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Año V Nro. 356 - Uruguay, 18 de setiembre del 2009
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Desde la investigación por los maletines con dinero hasta los acuerdos comerciales y financieros, la relación entre Cristina Fernández y Hugo Chávez muestra diversas etapas de desarrollo. ¿Estaremos ahora frente a una profundización del proceso? Por Gustavo Lazzari, desde Buenos Aires. Hugo Chávez es explícito en cuanto a su vocación política. No oculta su pretensión de poder hasta el año 2021, ataca a los medios, reprime opositores, nacionaliza empresas, interviene la educación y propugna el “Socialismo del Siglo XXI”.Sin embargo, en la Argentina el derrotero parece camuflado, quizás por temor, quizás por la natural inclinación de hacer todas las cosas a medias. ¿Podemos afirmar que el gobierno argentino tiene una marcada orientación chavista? Una respuesta positiva se fundamenta en:
Quienes piensan que se trata de fenómenos diferentes se basan en:
Con todo, las similitudes parecen ser más contundentes que las diferencias. Sin embargo, tras la derrota electoral de junio pasado (reconocida, pero no asumida), la administración Kirchner procedió con un sesgo más cercano al chavismo que a la democracia republicana. A saber:
Condimenta el análisis la precaria situación económica, producto de inconsistencias domésticas más que internacionales. Desde inicios del conflicto entre el gobierno y el sector agropecuario (abril 08), la fuga de capitales llegó a 40.000 millones de dólares a ritmo continuo; tras cinco años de superávit fiscal, volvió el déficit; las tasas de desempleo y pobreza aumentan al tiempo que la inflación (real) se consolida en dos dígitos desde hace mas de tres años. Las expectativas de inversión y fiscales son negativas. El estilo presidencial, la manipulación del INDEC y la incertidumbre en las reglas de juego agregan nafta al incendio. Una respuesta contundente a la pregunta inicial resultará de cómo será la respuesta del kirchnerismo a los nubarrones económicos y sociales que se avecinan. Mientras tanto, todo indica que con agua tibia, a fuego lento, se está cocinando una fotocopia no reconocida del chavismo. Fuente: Fundación Atlas 1853
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