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Adelante con Fe
por Rodrigo Blás
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Para las elecciones internas de 1982, el poder militar para evitar que los partidos políticos usaran sus clásicos números que tenían connotaciones que los militares preferían evitar en esa lógica torpe que los caracterizó, decidieron que las listas se identificaran con números usando un sistema aleatorio relacionado con la numeración de la credencial cívica.
Cuando el histórico Por la Patria de Wilson entonces proscripto fue en Montevideo a buscar sus letras , le correspondió un anodino ACF que en forma inmediata Fernando Oliú transformó en “Adelante con Fe“. La ocurrencia de, Fernando Oliú fue hecho jingle y slogan inmediatamente, pocas veces publicista alguno tuvo tanto éxito como los atónitos militares que otorgaron las inofensivas letras a sus más tenaces enemigos que las transformaron en bandera inmediatamente.
El recordado jingle, nada hablaba de opresión, de venganza, de rencor o de libertad, “solo” trasmitía fuerza, esperanza y optimismo, lo que los uruguayos precisaban en ese momento, por encima del odio, la esperanza.
En momentos en que todos nos preparamos para vivir las fiestas tradicionales con nuestra gente, es poco más que obligatorio dedicar este espacio semanal a un mensaje de Navidad y de Fin de año. Para cualquiera que escriba, nada debe de haber tan difícil; en definitiva todos los años hay fines de año y todos los años Navidad y muchos que escriben todos los años sobre estas cosas, por lo que ser original es casi un imposible que siquiera vamos a intentar.
Las Navidades son tiempos de espíritu; el villancico, el árbol, los preparativos, la familia unida, generan un espíritu de optimismo, de reencuentro de cada uno con los suyos los que están y los que se fueron, nos llevan al pasado y nos proyectan al futuro, resaltan nuestros valores olvidados, solidaridad, amistad, el respeto y el amor coronan las mesas de todas nuestras casas, las humildes y las otras; todos nos comunicamos con todos aunque más no sea con el deseo de Felicidades a todo aquel con que nos cruzamos, en definitiva estamos todos en la misma, al fin y por un rato vamos todos hacia la mismo lado.
El año nuevo permite la ilusión de empezar de nuevo, bueno o malo el que se va el festejo es hacia el que viene que será siempre mejor, la noche vieja es una noche de alegría, optimismo y esperanza, gastamos lo que no tenemos en festejarla seguros de que la abundancia viene al amanecer el año nuevo.
Pensando en esos sentires y sentimientos que florecen en estas fechas nos repica en la cabeza el viejo jingle, la necesidad de encontrar los hombres y las formas para trasmitir a todos los que abrigan la esperanza, un mensaje de optimismo, de renovación de ilusiones, de fuerzas para afrontar lo que se viene, de impulso para superar lo que ya fue.
Para los bienaventurados, para los que cuerpean la desventura; para los que quieren pelearla, para los que la pierden y la vuelven a buscar; para los que pueden, para los que no pueden y siguen; para los que unen, para los que no quieren que nos dividan; para los que empujan y para los que acompañan, para los que creen y para los que quieren creer; para los que hacen desde el corazón, para los que dejan el corazón en lo que hacen, para los que quieren construir, para los que no quieren que se siga destruyendo. Para todos esos, desde el viejo Partido Nacional el mensaje renovado de fe y esperanza. Para todos. Adelante Con Fe.
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