Botnia pide una oportunidad Visita a la planta de Joutseno, Finlandia

por Sergio Acosta

	Email del Autor Imprimir Artículo

Todo está listo en Fray Bentos para el comienzo de la producción de celulosa en la polémica planta en la ribera del río Uruguay. Nadie quiere, a nombre de la empresa Botnia, hablar de fecha de inicio de la producción, pero aseguran que será en este mes de septiembre.

Planta de Celulosa de Joutseno, Finlandia

            A pesar de lo que se puede pronosticar por los anuncios ya hechos en cuanto a protestas de los ambientalistas, del curso que pueda seguir el pulso político o de la facilitación que lleva a cabo el enviado del Rey de España Juan Carlos II para el conflicto, así como de nuevas acciones de la Asamblea de Gualeguaychú, la gigante finlandesa de la celulosa se mantiene firme y serena, y pide una oportunidad.
 
            Visitamos Finlandia por decisión de nuestra emisora y no por invitación de Botnia. Nuestro medio ha sido hasta ahora una buena referencia para darle voz a todas las partes, la uruguaya, la argentina, la jurídica de la Corte Internacional de Justicia con sede en Holanda. Faltaba la opinión de los inversores, los finlandeses de Botnia.

            Pedimos poder ver una fábrica de tecnología similar a la que está ya a punto de producir celulosa en la localidad uruguaya de Fray Bentos. Nos ofrecieron ir a ver la planta de Joutseno, a casi 300 kilómetros al noreste de Helsinki. Pedimos previamente opiniones a los lectores y oyentes, y a organizaciones no gubernamentales. Con ese dossier de ideas e incógnitas partimos para Joutseno.
 
Paraíso entre chimeneas

            El sitio parece paradisíaco: agua transparente y aire puro. Sobre el lago adyacente flotan troncos que van hacia el embarcadero. Sólo una pequeña fracción de la materia prima llega por esa vía, el resto por tren y carretera. La vista desde lo más alto de la planta deja ver varias chimeneas expulsando vapor: todas son pasteras. Esta zona, me explican, es la región de Karelia del Sur, y tiene muchas plantas de celulosa. Logramos ver a lo lejos una fábrica en territorio ruso, estamos a sólo 30 kilómetros de la frontera con Rusia.
 
Botnia pide una oportunidad

            Kirsi Seppäläinen, responsable de comunicación de Botnia para el proyecto en Uruguay, realizó las siguientes declaraciones respecto a diferentes aspectos, incógnitas y preguntas en torno a la problemática de las pastera de Fray Bentos.

Entrevista a Kirsi Seppäläinen

            Mensaje a Uruguay: gracias por el apoyo y la firmeza. 
            Mensaje a Argentina: que estén tranquilos, la fabrica no va a contaminar.
 
            Posibles diferencias en el funcionamiento de las plantas: Botnia tiene sólo una forma de funcionar. La empresa tiene la misma capacitación en Finlandia y en Uruguay. Para Botnia no hay fronteras, es una misma compañía en todo el mundo.
 
            Participación de Botnia en el proceso de mediación: Botnia siempre estará dispuesta a apoyar el proceso de negociación o reconciliación, pero el proceso en sí mismo es una cuestión entre Argentina y Uruguay.

            Importancia de que Botnia sí debería participar para aclarar todas las dudas: Botnia no desea inmiscuirse en el proceso político, pero sí cooperar con el Gobierno uruguayo.
 
            Búsqueda de otro sitio para la planta de cara a la polémica: Botnia no cambió de sitio, porque la ubicación de la fábrica es un proceso muy complejo desde el punto de vista logístico, de la materia prima. Considerando esos aspectos, Fray Bentos es un sitio ideal, también desde el punto de vista del medioambiente.
 
            Cuestionamiento del respeto al medioambiente, teniendo en cuenta que la fábrica de Uruguay es mayor que la de Finlandia y la falta de cultura local para explotar una planta de ese tipo: Botnia usará la misma tecnología. La cultura de Botnia es exigir que se cumplan las normas de seguridad y que los trabajadores estén preparados para ello.
 
