ser responsable de la inflación. La gran caca...reada la hace él al no dar marcha atrás con la utopía irrealizable y creer que todo se arregla con buenas intenciones.
Y también sería bueno que muchos actores de la vida nacional recordaran que las grandes verdades salen de la boca del viejo. Y si tendrá experiencia y realismo el Partido que nació con la patria misma y que ha ido, e y erá el gran horcón del medio del país productivo.
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