|
La hipocresía y la irracionalidad
o, La verdad es sólo de ellos. (Dios es argentino) por Raúl Seoane |
|
|
La hipocresía es la moneda más corriente utilizada por los políticos argentinos en esto que nosotros bautizamos como “La Guerra de las Papeleras”
La irracionalidad y la verdad indiscutible
Mientras los terroristas piqueteros y sus amigos infiltrados de la izquierda populista argentina, intentan incomunicar a Uruguay cortando todas las vías de comunicación terrestre y fluviales, tanto el Gallotero como “el incorruptible” Busti, sabiéndose perdidos en una guerra iniciada por su ineptitud, tratan desesperadamente de ponerle paños fríos al conflicto.
|
Protesta ecologista o delito de sedición
|
El asambleísta Jorge Fritzler señaló al diario uruguayo Últimas Noticias:
“En el caso de que el fallo favorezca a Uruguay, si el gobierno argentino actúa para liberar el paso, sería un gran costo político para Kirchner, porque no va a desalojar a 100 personas, va a desalojar a un pueblo”.
“Si esto pasa, va a haber muertos y heridos, porque no nos vamos a dejar pasar por arriba”.
La Corte Internacional de Justicia de La Haya dará a conocer el próximo martes una decisión sobre el planteo de Uruguay para que la Argentina ponga fin a los cortes de ruta en pasos internacionales. Lo confirmó el jefe de la delegación uruguaya ante el tribunal internacional, Héctor Gros Espiell, quien adelantó además que su país responderá “punto por punto” al planteo argentino en torno a las papeleras.
Uruguay presentó una medida provisional ante la Corte para que de manera urgente le ordene a la Argentina tomar acciones para que terminen los cortes de ruta liderados por ambientalistas en Entre Ríos.
Fuente: Síntesis Informativa
|
|
La exasperada e ilógica intransigencia piquetera que no acepta apartarse ni un ápice de “su verdad”, y el terror al autoritarismo que padece el presidente argentino, conspiran para una pronta resolución de este conflicto.
Un claro ejemplo de “su verdad”, está en algunos párrafos de un artículo de Análisis Digital, el pasquín mercenario al servicio de oscuros intereses entrerrianos.
En un artículo de neto corte amarillista, el comediógrafo Luis María Serroels, se queja de la poca solidaridad de sus compatriotas cuando dice que un ignoto veraneante que aguardaba el Buquebús para viajar al Uruguay dijo que él no tenía porqué verse perjudicado por una lucha que no era suya, ignorando el cagatintas que el argentino medio vive todo el año para disfrutar de sus quince días de vacaciones en donde le venga en ganas, y la actitud terrorista de los piqueteros se lo impide.
Más adelante, el sapiente dramaturgo dice que las especulaciones políticas que llegaron a teñir fuertemente la estrategia oficial, ya no tienen cabida y los directamente afectados del sur provincial casi deben acostumbrarse a la idea de que la lucha no tendrá al gobierno demasiado comprometido (a propósito, el discurso de Jorge Busti respecto de la pelea de Gualeguaychú y los adherentes de Colón y Concordia, cada vez parece más propio de un gobernante uruguayo), sin darse cuenta de que los mandatarios, elegidos en sufragio libre y universal por el propio pueblo entrerriano, han comprendido que tienen perdida la guerra, y que los organismos internacionales les patearon el trasero tres veces (La Hayas, el Tribunal del Mercosur, el Banco Mundial), y que con su obstinación están llevando al aislamiento internacional de la Argentina.
Como corolario a su panfleto extremista, Luis María Serroels profetiza, muy suelto de cuerpo y sin argumentos válidos demostrables, que todo aquél que intente justificar su compulsivo traslado anual a las playas del Uruguay aduciendo que esta lucha no le pertenece, más temprano que tarde no sabrá dónde ocultarse para protegerse de la contaminación que golpeará su puerta. Y esto, además de poco solidario, es lisa y llanamente una imbécil irracionalidad.. Dejándome la duda si lo de imbécil irracionalidad está referido al artículo de marras escrito por este mercenario de la lapicera.
La hipocresía
En un artículo publicado la pasada semana, hacíamos referencia al daño que los ambientalistas descontrolados están infringiéndole a la provincia de Entre Ríos, con la exigencia de una ley que impida la exportación de rollizos de madera hacia nuestro país.
En la pasada semana se conoció una carta enviada por los productores forestales del Delta entrerriano al gobernador Jorge Busti, en la que solicitaron que “en caso de ser sancionada una ley que impida las exportaciones de madera, cualquiera sea el destino de las mismas, no sea promulgada”, ya que consideraron que la medida “perjudica en forma concreta a los productores forestales” de la provincia. Consideraron que “es menester para el sector forestal la instalación de plantas celulósicas” y lamentaron que “estas plantas se instalaron en la otra orilla”. También recordaron que se exporta madera a Santa Fe para producción de celulosa y papel. También le recordaron al “incorruptible” que en esa provincia fue promulgada una Ley promoviendo la forestación para instalar una planta de pulpa de celulosa en Entre Ríos.
Pero esta hipocresía no es privativa de los terroristas entrerrianos como Luis María Serroels. El propio gobierno argentino es hipócrita cuando acompaña la lucha piquetera y declara en La Haya que las protestas están contempladas en la Constitución Nacional. Es hipócrita porque utilizó y fogoneó a los terroristas entrerrianos a cortar los puentes, cuando necesitó los votos para obtener mayoría en el Congreso y lograr la reelección del “incorruptible”, y ahora, acorralado por los fallos internacionales, publicita en cuanto medio se le pone delante que los cortes de puente no son una medida de protesta válida. Justo ahora, a escasos nueve meses de la elección presidencial, habiendo percibido el rechazo del pueblo argentino molesto porque no puede veranear en nuestro país.
Las inversiones no se compran, se ganan
Es archiconocido, por más que las engañosas encuestas oficialistas argentinas digan lo contrario, que este país no recibe inversiones externas que permitan asegurar su crecimiento económico.
Hace poco tiempo circuló la noticia de que una empresa estaba interesada en instalar en la provincia de Corrientes una planta para fabricar pasta de celulosa. Esta noticia fue real, y la empresa forestal chilena Bosques del Plata subsidiaria de Compañía Manufacturera de Papeles y Cartón (CMPC) era quien tenía el proyecto con una inversión de 800 millones de dólares.
Los chilenos, que no mascan vidrio, al ver las tropelías de los terroristas entrerrianos, pospusieron indefinidamente la construcción de esa planta, la que terminó en un aserradero de maderas por 80 millones, que le vende su producción a Alto Paraná.
Según declaraciones de un alto directivo de la empresa, y reproducidas por Territorio Forestal “es verdad que la anunciada alguna vez inversión para construir una planta de elaboración de pasta celulósica por estas tierras ha sido postergada. Y que esos dineros fueron enviados a otro proyecto similar, pero en territorio chileno”
Más información sobre esta inversión perdida, puede obtenerla en Línea Capital, Territorio Digital y Página K12.
“No llores por mí Argentina, llorá por ti”, es un fiel reflejo de la realidad actual de ese país. Los terroristas piqueteros entrerrianos, y el mismísimo gobierno argentino, deberían escribir un manual de “Cómo asustar a los inversores para que no inviertan en el país”
|