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Bolivia: ¿De que sirvio la guerra del agua alteña? por Mario Ronald Duran Chuquimia (*) |
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En días pasados los bomberos de la ciudad de El Alto se quejaron ante medios de prensa de que la trasnacional francesa Suez - Aguas del Illimani les había cortado el suministro de agua a los hidrantes que deben proveer agua en caso de posibles incendios. El agua, recurso natural y derecho humano básico a ocasionado dos gigantescas eclosiones sociales en Bolivia, la primera realizada en Cochabamba en 2001 y la segunda en los años 2004 y 2005 en la mark'a (1) rebelde de El Alto.
La fiebre capitalizadora en tiempos pasados obsequio a intereses trasnacionales los servicios básicos, entre ellos el agua potable y el alcantarillado. En Cochabamba la revuelta popular del 2000 denominada Guerra del Agua expulso a la empresa extranjera Bechtel - Aguas del Tunari para dar paso a SEMAPA, una empresa administrada por la sociedad cochabambina, en tiempos presentes los barrios ricos disfrutan de tarifas subvencionadas por los barrios pobres y los que no tienen agua compran agua de carros cisternas, desde esa guerra no se ampliado la cobertura de agua potable ni de alcantarillado ni se han realizado inversiones en esa ciudad.
En El Alto, se registraron varias protestas sociales en contra de la trasnacional Suez - Aguas del Illimani, esta empresa para extender la red de alcantarillado a las zonas alejadas cobra el equivalente a siete salarios mínimos nacionales (2) por conexión que llega a la puerta de los domicilios, el estudio denominado "El acceso a la vivienda y el desarrollo en la ciudad de El Alto" (3) muestra que ocho de cada diez personas tienen apenas un grifo en el lote de terreno y que la mitad de las viviendas en esta urbe no tienen alcantarillado. Así también los medios de prensa muestran que en algunas zonas las únicas fuentes de agua son los pozos artesianos y los carros cisternas.
Las marchas de protesta vecinales de Febrero y Octubre de 2003 registraban constantes apedreamientos a las oficinas de esta trasnacional. El año 2004 la protesta que devino en un paro cívico realizado en Octubre y que registro su mayor virulencia en Enero de 2005, empezó con la huelga de hambre realizado por la novel dirigencia de la Federación de Juntas Vecinales de El Alto encabezada por Abel Mamani, dichas sucesivas y constantes movilizaciones fijaron como ultimo plazo la expulsión de la trasnacional de Suez –Aguas del Illimani la fecha del 29 de Julio de 2005.
Luego de la victoria de Evo Morales en Diciembre de 2005, Abel Mamani fue nombrado como ministro sin cartera responsable del tema agua, algunos analistas lo señalaban como jacobino en alusión a su intrasigencia respecto al tema de las trasnacionales, pero durante su ejercicio como funcionario de estado, en lo que se refiere al cumplimiento del acuerdo mencionado, desde dicha repartición de estado no se hizo nada. Parafraseando un adagio politico se puede afirmar que, los ministros de los movimientos sociales, dejan de defender los intereses de tales grupos cuando se hacen funcionarios de estado.
A la fecha dicha trasnacional sigue operando, no se disponen de datos proporcionados por la auditoria realizada ni existe una estrategia para administrar la nueva empresa, existieron varias propuestas para la administración de la nueva empresa: los alcaldes de los municipios de La Paz y El Alto, plantearon la creación de una empresa mixta (con capitales privados y administración compartida), dicha propuesta fue rechazada por el Sindicato de Trabajadores del Agua. La Fejuve alteña planteo la creación de una empresa social pero no dio mas luces sobre las características de esta.
En resumen, el gobierno de Evo Morales no tiene una estrategia factible para la expulsión de la trasnacional Aguas del Illimani ni mucho menos para la creación de una nueva administradora de este servicio básico. Se me quedan las palabras del periodista Edgar Ramos, cuando no bebía de las mieles de la burocracia estatal, que decía: Si los iluminados se equivocaron (y de qué manera) no debiéramos descartar administrar el Estado nosotros porque, o lo hacemos (los ciudadanos de abajo, de a pie) o nos la van a hacer, como hasta ahora. El agua es solo un capítulo en esta larga lucha por la dignidad (4).
El Alto/JachaMarka, 11 de Agosto de 2006.
Notas:
(1) Mark'a: palabra aymara para denominar a una ciudad o población.
(2) El salario mínimo en Bolivia es de 55 dólares americanos.
(3) Los resultados de la investigación pueden ser vistos en la página web: http://www.vivienda.bo.vg.
(4) El articulo completo se encuentra en este enlace (http://www.bolpress.com/opinion.php?Cod=2002084730).
(*) El autor agradecería recibir comentarios, criticas en su blog Palabras Libres.
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