Cuando los tambores suenan
Las Tamborradas
de San Sebastián
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por Graciela Vera
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Periodista independiente
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Como todos los veinte de enero San Sebastián vibra. No se trata de una frase fantasiosa; en la ciudad tiemblan hasta lo cimientos de cada uno de sus edificios porque es el día de la Tamborrada.
Miles de tambores retumban sin descanso durante 24 horas. Es la fiesta más popular de la ciudad vasca y el estruendo supera todo sonido imaginable.
Los vecinos se organizan en sociedades benéficas, deportivas o culturales, cada una de las cuales tiene su tamborrada.
Durante 24 horas la ciudad entera vibra, las calles de cada uno de sus barrios son recorridas por las tamborradas y la fiesta se vive intensamente tanto por los donostiarras como por cada uno de los muchos visitantes.
El éxito queda evidenciado por el creciente número de tamborradas que participan: 10 en 1957, 54 diez años después y casi un centenar en éste de 2006.
La fiesta comienza a las cero hora del día 20 con la Izada de la Bandera de la Ciudad y termina a la medianoche con la Arriada de la Bandera.
Cada barrio tiene su Izada siendo la más concurrida y oficial la que se realiza frente al antiguo Ayuntamiento en la Plaza Constitución en el Barrio Viejo.
INCIERTOS ORÍGENES
Los historiadores no llegan a un acuerdo sobre el origen de las Tamborradas.
Algunos lo retraen al año 1597, cuando una epidemia de peste asoló la población y la misma hizo voto de procesionar en el día del santo (20 de enero) la reliquia de San Sebastián (que hoy se encuentra perdida) entre las iglesias de Santa María y la de San Sebastián.
En estas, procesiones que dejaron de celebrarse a principios del siglo XIX, participaban tambores y pífanos y existe una corriente que las señala como un antecedente directo de las tamborradas.
Otra versión, que toma como elementos para su fundamente los uniformes militares de los participantes -cabe acotar que no se utilizan disfraces sino copias fieles de uniformes reales confeccionados en toda regla-, señala que las Tamborradas se realizan en conmemoración de la victoria, durante la Guerra de la Independencia, de las tropas inglesas sobre las francesas, liberando a San Sebastián.
Ni éstas coinciden entre sí, ni lo hacen con otras versiones pero lo cierto es que la Tamborrada existe, sin importar desde cuando, y está unificada musicalmente por las composiciones de Raimundo Sarriegui.
La máxima autoridad de cada tamborrada ostenta el 'Tambor mayor' que marca los golpes de los tamborreros; por su parte, el 'Barril mayor', siguiendo a su vez las indicaciones del Tambor mayor, dirige los que deben propinar los barrileros y aguadoras.
El Tambor mayor porta un bastón de mando con cintas en un extremo y el Barril mayor un gran tenedor, cuchillo o cuchara que utiliza para dirigir a los integrantes.
Lo cierto es que el día 20 los donostiarras hacen sonar sus tambores y que como otros años, también en éste el inicio de los festejos es una cena en la que el menú tradicional se compone de consomé, angulas, solomillo y pantxinetas (pasteles templados rellenos de crema).
Cuando termina la cena los comensales 'salen a la Tamborrada'.
Las primeras tamborradas se adueñan de las calles cerca de la medianoche del día 19; son las encargadas de realizar la 'Izada' de la bandera de la ciudad en un lugar relevante de su barrio.
La principal Izada tiene lugar en la antigua Casa Consistorial en la Plaza de la Constitución cuyo entorno se ve desbordado por un hervidero humano.
Desde 1934 la tamborrada de la Sociedad Gaztelubide es la encargada de la ceremonia de Izada; están presentes representantes de otras tamborradas y a las doce en punto se interpreta en forma solemne la Marcha de San Sebastián mientras el Alcalde de la ciudad realiza el izamiento de la bandera.
Finalizada la Izada, las tamborradas interpretan todo su repertorio para a continuación dar comienzo a los desfiles.
Desde este momento no habrá ningún lugar de la ciudad donde no se escuche redoblar los tambores.
LA TAMBORRADA INFANTIL
La tamborrada más numerosa es la integrada por los niños. Sale a la calle a media mañana del día 20 y ha llegado a congregar a casi cinco mil niños con sus tambores.
Muchas de las tamborradas infantiles son organizadas por los colegios. Todos los participantes lucen vistosos uniformes del siglo XIX. Cada una de estas compañías infantiles lleva su Tambor mayor, cabos, abanderados y cantineras.
Por la cantidad de participantes es la única tamborrada que no lleva banda de música.
No importa que el recorrido sea extenso. El cansancio no será óbice para que el desfile sea un éxito.
A las doce del día se reunirán en la Plaza de la Constitución para interpretar todos juntos los marchas que por meses han estado ensayando.
Entre tanto, los mayores siguen recorriendo la ciudad, tronando los tambores.
Minutos antes de la medianoche se procederá a la ceremonia de "Arriada".
Cuando los relojes señalen que ya son más de la medianoche, en las calles de San Sebastián el repentino silencio no impedirá que en los oídos siga retumbando el eco de esta gigantesca concentración.
Desde Almería, el sur del norte, enero de 2006
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