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Año III - Nº 157 - Uruguay, 18 de noviembre del 2005

 

Jaque al Rey
La increíble historia de
Robert James Fischer

* Luis Tappa
 

Es increíble como a veces la mente juega con nosotros y de alguna manera nos hace, por momentos, perder la noción del paso de los años.

Me acaba de suceder con Bobby Fischer, aun mantenía fresco en mi memoria el recuerdo de este excéntrico jugador de ajedrez, pero lo veía en mis pensamientos tal cual lo había visto en las fotos de la época en que brillaba y era una figura mundial, conocido por sus hazañas ajedrecísticas, para mi, su figura había permanecido congelada en el tiempo y hasta pensé, en algún momento, verlo reaparecer, igual que siempre.

Revolviendo en páginas de Internet, o dedicadas a este tema, de buenas a primeras me encuentro con sus fotos actuales, y es entonces en que me golpea fuerte la realidad y lo veo casi irreconocible, viejo, panzón, barbudo, vestido a la bohemia.

Lejos quedaba la imagen de aquel muchacho atrevido y audaz, genio y figura.

No es mi intención hacer una biografía del famoso ajedrecista, hay demasiadas en la Web, cada una aportando lo suyo, solo me mueve la intención de traer el recuerdo de este personaje con motivo de los acontecimientos que lo involucran desde el año pasado, y que culminaron finalmente en marzo de este año, o por lo menos así parece.

Robert James Fischer, mas conocido como "Bobby" Fischer, ex campeón mundial de ajedrez, título que lograra en el año 1972 jugando contra Boris Spassky; está dejando tras si una historia a la que no se avizora un final, una historia más parecida a la creación de un novelista, que a los hechos en la vida real de un hombre de carne y hueso.

Nacido en Norte América de padres extranjeros, su madre Regina Wender, nacida en Suiza, su padre, o como quien figura como tal, Hans Gerhart Fischer, alemán, y también aparece por ahí Paul Nemenyi, un científico húngaro, que algunos lo colocan como el posible autor de sus días.

Considerado por muchos como el más grande ajedrecista de todos los tiempos, entre los tres o cuatro mejores según mi modesta opinión, no deja dudas de su virtuosismo en el tablero de los 64 casilleros.

Excéntrico por naturaleza, por momentos hasta retorcido en sus exigencias y actitudes, quedará imborrable en las páginas de la historia del juego ciencia como uno de los que más admiración y polémica generó.

Su encuentro por el título mundial en 1972 contra Boris Spassky, en Reykjavik, capital de Islandia, fue memorable, pero no solo por las habilidades demostradas en el juego, sino por todo lo extradeportivo que se jugó en la oportunidad.

Marchas y contramarchas, las exigencias planteadas por Fischer antes y durante la competencia hicieron que hasta último momento estuviera en dudas no solo la realización del encuentro, sino le continuidad del mismo, y convirtieron este suceso en un show mediático en el que se jugaron mucho más que simples partidas de ajedrez por un título mundial.

Detrás de este match estuvieron las continuas quejas y exigencias de Bobby, también los gobiernos de Rusia y Estados Unidos, hundidos aún en la guerra fría, y en el medio la FIDE, Federación Internacional de Ajedrez.

Hay quienes afirman que todo eso solo fue una estrategia, y más que ajedrecísticamente, Fischer derrotó sicológimente a Spassky.

Luego de ganar el campeonato del mundo, anuncia que se retira y desaparece de los círcuitos ajedrecísticos, primero se niega a darle la revancha a Spassky, y luego, en 1975 a defender su título frente a Anatoli Karpov, por lo que la FIDE lo despoja del mismo y se lo otorga, sin jugar, al ruso Karpov.

Luego de negarse a defender su título en 1975 prácticamente se lo deja de ver, su vida pasa a ser una incógnita, nadie sabe donde está ni lo que hace, todo alrededor suyo es un misterio insondable, el genio se había perdido en la oscuridad de la noche. Pero no todo era ajedrez en la vida de este hombre

Desde hacía muchos años los Fischer venían soportando el asedio del FBI, no me voy a extender en detalles, pero el Buró que dirigía J. Edgar Hoover los vigilaban permanentemente y creían ver en ellos un grupo de conspiradores y espías rusos, hasta las partidas jugadas por Fischer eran analizadas creyendo ver en ellas mensajes ocultos, demás está decir que en esas épocas veían espías y comunistas por todos lados, y de las persecuciones ideológicas que se llevaban a cabo bajo la batuta de la mente enferma y paranoica de su director, no se escapaba nadie.

