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Año III - Nº 144 - Uruguay, 19 de agosto del 2005

 
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Las Ilusiones del Mercosur

Durante su reciente visita a esta frontera el embajador norteño Eduardo Dos Santos señalo ante la prensa fronteriza que el gobernador Germano Rigotto ha discutido recientemente con el Ministro Mújica, varios temas de interés común que tienen su vinculación con el desarrollo agrícola, las cuestiones ganaderas entre Río Grande del Sur y Uruguay, los temas del arroz, ganado en pié y la carne, pudiéndose observar, según dijo muchas coincidencias por parte de ambas autoridades.

Germano Rigotto
Gobernador Río Grande

"En el caso del arroz fundamentalmente -señaló que- el Gobernador ha presentado una propuesta personal, del Gobierno del Estado de Río Grande la que tendrá que ser discutida en la instancias del MERCOSUR, pero siendo el Uruguay responsable de la presidencia pro-tempore del MERCOSUR el Gobernador le presentó una propuesta para concretar los temas relacionados con el arroz. La propuesta consiste en elevar el arancel externo común de manera que los productores "gauchos" no se vean perjudicados como lo están siendo ahora por la competitividad generada por los insumos de producción."

Por lo visto cuándo a Brasil puede perjudicarlo alguna medida aprobada con anterioridad en el MERCOSUR, le basta simplemente con atribuirle facultades especiales al gobierno de Río Grande para modificar una posición que como en este caso puede perjudicar a sus productores de arroz.

Pensamos que algo similar esta ocurriendo con el traslado del puesto Sanitario del Ministerio de Ganadería y Agricultura hacia la frontera de Yaguaron aduciendo en forma infantil que lo hacen por falta de personal.

¿DONDE ESTÁ EL MERCOSUR?
Hace muchos años que la anunciada creación del MERCOSUR había despertado lógica expectativa entre los habitantes de la frontera, quienes apostaban al desarrollo zonal mediante los incentivos anunciados y las facilidades que se otorgarían a los nuevos inversores.

Sin embargo la década transcurrida ha demostrado que tales expectativas se van desvaneciendo lentamente sin que llegaran los compradores de las regiones adyacentes.

Se deberían respetar los acuerdos comerciales que se encuentran en vigor y que fueron redactados y firmados con la sana intención de lograr el desarrollo económico y social de la frontera.

Se dijo en aquella oportunidad que "nuevos vientos de integración" estaban soplando por el sur brasileño y el norte rochense, augurándose el comienzo de una nueva etapa en favor de las relaciones bilaterales de esta frontera.

Para cumplir con estos objetivos se formularon declaraciones y se firmaron protocolos "oficiales" que de alguna manera significaban un compromiso asumido ante la ciudadanía.

El dinamismo demostrado por los jerarcas y los equipos técnicos que estudiaron el área para aplicar las medidas que irían a favorecer el desarrollo económico, social y cultural de ambas poblaciones, hizo renacer las esperanzas de los habitantes fronterizos.

Se pensaba en esa oportunidad que se podría acelerar el proceso de integración anunciado y que los gobiernos municipales podrían crear una nueva legislación para facilitar el intercambio de servicios, equipamientos y materiales.

Hace 10 años que se "está elaborando un proyecto" para ser presentado en ambos municipios para realizar en forma conjunta las obras que reclama la población.

La pretendida integración comenzaría en la avenida Internacional y terminaría con la urbanización de ambas ciudades, pasando por la pavimentación de sus principales calles, el asentamiento definitivo de los vendedores ambulantes, reacondicionamiento del cantero central y ordenamiento del tránsito en ambos lados de la avenida Internacional.

Una imagen reiterada en la frontera de Chuy.

No obstante estos problemas que fueron catalogados como "domésticos" por algún político uruguayo, estaban incluidos en la posibilidad de instalar algunas industrias con estímulos oficiales, que al margen de representar una importante ayuda para el departamento, significaría un nuevo mercado laboral en un área que venía sintiendo los efectos de una aguda paralización comercial.

Pese a todo, los habitantes de esta frontera eran conscientes de que se debía ingresar a ese gran mercado que podría ser el MERCOSUR. Se trataba de una oportunidad que la frontera y el departamento no podían desaprovechar.

Sin embargo la pregonada integración y los buenos deseos de trabajar en pos de los objetivos comunes, se dieron de frente con la burocracia, el aislamiento y sobre todo con los intereses económicos de nuestros hermanos del país continente.

Para finalizar solamente dos ejemplos irrefutables registrados en los últimos días: el tema del arroz uruguayo que determinó la paralización del transporte internacional y el anunciado cierre del puesto de Fiscalización Animal y Vegetal por "falta de personal".

Por otro lado el Gobernador de Río Grande Germano Rigotto, asegura en Montevideo que Brasil no aplicará restricciones similares a las que existen con Argentina.

De todas maneras, es evidente que las buenas intenciones del Comité de Frontera, la Comisión Binacional y las representaciones diplomáticas no son escuchadas en los centros de decisiones al no tener facultades resolutivas.

Saben sin embargo que este lento proceso burocrático y de malas interpretaciones, no favorece el espíritu del tratado y por lo tanto los conflictos se prolongarán más de lo necesario.