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El caballo del comisario
por Raúl Seoane
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Mujica denunció presiones y chantaje
Frente Amplio. Hoy se inaugura el congreso en medio de una fuerte tensión interna
LORELEY NICROSI
En medio de las intensas negociaciones que se realizan en el Frente Amplio para evitar que la izquierda salga mal herida del congreso, José Mujica desplegó ayer toda su bronca: habló de chantaje y de presiones para que se baje de la candidatura.
El líder tupamaro decidió ayer salir a marcarle la cancha no sólo al resto de los grupos del Frente Amplio (FA), que resisten su candidatura, sino al propio presidente Tabaré Vázquez y a su principal rival en la interna, el senador por Asamblea Uruguay, Danilo Astori,
Mujica advirtió que ha sido objeto de todo tipo de "presiones" para que aceptara ser el vice de Astori -tal como quiere Vázquez- y que incluso fue castigado por medios de comunicación de izquierda al no aceptar "chantajes". En el marco del inicio del congreso, ayer se conoció una encuesta que le da una ventaja considerable a Astori sobre el senador del MPP.
Es cierto que toda la atención está centrada en las internas del Frente Amplio, pero no es menos cierto que el deshilachamiento de la colcha representa más puntos de raiting y más números vendidos en los medios gráficos, por lo que es lógico que cada suspiro de cualquiera de los actores de esta opereta sea magnificado y publicitado como la última primicia.
Sin embargo ésta no es una interna cualquiera, se está jugando la continuidad o no del Frente Amplio en el máximo poder de la República, lo que no es menor, y lo más preponderante es el ascenso de José “Pepe” Mujica, aunque por el momento únicamente en las preferencias de los delegados del congreso partidario y a la espera de las elecciones partidarias en Junio del año próximo. Es que el Frente Amplio se encuentra en una disyuntiva, o busca el voto de la centroderecha en las próximas elecciones, ese voto que apoya a Tabaré Vázquez y con el que no le ha ido nada mal si miramos fríamente los resultados, o continúa fiel a sus principios de ser una izquierda intransigente y totalitaria.
Si hay algo que queda claramente definido en esta interna partidaria es que existen diferentes corrientes de izquierda dentro del partido, desde la reaccionaria pasando por la revolucionaria del MPP y la tradicional socialista que es la que siguen Tabaré Vázquez y Danilo Astori. También es indudable que por el momento no es posible compatibilizar todas estas tendencias ya que muchas de ellas son reaccionarias y totalitarias, que es lo que se fue demostrando a lo largo de los días en que duró el congreso partidario, por lo que mis deseos de que en nuestro país exista un partido de izquierda, al estilo del español, inglés, francés o alemán y otro partido de centroderecha que se alternaran en la máxima magistratura uruguaya, parecen haber sucumbido en el tsunami izquierdista.
No caben dudas de que la izquierda tupamara que últimamente parece haber copado al Frente Amplio tiene preferencias por Mujica, pero la pregunta que deben hacerse los frenteamplistas es si es conveniente que el “Pepe” sea el candidato presidencial de la izquierda uruguaya, porque esta elección es probable que acelere el desmembramiento de la colcha de retazos, porque Vázquez, posiblemente el más inteligente de los frenteamplistas y el más pragmático, sabe que éste no es el tiempo de una izquierda como la que busca el MPP Tupamaro y, al haber renunciado a su afiliación al Partido Socialista, tiene las manos libres para crear la verdadera izquierda socialista contemporánea, más acorde con los hechos actuales que con el pasado violento que representa la izquierda de Mujica.
Tampoco están dados los tiempos de la integración regional, ni de buscar un mayor y mejor acercamiento con nuestros hermanos argentinos, tal y como postula Mujica y el congreso partidario. No están dados porque esas mismas corrientes totalmente diferentes de la izquierda latinoamericana son las que gobiernan en algunos países del área, porque no es lo mismo la izquierda de Lula o Bachelet que la de Evo Morales, Hugo Chávez o Rafael Correa, ya que las primeras se diferencian de las otras al ser más realistas y pragmáticas y acuerdistas, mientras que las segundas son totalitarias. Esto sin mencionar la pseudo-izquierda argentina de los Kirchner, que es más un capricho personal despótico que una verdadera corriente de izquierda, por lo que cualquier acuerdo con Argentina pasa directamente por el orgullo herido del presidente en las sombras más que por la realidad regional y la conveniencia del país. Estos dos postulados -la integración regional sin condicionamientos y el acercamiento al gobierno argentino- pueden ser los dos talones de Aquiles que precipiten la caída de Mujica.
Siempre sostuve que José Mujica es el ladero ideal de cualquier mandatario, el vocero no oficial, el que muchas veces dice lo que a un presidente le está prohibido decir por ese sentido nacional de las buenas relaciones exteriores e interiores, y que al “Pepe”, por su propia forma de ser le es perdonado y hasta aceptado jocosamente, pero de ahí a tener la altura de un presidente con todas las palabras existe una distancia abismal.
Probablemente resulte irrespetuoso escribirlo, pero esa chabacanería bohemia característica de Mujica, aunada a su desharrapada forma de vestir y su vocabulario de carrero marginal, no resulta propio a la investidura presidencial. Es cierto que el Pepe es pueblo, pero eso no es un justificativo para ungirlo en el máximo exponente representativo de la ciudadanía uruguaya.
De la misma forma en que considero que la dupla Lacalle-Larrañaga es la ideal para el Partido Nacional, la de Astori-Mujica lo es para el Frente Amplio, pero o alguien “empuó” al tupamaro o fue su propia vanidad lo que lo llevó a disputar la máxima candidatura, o él mismo creó su propia estrategia de los “aprietes” para mostrarse como la víctima del último baluarte progresista del país, porque recordemos que unos cuantos meses atrás el propio Mujica descartaba casi terminantemente el candidatearse.
Lo cierto es que con Mujica como candidato a presidente, a pesar de todas las encuestas truchas que pueda contratar el FA, si el uruguayo es pensante y coherente, le va a resultar muy difícil triunfar en primera vuelta el próximo año, y en segunda imposible, por lo que mi opinión es que le está haciendo más mal que bien a la izquierda uruguaya. No hay dudas de que fue una decisión cuasi salomónica, pero destapó las grandes diferencias ideológicas existentes dentro del partido. Esto es una simple "sobada de lomo" a Mujica, porque igualmente deberá ir a elecciones internas para definir el candidato presidencial. Ya en declaraciones al diario El País Ignacio Zuasnábar, de Equipos Mori sostuvo que "El universo de congresistas no es representativo de los votantes frenteamplistas, pero igual es un espaldarazo para Mujica"
Sin embargo, toda esta cháchara divagante puede caer estrepitosamente cuando en Junio, si la colcha no decide otra cosa, se realicen las elecciones partidarias para elegir a un único candidato del Frente Amplio, pero en poco más de seis meses, que es lo que falta, va a correr mucha agua bajo el puente.
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