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Año III - Nº 157 - Uruguay, 18 de noviembre del 2005

 

LA SRA. LEITES
Y EL SR. LOPEZ

* Helena Arce


Termino de escuchar la exposición de estas personas en el programa, que se emite los viernes a la noche, conducidos por la periodista Mizrahi, en canal 5.

Esta gente representan lo peor de lo peor, los que usan la juventud de escudo. Deben haber aprendido con el terrorismo internacional, convenciéndolos que rompiendo los bienes de otros, poniendo en peligro la vida de otros y la suya propia, ganarán el paraíso. Dentro de poco, ¿los enseñarán a inmolarse también?

Dice la Sra. Leites, que está emplazada y no puede salir del país. Yo le pediría al Juez que no le permite salir del país que por favor la deje, esa mujer debe irse de este país y no volver, váyase a vivir con los otros terroristas de su estilo. Y el otro Sr. de apellido López, también.

Estos trasnochados, que mandan a los jóvenes idealistas de carne de cañón, no se resignan a vivir en paz. Creyeron que porque ganaba la izquierda en el país, conseguirían la impunidad para intentar desestabilizar la democracia que con tanto esfuerzo logramos conseguir desde hace más de 20 años, que ha sido ejemplo para el mundo de convivencia pacífica.

Y hacen lo peor que puede hacer un ser humano, usar a los jóvenes, a los que no vivieron el periodo oscuro de la dictadura, ni de la predictadura, para sus intereses. Si tal vez es cierto los jóvenes no debieran estar presos, ustedes tendrían que estar allì, pero la ley pone presos a los que utilizan la violencia, y ustedes no la usan, animan a los demás a usarla y salen corriendo a refugiarse cuando las cosa se pone dura..

Según ellos unos exacerbados pueden destrozar, romper lo que se les antoje, pero nadie puede pararlos. Porque los que los paran son "Represores del Estado" y esto último es un delito, no lo anterior.

A gente utilizando niños para descargar sus frustraciones, sus venganzas insatisfechas, lo único que puede decírseles es que por favor se vayan.

Si Bush estaba en Mar del Plata, ¿a qué salieron por nuestra pacífica ciudad a destrozarla, y repito, utilizando jóvenes idealistas, para ello? ¿Por qué no se fueron a Mar del Plata a manifestar? Podrían haber ido con Maradona, en el Tren de la no se que, a la Contra Cumbre. Pero no les da la nafta, ellos son solo cobardes, que se sirven de la rebeldía, los ideales, las ilusiones de los jóvenes y los enloquecen llevándolos a atacar.

Esta historia ya la vi. Ellos no aceptan los consejos de quienes las vivieron y aprendieron, incluso del lado que ellos dicen defender, diciéndoles que únicamente por la vía de la paz se consiguen los cambios.

Si quieren manifestar violentamente, si creen en sus supuestos ideales que enmascaran su imposibilidad de superar el odio, salgan en primera fila, no usen escudos humanos, no salgan corriendo Sra. Leites, como usted misma reconoció públicamente a esconderse, se hubiera interpuesto entre los jóvenes y la policía que los reprimía. Esos niños, esos jóvenes, que no saben y a los que usted les cuenta cuentos.

Y cuidado que los cuentos que digo le cuenta, no son los de los desastres de la dictadura, que esa la sufrimos todos, no usted más que nadie.

Si quieren cambiar el país de acuerdo a lo que ustedes creen, hagan una lista para las elecciones y preséntense a las urnas, que de eso se trata la democracia, si ya lo hicieron y no salieron votados, cuestiónense el motivo.

Destrócense ustedes, sigan viviendo en el odio, pero dejen a nuestros jóvenes en paz, no tienen derecho a trasladarles a ellos sus fracasos.

Esa es la gran verdad que se esconde tras la supuesta búsqueda de justicia, como no han podido superar el pasado, como no logra que ni los que lucharon antes los quieran para nada, ustedes no logran aprender a vivir en paz. Pero no arrastren a la juventud de este país con ustedes.

Y no diga pavadas, nadie defiende a ninguno de los dictadores que tuvo este país, pero tampoco a los que se lanzaron en armas en los sesenta contra la democracia y la destrozaron.

El Ministro Mujica, el Senador Fernández Huidobro, la Senadora. Topolansky aprendieron, se presentaron a las elecciones, salieron elegidos, y desde dentro del sistema de convivencia pacífica, en el acierto o en el error, intentan cambiar las cosas. Usted Sra. Leites, usted Sr. López no entienden nada de nada, y demencialmente se creen dueños de la verdad.

Es derecho de ustedes, el no poder, ni querer insertarse en la sociedad, lo que de ninguna manera es su derecho es el soliviantar a niños, a jóvenes y usarlos de carne de cañón, ¿o no era una niña casi, la que leyó la proclama en la marcha que hoy, 11 de junio, armaron, mientras usted, Sra. Leites, sonreía?

Sigan en el odio, sigan destilando veneno, pero no usen a los que no tienen, ni tuvieron nada que ver en ello, porque ese eso es lo más bajo que puede hacer un ser humano, usar a la juventud, contarles "su verdad", y dividirlos del resto de la sociedad uruguaya.

¿No les da vergüenza? ¿No se da cuenta, Sra. Leites, la ridiculez que representa llamar en el año 2005, tiras a los policías que intentan mantener el orden? ¿No le parece que se le pasó la edad de jugar a ser guerrillera?

Tenemos un gobierno democrático, elegido por mayoría absoluta de los uruguayos, ustedes son sólo unos inadaptados sociales nada más, que no entienden que la democracia es respetar, tolerar y vivir en libertad, y por sobre todo acatar lo que deciden las mayorías, dentro de la Constitución y las leyes.

Y por si les cabe alguna duda, yo no voté el referéndum, quería que los militares que actuaron en la dictadura fueran juzgados y presos, y que todos los que se levantaron en armas contra la democracia tuvieran el derecho de ser juzgados por jueces civiles y si correspondía les conmutaran la condena, y que cayeran los que se habían escapado. .

Solo quería la libertad para los verdaderos presos políticos, los que como Seregni fueron presos por sus ideas, que fueron muchos, pero los demás a expiar sus culpas. Pero la ley que los amnistió la votaron los representantes nacionales, elegidos en elecciones libre, y la ley de la caducidad punitiva del Estado, incluso fue refrendada por la mayoría del pueblo uruguayo, y como soy demócrata respeto las decisiones de la mayoría, aunque no me gusten.