Fue la partida de ajedrez más complicada de todas la que pudo jugar Bobby en toda su vida.

Buscando algún motivo para justificar su desaparición, encuentro bastante probable, que esta persecución, bien pudo ser una de las causas de su alejamiento del mundo del ajedrez luego de conseguido su viejo anhelo de ser campeón del mundo, a los 29 años de edad.

En el año 1981 es detenido y torturado en Pasadena, ya para entonces usaba barba, bajo la sospecha de encontrarlo parecido al asaltante de un banco, asaltante que fue detenido mientras Fischer estaba preso, igualmente lo retuvieron por varios días, sin motivo alguno.

Obtenida la libertad su vida se pierde en la nebulosa nuevamente.

Entonces la sorpresa, luego de muchos años reaparece para volver a jugar ajedrez, y en 1992 se pacta un encuentro, especie de revancha con Boris Spassky, donde no estaba en juego ningún título, solo el honor y dinero se jugaban; el juego, que causa sensación por la sola reaparición de "Bobby" y con una cifra varias veces millonaria de por medio se lleva a cabo en Yugoslavia. Se dice que Fischer embolsó cerca de 4 millones de dólares en la oportunidad, pero son solo comentarios que nadie puede justificar, pero que hubo mucho dinero de por medio no cabe la menor duda, Fischer no jugaba gratis, ni por el honor.

Ya todos pensaban en su vuelta, pero luego de esto nuevamente desaparece, y salvo alguna esporádica y fugaz aparición, no es hasta el 16 de julio de 2004 que se vuelve a tener noticias de él, pero esta vez cuando es detenido en un aeropuerto de Japón en momentos que intentaba viajar, es llevado a la cárcel acusado de pretender salir del país con un pasaporte que le había sido revocado por los Estados Unidos.

El gobierno norteamericano solicita a Japón su extradición, y comenzaría así un largo periplo judicial.

En marzo de 2005 cumple 62 años estando en la cárcel y a finales de ese mes, queda definitivamente en libertad.

Pero todo esto no fue tan sencillo, y no estuvo tanto tiempo preso solo por el tema del pasaporte.

En 1992, cuando su encuentro con Spassky, los EEUU y la ONU mantenían un bloqueo comercial, (cuando no) contra Yugoslavia y se le habría prohibido a Fischer concurrir a ese país para disputar el encuentro, cosa que este no obedeció, algo parecido a lo de Alí, cuando no quiso ir a Vietnam y terminó preso.

A Fischer lo acusaron de desobedecer la resolución de la ONU (EEUU) y de comerciar con un país bloqueado económicamente, pero daba la casualidad de que la ONU hacía la vista gorda mientras los EEUU le vendían armas a las dos partes en pugna en ese conflicto.

Fischer, a pesar de ser advertido, no hizo caso y fue a jugar igual, ya no pudo volver a los EEUU, a partir de ese momento comienzan nuevamente sus peripecias y es objeto de un persecución implacable.
¡Entonces! ¿Resulta difícil explicar su odio extremo hacia los Estados Unidos de Norte América?

Mientras trataba de conseguir asilo político en algún país, intenta conseguir la autorización para casarse con su novia japonesa, la directora de la Asociación de Ajedrez de Japón, buscaba una salida desesperadamente, porque si era extraditado le esperaban largos años de cárcel.

Finalmente es Islandia, escenario de la obtención de su título mundial de ajedrez quien le otorga la ciudadanía y le da asilo a finales de marzo de 2005, obtenida su libertad y nueva nacionalidad se traslada a Reykjavik donde es recibido como un héroe a su llegada.

Pero ahora, a falta de motivos, lo persiguen por evasión fiscal.

Fischer, poseedor de una personalidad compleja, nada ajena a la de la mayoría de los grandes genios, cualquiera sea su disciplina, pienso que continuará viviendo una vida azarosa hasta el fin de sus días.

