Represión y censura
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por Ernesto Alvarenga
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El diálogo y la negociación quedarán en el olvido a la hora de tomar una decisión
Algunos sectores de la vida nacional han tomado con sorpresa el anuncio de la comisión mixta de la Asamblea Nacional, según el cual se terminarán modificando 25 artículos de la Constitución, más los 33 enviados por Chávez. Otros más osados afirman que emergen contradicciones, reflejo de una crisis interna que generaría la implosión del chavismo y, por ende, del régimen. Quienes tengan estas creencias están pecando de optimistas.
La tarea que está ejecutando la Asamblea está fuera del marco constitucional, no hay tal reforma, más que nunca, los cambios apuntan hacia una nueva Carta Magna, el librito rojo que Chávez se la pasa mostrando en cada aparición pública. En el nacimiento de esta nueva Constitución, todos los acontecimientos forman parte de un guión cuidadosamente diseñado por el jefe del régimen.
Nada es casual. A principios del mes de agosto, en el marco de la aparición de Antonini Wilson, Chávez señaló desde Uruguay que uno de los problemas más grandes que tiene la humanidad son los medios de comunicación social. Insólitamente, la Sociedad Interamericana de Prensa supo que en nuestro país no había alojamiento disponible para sus delegados y que por lo tanto deberían buscar otra sede para llevar a cabo su asamblea.
De modo que la decisión transmitida el viernes 12 de octubre por la presidenta de la Asamblea Nacional, sigue la misma dirección de la persecución y control sobre los medios de comunicación que lleva este régimen desde hace ya bastante tiempo.
La modificación del artículo 337, en el cual, entre otras cosas, se suspende el debido proceso y se establece que en estados de conmoción social, sólo el Gobierno nacional está autorizado para informar, pretende perseguir a los medios e imponerle al pueblo venezolano una pantalla televisiva uniformada como todos los canales del Estado, hoy secuestrados por el régimen.
El diálogo y la negociación quedarán en el olvido, la represión, la censura y la peinilla serán los métodos que usará el jefe del régimen a la hora de tomar una decisión. Queda claro entonces, que la tragedia por la que atraviesa nuestro país es la presencia de Chávez en Miraflores, quien considera que el pueblo de Venezuela es una tropa de soldados que deben recibir y cumplir sus órdenes.
Fuente: El Universal
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