            La planta contaminará a largo plazo, ya que no hay industria que no contamine, el río es angosto y sus aguas corren lentamente, y el dinero es lo que importa: Botnia quiere aclarar que el Río Uruguay tiene una corriente de 6000 metros cúbicos por segundo, y el río aledaño a la planta de Joutseno tiene apenas una de 500 metros cúbicos por segundo, con la diferencia que en los alrededores hay más plantas de celulosa. Cada quien ve una inversión a su forma, hay quien la ve como desarrollo para un país, hay quien no, esa es su opinión personal.
 
            Decisión jurídica de la Corte Internacional: Botnia desea enfatizar que los expertos en leyes internacionales han dicho que Uruguay ha cumplido con todos los requisitos. Por lo tanto no estamos preocupados, pero lo que podemos hacer es esperar el resto de las sentencias de La Haya.
 
            Accidentes en la construcción: la empresa Botnia explica que es la primera vez que se realiza en Uruguay una construcción de tal envergadura. Cada accidente es deplorable, pero teniendo en cuenta la magnitud de la obra, estos accidentes son comparables con las estadísticas europeas, además Botnia trabaja en Fray Bentos con más de 40 sub contratistas.
 
            Acusaciones de terrorismo medioambiental finlandés: Botnia lamenta la polarización, siempre han preferido el diálogo. Especialmente lamentan los temores de los habitantes de Gualeguaychú, y afirman querer siempre informarles la verdad y tenderles una mano.
 
            Comienzo de la producción: en septiembre, no es un secreto de Estado, pero para poner en funcionamiento una fábrica de celulosa se requiere de un proceso y no se trata de apretar un botón.

Risto Joronen, gerente de la planta de Joutseno

Entrevista a Risto Joronen, gerente de la planta de celulosa de Joutseno

            Apenas 100 trabajadores en Jouseno, ¿es suficiente?: El gerente opina que son 100 trabajadores en cinco turnos, por lo que 20 personas son capaces de mantener el proceso en marcha.
 
            Medio ambiente y los posibles vertidos a las aguas: desde la renovación en el 2001, esta planta emplea la tecnología más avanzada, todos los vertidos se limpian antes por medio de un proceso biológico y los gases son quemados, así que prácticamente no hay emisiones contaminantes. La planta de Uruguay es todavía más moderna.
 
            Modernidad no significa exención en que algo pueda fallar: en la planta de Joutseno, al igual que otras con la misma tecnología, se está midiendo el proceso permanentemente, y se actúa cuando algo falla de acuerdo a la magnitud del incidente, si el fallo es serio y no se puede solucionar, la única alternativa es detener la fábrica. Pero hasta ahora esto no ha ocurrido ni una vez.
 
            No es lo mismo una planta moderna en Finlandia, que en un país en vías de desarrollo como Uruguay: lo que construimos allá tendrá los mismos requisitos técnicos de aquí. Siempre hay que tener en cuenta que el personal debe estar preparado, ya se ha hecho. Tienen en Fray Bentos las mismas exigencias de seguridad que aquí. En esta región de Karelia del Sur hay mas industria celulosa que en Uruguay, y aquí la gente vive bien y no sufre por la presencia de estas fábricas.

Comentarios de los vecinos de Joutseno  

Vecinos de Joutseno

            Viven hace más de 30 años en la zona. Llegaron a la región para trabajar en la planta de Joutseno. En los años 80, relata uno de ellos, existía mal olor, pero ya no notan nada. Un anciano cuenta riéndose que al él lo único que le molestaba de la fábrica era que tenía que trabajar en diferentes turnos.
 
            ¿Aparte del mal olor, ningún otro problema?: En los años 60 y 70 se sentía mucho el mal olor, por ejemplo cuando llovía o cuando viajaban en autobús, pero en las últimas décadas ya no se siente nada.
 
            ¿Y qué piensan de la polémica en torno a la planta en Uruguay?: Conocen de los hechos por la televisión y se muestran sorprendidos. Creen que no hay razón para preocuparse, se trata de la misma empresa. Ellos viven bien, tienen sus cultivos, dice uno de los ancianos, mientras otro replica que a él no le preocupa la polémica porque sabe como es la fábrica, ha trabajado en ella y vive apenas a un kilómetro de la misma sin problemas.

            Agredecimiento: a Pertti Pesonen, periodista de YLE, la televisión nacional finlandesa, por la cooperación en la traducción.

Fuente: Radio Nederland