Marchó el caballo del comisario… y el comisario también por Walter Sánchez Sedez (Perfil)

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         En noviembre de 1980, la dictadura cívico-militar que gobernaba, daba sus últimos manotazos de ahogado al pretender convalidar con el voto ciudadano, una reforma constitucional para perpetuarse en el poder.

         Ese fue el comienzo del fin para la dictadura. Algunos analistas ya se imaginaban que como en Chile, Uruguay tendría comisario pa´ rato, pero no fue así, marchó el caballo del comisario y el comisario también.

         En aquél momento, los “muchachos” comenzaron a coaccionarnos, luego intentaron ejercer sobre los habitantes que pudieron, todo tipo de presión, para finalmente intentar imponernos su modelo de Constitución Nacional que maquillaba atroces violaciones a los DD.HH. y atrocidades económicas: la gran estafa al Uruguay de prácticamente una década que luego “blanqueó” el presidente Luis Alberto Lacalle después de asumir el 1º de marzo de 1990.

         Hoy y en actos que pueden compararse, el Dr. Tabaré Vázquez, embebido en su soberbia, hizo lo que pudo y lo que no también, para que su candidato (Danilo Astori) a suplantarlo en la presidencia en 2010, resultara electo en el Congreso del Frente Amplio.

         Pero el hombre salió tercero y sin dudas fue la gran respuesta al presidente.

         Del resultado del V Congreso emergen dos grandes derrotados: Primero y por lejos el Dr. Vázquez, ya que las huestes le dirigen un mensaje parecido a “muerto el rey, viva el rey” y segundo; el Partido Socialista, al no visualizar correctamente su correlación de fuerzas no acordando en el momento que debía hacerlo. Era quien mejor tenía la posibilidad de quedar bien parado y reordenar la intendencia municipal de Montevideo, que estaba en juego y era parte (como tantas otras cosas) de las negociaciones.

         El Congreso estaba molesto por la prescindencia que Vázquez ha hecho de la recolección de firmas para su “reelección” máxime, cuando se muestra tan susceptible en otras áreas. A pesar de que Tabaré ha dicho en ocasiones que no estaba en su ánimo correr la carrera de la reelección, aparece en el vulgo popular uno de los latiguillos del Pepe, “como te digo una cosa, te digo la otra”, y a nadie le extrañaría oír al presidente decir: en virtud de los desacuerdos internos en la fuerza política y teniendo en cuenta que todas las encuestas realizadas establecen que yo estoy por encima del bien y del mal y, habiéndoseme demostrado que la ciudadanía estampando su firma por la reelección, ha alcanzado la cantidad que exige la Corte Electoral, acepto la nominación.

         El presidente, tan impermeable con cuestiones de la administración pública y tan celoso del pundonor que deben tener los funcionarios públicos, es extraño que todavía no se haya percatado de que la fuerza política que lo llevó a sentarse en el sillón presidencial, ha venido definiendo en otra dirección lo que será el próximo mandato de gobierno y por ende, porque lo sabemos suspicaz, debería cancelar los impulsos de sus seguidores que siguen empapelando la ciudad o de lo contrario presentarse a la reelección representando a una nueva fuerza política.

         Si fuera así, que no dude un instante en invitar a uno de sus recientes amigos, luego de que este entregue la presidencia de su país el próximo 20 de enero, para que se venga una temporada al Uruguay a ver si con una demostración de sus prácticas pacíficas (las de Afganistán e Irak) nos pueda convencer a los uruguayos de que es mejor tener por 5 años más a Vázquez que a sus gorilas interviniendo… todo es posible.

         Para el mundo ha quedado meridianamente claro: el ignorante del norte cayó en desgracia y por lo que pudimos apreciar en la cumbre de Río que culminó hace horas, parece que el soberbio del sur, también.   

         Con todo lo que sucedió en el V Congreso “Zelmar Michelini” este fin de semana que pasó, el Dr. Vázquez debería renunciar al Frente Amplio porque, como Batalla en su momento, ahora el presidente le acaba de dar una estocada mortal al Frente.

         Los frenteamplistas del 71 no recibimos como conducta ni mensaje la soberbia o el autoritarismo, así la misma estuviera enraizada en algunos de los sectores que conformaron la Coalición, por eso: Vázquez NUNCA MÁS

Es bueno recordar a Gandhi:
“A lo largo de la historia ha habido tiranos y asesinos, pero al final siempre caen”

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