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Año III - Nº 182
Uruguay, 19 de mayo del 2006
Inscripto en el Registro de Derechos de Autor en el libro 30 con el No 379
 

 

 

 
DIAMANTINA
* Carlos Arce
Porto Alegre/Brasil
 

Leyendo el email con las historias de viajes de un amigo entre Uruguay-Brasil y Estados Unidos, me acordé de un viaje que hice a la ciudad de Diamantina en el Estado de Minas Gerais en Brasil.

Era un viaje a cuenta de la firma y cuando ya estaba en la terminal de ómnibus para mi regreso, estoy sentado comiendo un refuerzo, cuando una linda joven morocha me comienza a mirar de forma insistente.

Uno siempre tiene la idea de que no es con uno, debe estar mirando a otra persona que esta atrás mío, doy vuelta la cara y no hay nadie. Visto y considerando que el asedio continuaba, y en vista que la chica estaba acompañada de una pareja de amigos pedí permiso y compartí la mesa con ellos.

Era una estudiante y volvía a su ciudad natal Diamantina, ciudad colonial muy similar a Ouro Preto, siendo que en la primera nació JK o sea el presiente Juscelino Kubitcheck que fundó Brasilia.

Yo volvía a Río de Janeiro, así que intercambiamos direcciones y subimos cada uno a sus respectivos ómnibus, emprendiendo el camino en direcciones totalmente opuestas.

Antes de partir me hizo una invitación para que un día fuese a conocer su ciudad.

Después de este acontecimiento pasaron mas de 7 u 8 meses, y como se aproximaba el carnaval, hice lo mismo que 2 millones de cariocas (los habitantes de la ciudad de Río de Janeiro) y me fui de la misma.

Dirán está loco este tipo todo el mundo soñando con ir a Río en Carnaval y el tratando de salir.

Para quien vive en Río es una tortura quedarse en la ciudad, a no ser que sea fanático de ir a desfilar a la Marques de Sapucaí!!!!

Casi todo esta cerrado, lleno de turistas y los precios triplicados o cuadruplicados, y en el hotel que la firma pagaba, ponían a 3 o 4 en cada cuarto.

Así que después de mi trabajo, me tomé un ómnibus rodando 9 horas para hacer el viaje entre Río y Belo Horizonte, es un viaje bastante desagradable , ya que buena parte de la carretera es en la montaña con demasiadas curvas, siendo necesario sujetarse para no golpearse la cabeza en el vidrio.

Bueno al amanecer bajo en la terminal nueva en esa época (1970) , y fui a buscar un ómnibus hacia la ciudad de Diamantina con la mala suerte de que hacía media hora que había salido uno y el siguiente salía solo a las 3 de la tarde.

Como opción me tomé un transporte local hacia la salida de la ciudad parando en el puesto de la Policía Rodoviaria Federal (caminera), me dirigí al policial explicándole mi problema y mi deseo de viajar.

Me responde no te preocupes espera aquí, que el primer camión que pase le pido que te lleve...

Dicho y hecho, paró el primer "mercedito" que pasó, fue hasta el chofer pidiéndole a ver si me podía llevar, a lo que accedió de inmediato.

Y allá no fuimos, se dirigía a Brasilia, y en algunas horas de mucha charla me acercó hasta la ciudad de Curvelo ya próxima a mi destino.

Yo súper contento con mi suerte, solo que con mucho calor me quedé sentado en una piedra, rodeado por muchas moscas esperando seguir mi viaje que solo se concretó 2 horas después.

De esta vez en viaje directo hasta Diamantina.

Llegando allí me orienté fácilmente ya que la ciudad es pequeña, 100% colonial fundada en 1713 próxima o las minas de diamantes, con las mismas calles empedradas donde caminaban los esclavos, sus iglesias barrocas, la único señal de modernidad, son las luces de la calle de mercurio y las antenas de tv, ya que las paredes tienen que ser conservadas como estaban originalmente.

En la plaza principal aun llegan los burritos con mercaderías, para hacer el trueque como sus ancestrales.

Preguntando llegue a la casa de mi amiga, que de susto casi se me cae para atrás, nunca pensó en la vida que este uruguayito pudiese llegar tan lejos.

Su mama viuda me recibió de forma muy amistosa y cariñosa como un hijo más.

Y no hubo forma de convencerla de que me quedaría en un hotel, corrió a un hijo suyo, pasando el aposento para mi uso.

De la misma forma todos los días me preguntaba que quería comer y hasta me lavaba mi ropa.

Pase un carnaval completo en esta ciudad que me recibió de forma tan abierta.

Me presentaron al intendente que autorizó pase libre para mí en todos los bailes.

Es de notar que como ciudad chica del interior, en los barcitos nocturnos lo que mas se ve son muchachas en la proporción de 10 de ellas por cada hombre, ya que los mismos se van a la capital a estudiar y ellas se quedan haciendo magisterio casi una de las únicas opciones.
Así que era el rey rodeado por bellas muchachas, y más siendo forastero.

Los "blocos", o sea agrupaciones carnavalescas recorren las estrechas calles de la ciudad siendo libre el unirse a ellos en una especie de "llamadas mineiras".

Diamantina también es famosa por "chica da silva", esclava negra que fue amante de un terrateniente y paso a la historia. Ya se hizo novela y hasta una película con su historia.

Volví 2 veces a esta ciudad, que a pesar de la distancia me hizo vivir y disfrutar de un carnaval diferente mas alegre y mas autentico que su homónimo de Río de Janeiro.

 
 
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