A partir de los seis años de edad, que es cuando se produce su encuentro con el tablero, su vida sufre una transformación que lo lleva a convertir el ajedrez, no solo en una obsesión, sino en el motivo de su existencia.

Quería llegar a campeón del mundo, y cuando lo logró fue como si se hubiera quedado sin objetivos a la vista, luego de haber llegado a la cumbre aparentemente no vio nada más allá y se desmotivó, es entonces que se aleja del mundo ajedrecístico y su vida se hunde en el misterio, a partir de entonces, solo esporádicas apariciones o noticias.

En estos momentos vive en Islandia, más exactamente en la cuidad de Reykjavik, tiene 62 años de edad, y hay quienes dicen que está loco.

Así va pasando la vida una de las mentes más brillantes del mundo ajedrecístico, en su momento se dijo que su coeficiente intelectual, de 185 puntos, estaba por encima del de Einstein.

Toda una historia resumida en pocas palabras, pero que daría para hacer un extenso libro narrando las aventuras y desventuras de este extraordinario personaje.

Robert James Fischer nació el 9 de marzo de 1943, a los 6 años jugaba ajedrez, y a los 10 dejó los estudios para dedicar su vida enteramente al tablero. A los 15 era Gran Maestro y campeón de los EEUU, a medida que su fama fue creciendo se convirtió en un tipo rebelde, engreído, insolente y egocéntrico, pero genio indiscutido en el arte que cultivó.

Repito que no ha sido mi intención hacer una biografía, acá solo he tratado de traer al presente algunos breves pasajes de su complicada vida, su figura y su arte, sin importar su postura política o ideológica y sin afiliarme a la tesis de su posible paranoia ni profundizar en los detalles de la parte no visible de su existencia.

No estoy aquí para juzgarlo, solo pretendo recordarlo como lo que fue en algún momento de su vida, uno de los más grandes ajedrecistas de todos los tiempos, que al fin y al cabo es lo único que debiera interesarnos, al Bobby Fischer hombre, que lo juzguen otros... ¡yo no!

Hay en Internet importante y abundante material biográfico y fotográfico de este personaje de dos siglos, porque aún sigue ahí, rebelde y excéntrico, como siempre.

Hay literatura en cantidades industriales escrita por muchos acerca de las andanzas de este impresionante ajedrecista. Bobby Fischer siempre será noticia, pero insisto, las hay para todos los gustos, solo hay que buscar y leer.

He rescatado pequeñas cosas de muchas páginas, aunque todas son coincidentes en su esencia, muchos datos interesantes los encontré en un especie de corta biografía realizada por José Ma, Villares, aunque discrepo con algunas cosas en las que incursiona el autor.
http://www.ajedreznd.com/octubre/fischer.htm

Otros links
http://www.microsiervos.com/archivo/mundoreal/biografia-bobby-
http://www.chessville.com/News/FischerFreedomWatch3.htm

Las fotos de Bobby Fischer, que abundan en la Web, cuando abandona Japón, y dicho con todo respeto, se parecen más a las de Tom Hanks cuando es rescatado en su película del náufrago, pero más viejo, que a las que uno hubiera deseado ver de este gigante inolvidable, rey absoluto de torres, alfiles y caballos.

Una débil raya separa el genio de la locura, con sus actitudes y declaraciones ha generado una gran polémica, pero creo que todos concordamos en que la historia está llena de genios locos y locos geniales, solo deberíamos ver la esencia del arte que nos dejaron y admirarlos como tal.

Los biógrafos de Beethoven aseguran que en sus últimos tiempos, aparte de sordo, estaba realmente loco e insoportable, ¿pero quien se resiste a disfrutar de su "Claro de Luna"?, solo por citar algo, y dicho esto sin ánimo de comparaciones, ¡que quede bien claro!... cada uno en lo suyo.

¡En fin! que cada cual saque sus propias conclusiones, pero no olviden que ha sido un superdotado, un cerebro privilegiado, de esos que aparecen muy de cuando en cuando, aunque a mi criterio pudo haber aprovechado mejor semejante capacidad de razonamiento.

De cualquier forma, nos dejó verdaderas obras de arte dibujadas sobre un tablero, fue uno de los mejores ajedrecistas de todos los tiempos y ganó mucho dinero, ¡no es poca cosa!