EL MEDIO AMBIENTE
Los grandes problemas
por Alvaro Kröger
Cuando hablamos de Medio Ambiente, en general, lo hacemos metiendo en una misma bolsa una serie de muy diferentes de problemas. Algunos de esos problemas están estrechamente vinculados y otros sin estar directamente vinculados entre sí, influyen de una forma importante.
Básicamente hay dos clases de problemas, a los cuales debemos darle solución, y ésta no es fácil ni rápida: el problema cultural y el problema económico.
El problema cultural puede llevar generaciones solucionarlo, pero si a nivel mundial se logra un acuerdo para que ya en las escuelas primarias se empiece a concientizar a los niños a que el problema del medio ambiente es lo suficientemente grave como para poner en riesgo la vida en la Tierra, se podrá ir paliando un poco el problema.
Se podrá hacer un uso racional del agua, se podrá ir atenuando el efecto invernadero, se podrá hacer una disposición final de los residuos sólidos de una forma económicamente rentable. En este último caso, en los países desarrollados, la clasificación de los residuos se hace desde el propio hogar: un recipiente para los metales, otro para el vidrio, otro para los productos biodegradables. En esos países no existe prácticamente el plástico, que es uno de nuestros más graves problemas. En la década del '80, ya los países industrializados dejaron de embotellar bebidas en envases plásticos y en los supermercados las bolsas son de papel reciclado. Aquellas máquinas infernales que producían miles de toneladas de plástico nos las vendieron a nosotros que las compramos encantados, viendo en ellas un signo de modernización, y acercamiento al primer mundo. ¡¡¡Craso error cometimos!!!, el vidrio es reciclable y el plástico, y en especial el plástico de las botellas de refrescos, no.
Esto fue un ejemplo de los problemas vinculados, de los que hablábamos: un problema cultural (novedad del envase) y un problema económico (nos vendieron máquinas de última generación). Nadie vende una máquina de última generación, si no tiene otra más moderna, o si hay regulaciones estatales que les impiden utilizarlas. Y esto fue lo que pasó. Tanto en Europa como en USA se prohibió el uso del PET, y se volvió al vidrio.
Nosotros dejamos que se fundieran dos fábricas de envases de vidrio, por la introducción del PET; en este momento los envases de vidrio que se usan vienen vacíos de Brasil.
Y a nosotros nos queda el problema de la disposición final de un producto que no se puede quemar, que su vida media es de cientos de años, y que lo único que se puede hacer es rellanar canteras y esperar.
La solución sería volver al vidrio, utilizando la misma fórmula que usó Europa y USA, regulaciones estatales con respecto al medio ambiente. Obviamente que los lobbies de poder harán mucha fuerza para que esto no ocurra, pero si se quiere empezar a hacer algo con respecto al asunto hay que tomar el toro por las guampas.
Y los problemas económicos son a nivel mundial. No va a existir una efectiva protección al medio ambiente hasta que no cambien muchas cosas. El Protocolo de Kyoto es una buena declaración de intenciones, pero impracticables por el momento. Los que firmaron el protocolo no pueden aplicarlo por el simple hecho de que el transporte es todavía accionado con combustibles fósiles. Incluso utilizando biodiesel, solucionaríamos la mitad del problema: solucionaríamos el problema del suministro de combustible ya que es un recurso sustentable, pero la emisión de gases de escape de la combustión, si bien es menos contaminante, no es como en hidrógeno por ejemplo.
Hasta que empecemos a usar energías alternativas, solar, eólica, eléctrica producida por reacciones químicas y no por combustión de algo, hidrógeno; el problema subsistirá.
Hasta que no se desarrolle algún gas, sustitutivo del Freón 22, que es el utilizado en los refrigeradores y acondicionadores de aire, seguiremos emitiendo FCF a la atmósfera y reduciendo la capa de ozono.
Hasta que se deje de desforestar la selva, que es la que transforma el CO y el CO2 en O2, seguiremos aumentando el efecto invernadero. Recuérdese que el planeta Venus, si no tuviese una atmósfera como la que tiene, de ácido sulfúrico en estado gaseoso, que provoca un efecto invernadero muy importante, por su distancia al sol, no debería tener en su superficie la temperatura que tiene, entre 450 y 500º C. La única sonda que llegó a su superficie fue una soviética y lo único que pudo radiar a la tierra fue la temperatura y la concentración de azufre, después se fundió.
Imagínese el lector las dificultades económicas a las que nos enfrentamos. Cambio de combustible para millones de vehículos. Desmantelamiento de la industria petrolera tal cual la conocemos ahora. Desmantelamiento de parte de la industria petroquímica que produce plásticos y gases refrigerantes.
Los que controlan estas actividades económicas son muy pocas personas, para los cuales el beneficio económico es muchísimo más importante que la protección del medio ambiente, y los muchísimos más que sufrimos las consecuencias de la desprotección del medio ambiente, debemos ser los que dentro de nuestras posibilidades hagamos algo para salvar lo que se pueda.
Los gobiernos deberían ser los que controlaran la protección del medio ambiente, pero los grupos de poder suelen controlar a los gobiernos, así que hasta que no se produzca una verdadera catástrofe, dónde los grandes grupos económicos vean afectadas sus ganancias, personalmente veo muy poco probable que haya muchos cambios.
Y la verdadera catástrofe va a ser cuando las reservas de petróleo se van tan reducidas, que sea más rentable usar el petróleo para la fabricación de los casi 1000 productos que pueden salir de él, que quemarlo o transformarlo en un plástico de muy corta vida útil y barato.
Por el momento lo que la humanidad puede hacer es tratar de controlar las consecuencias del ataque al medio ambiente, no con declaraciones altisonantes y demagógicas, sino con programas efectivos de educación y acción; esto es lo que , por el momento, nos puede ir ayudando a paliar una situación que escapa a nuestro control.