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El respeto de las decisiones
Peligros de las corporaciones
por Helena Arce
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Algunos sinónimos de Corporación: Asociación, Sociedad, Agrupación, Grupo, Asamblea, Cámara, Gremio, Colegio, etc.
El corporativismo, según la definición del diccionario de la Real Academia Española, tiene dos acepciones: 1. m. Doctrina política y social que propugna la intervención del Estado en la solución de los conflictos de orden laboral, mediante la creación de corporaciones profesionales que agrupen a trabajadores y empresarios 2. En un grupo o sector profesional, tendencia abusiva a la solidaridad interna y a la defensa de los intereses del cuerpo.
Cuando el corporativismo se mueve dentro de la definición primera, va de suyo que se logra emparejar fuerzas diferentes, de forma de obtener un resultado más justo. Sin embargo el problema en que derivan lastimosamente algunas corporaciones, apuntan a la segunda.
En las corporaciones solemos tener la coexistencia de dos grupos, aquellos que por sus actividades tienen tiempo para dedicarse a esta tarea quienes suelen ser directivos, y quienes por su necesidad de atender urgencias de sobrevivencia no lo tienen, en estos casos quienes integran la corporación en calidad de miembros son la inmensa mayoría de sus integrantes. . La lógica nos dice que quienes se dedican a la dirección de gremios, asociaciones, en definitiva corporaciones lo hacen en representación de todos, pues se ofrecen para ello, y los demás delegan en ellos esa tarea. Así debieran cumplirse a satisfacción de todos, las funciones.
Existen en estas actividades dos graves peligros, uno está contemplado en la acepción número dos, cuando se ponen por encima de los intereses de toda la comunidad, el interés del grupo, sobre todo cuando los intereses particulares se contraponen a las necesidades de la sociedad. Así hemos visto como diferentes gremios caen en prácticas rayanas con la irresponsabilidad dejando a la población de rehén de situaciones particulares. Lo hemos vivido en forma permanente estos últimos años con el gremio municipal. Quienes, más allá de acuerdos carentes de lógica sobre sus salarios, pero legales al fin, siguen insistiendo en tomar medidas donde se vulneran los derechos de todos. Así vemos como no siempre lo legal es justo.
Esto nos deriva al razonamiento de cuan poco estamos informados los ciudadanos, cuando quienes nos representan toman decisiones, por ejemplo acordar sueldos en determinados momentos, o votar leyes, creando entes públicos, en ambos casos se utiliza para ello el dinero fruto de nuestros impuestos. Debiéramos preguntarnos si los sueldos acordados, lo fueron atinadamente. Y si los entes creados son necesarios y para qué.
Pero también pueden darse otro tipo de problemas dentro de las corporaciones públicas y privadas, y estos se dan cuando quienes dirigen una corporación, olvidan que los cargos que ocupan, lo hacen en representación de todos los miembros de la misma Y embanderados en ser directivos, olvidan que lo son porque se ofrecieron a serlo, y quienes los eligieron lo hicieron para que los representen. Pierden el norte, entienden que por trabajar para la corporación, tienen derechos y dejan en el olvido los deberes Es más en algunos casos, llegan al absurdo de desconocer los derechos de los socios, pues entienden que al no “trabajar” dentro de la organización (corporación) en forma activa no tiene derechos, aunque pertenezcan a ella, voten y paguen sus cuotas. Este es un peligro aun mayor, pues no responden ya no solo a la comunidad en la que está inserta la corporación, tampoco responden a sus representados.
En este particular situación, se deriva en un desconocimiento total de los deberes inherentes a los cargos que se ocupan, confundiendo el significado de ser un directivo por representación de los asociados, a ser un directivo que se representa a si mismo y sus opiniones, lo que lamentablemente deja la duda si no están representando a sus propios intereses, o a los de grupos de poder dentro de la organización.
Una corporación puede ser de dos clases: 1. f. Organización compuesta por personas que, como miembros de ella, la gobierna 2 Empresa, normalmente de grandes dimensiones, en especial si agrupa a otras menores.
Obviamente estamos hablando de las corporaciones definidas en el punto 1, donde los miembros de la corporación, son sin lugar a dudas quienes la gobiernan. Los miembros delegan en las autoridades elegidas la dirección de la misma, pero nunca quienes la dirigen pueden desconocer a los miembros que la integran. A estos se deben, y por ello es menester acciones transparentes y claras cuando se realizan acciones que hacen a la actividad fundamental de todos los miembros de la misma, en especial cuando esos miembros representan más del 80% del total de quienes la integran. Pero si esas decisiones, además de vulnerar a los miembros de la corporación, adopta decisiones que van en contra de la comunidad en la que están insertos, esto ya es rayano con el absurdo.
Más grave aun, sería el caso cuando los miembros de la corporación descubren esta situación y se reúnen a efectos de debatir las decisiones tomadas, y las observan, resolviendo que no son correctas y debe cambiarse el rumbo de las decisiones tomadas. Esto se realiza en Asambleas de miembros, reunidas a tal fin. En estos casos, los directivos de la corporación, deben modificar sin lugar a dudas su accionar, acatando el mandato dado.
Es terrible cuando luego de todo esto, en vez de acatar la decisión, los directivos intentan por todos los medios, vulnerar la decisión, buscando por medio de medidas burocráticas desviar los caminos para modificar la situación, o utilizan todos los medios a su alcance para desvirtuar las razones del mandato recibido.
Solamente algunas reflexiones para compartir sobre el manido tema de las corporaciones, y los peligros que estas representan, no ya únicamente para la comunidad en las que están insertas, sino también para los propios miembros que la integran.
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