A una solterona de 50 años mientras estaba sentada en una mecedora, al tiempo que acariciaba un gordo y panchorriento gato, se le presenta su hada madrina que le ofrece tres deseos.
-Quiero ser una mujer rica - pide.
-Concedido - dice el hada y le llena la casa de oro.
-Quiero ser otra vez aquella bella señorita que fui.
-Concedido - y rejuvenece por arte de la magia.
-Quiero que mi gato se convierta en un príncipe azul.
Y un joven musculoso de facciones perfectas y ojos azules como el océano le acaricia la frente y le dice:
- Seguro que ahora te vas a arrepentir de haberme castrado.

Una noche, un pequeño avión estaba volando sobre Nueva Jersey con cinco pasajeros a bordo: el piloto, Michael Jordan, Bill Gates, el Dalai Lama y un hippie. De repente, algo explotó con fuerza en el compartimento de quipaje, y el avión empezó a llenarse de humo; la puerta de la cabina se abre y sale el piloto:
"Caballeros, tengo buenas y malas noticias. Las malas noticias son que nos vamos a estrellar en Nueva Jersey. Las buenas son que hay cuatro paracaídas... ¡y yo tengo uno de ellos!" El piloto abrió la puerta y saltó.
Michael Jordan se puso de pie en un instante:
"Señores, yo soy el mejor atleta del mundo. El mundo necesita tener grandes atletas. Creo que el más grande atleta del mundo merece tener un paracaídas".
Dicho esto, tomó uno de los paracaídas restantes y saltó.
Bill Gates se puso de pie y dijo:
"Caballeros, yo soy el hombre más inteligente del mundo. El mundo necesita hombres inteligentes. Creo que el hombre más inteligente del mundo debe tener también un paracaídas". Tomó uno y saltó.
El Dalai Lama y el hippie se miraron el uno al otro. Finalmente el Dalai Lama habló:
"Hermano, he tenido una vida satisfactoria y he conocido la felicidad que da la iluminación divina. Tú tienes toda la vida por delante. Toma el paracaídas, yo caeré con el avión".
El hippie sonrió lentamente y dijo:
"No te preocupes, calvito. ¡El hombre más inteligente del mundo acaba de saltar con mi mochila".
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