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Año III - Nº 165
Uruguay, 20 de enero del 2006
 
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Aeronáutica
Aeronaves teledirigidas
inspiradas en las gaviotas

La siguiente generación de aeronaves militares teledirigidas imitará a las gaviotas, cambiando la forma de las alas para lograr mayor agilidad de vuelo. No sólo serán más pequeñas y silenciosas, sino que se zambullirán entre los edificios, pasarán por debajo de puentes elevados, y aterrizarán sobre terrazas y balcones de apartamentos.

Rick Lind examina un prototipo de avión que puede modificar su forma en vuelo

Al menos, hacia esto apunta el trabajo de los ingenieros de la Universidad de Florida.

Con financiación a cargo de la Fuerza Aérea estadounidense y la NASA, los ingenieros aeroespaciales de la Universidad de Florida han construido prototipos de avión teledirigido de entre 15 y 60 centímetros de tamaño, capaces de deslizarse con agilidad por los apretados recovecos de las ciudades, como diminutos aviones urbanos de acrobacias.

El secreto: alas inspiradas en las de las gaviotas. Con ellas, estos aviones "mutan" espectacularmente su forma durante el vuelo, modificando su estabilidad y agilidad al tocar el operador un botón en la consola de control remoto.

"Para volar dentro de callejones urbanos, alrededor de aparcamientos o entre edificios, la aeronave debe dar vueltas agudas, giros y zambullidas", explica Rick Lind, un profesor de ingeniería mecánica y aeroespacial de la Universidad de Florida que dirige el proyecto. "Esto implica cambiar la forma del avión durante el vuelo".

El Predator de la Fuerza Aérea de los EE.UU. es un UAV (Vehículo aéreo no tripulado) y, como casi todos los aviones militares de este tipo, ha sido clave en varias operaciones estratégicas. Pero estos aviones, que toman fotos de vigilancia y a veces también incluso lanzan misiles, están diseñados para elevarse por encima del paisaje. Esto limita su capacidad de fisgonear de cerca ventanas, callejones, esquinas y otros ajustados rincones urbanos que definen a muchas ciudades modernas.

Los aviones de la Universidad de Florida buscan corregir esta deficiencia y añadir nuevas capacidades, tales como el aterrizaje en espacios muy reducidos. Esto podría ser útil, por ejemplo, en aviones equipados con sensores de armas biológicas o químicas que realizasen misiones de investigación en edificios donde estas armas podrían estar siendo fabricadas.

El primer prototipo de la Universidad de Florida demandó un esfuerzo de 3 años y copió un procedimiento usado por los Hermanos Wright, consistente en mover partes flexibles de las alas. Los movimientos laterales y de profundidad se controlan mediante un grupo de cola tradicional, con timón y elevadores.

Una desventaja del método elegido para mover partes flexibles de las alas era que los hilos responsables de ello sólo podían deformar las alas hacia abajo, lo que limitaba grandemente su capacidad. Una versión ulterior substituyó los hilos por varillas metálicas, permitiendo el movimiento tanto hacia arriba como hacia abajo, y mejorando su funcionamiento.

La última versión va un paso más lejos...

Impresionados por la capacidad de las gaviotas de mantenerse en vuelo estacionario, zambullirse y subir rápidamente, el equipo de ingenieros se inspiró en el codo del ala de estas aves, que en posición hacia abajo quita la estabilidad, pero la hace sumamente maniobrable. Con el codo del ala hacia adelante se desliza bien, y con el codo hacia arriba se vuelve sumamente controlable y fácil para aterrizar.

Unos motores pueden transformar las alas en vuelo, de la posición codo abajo a la de codo arriba, en 12 segundos, lo bastante rápido como para usarse en ámbitos urbanos.

Los prototipos tipo pájaro, son sorprendentemente maniobrables. Son capaces, por ejemplo, de completar tres rolidos (vueltas de tonel) de 360 grados en un segundo. En comparación, un caza F16 puede hacer sólo un rolido por segundo; si hiciera tres, produciría una fuerza G excesiva, que mataría al piloto.

Volando en demostraciones grabadas en vídeo, estos prototipos son tan ágiles que por momentos parecen estar fuera de control. De hecho, gobernar a distancia estos aviones requiere de un considerable talento por parte del piloto.