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El hambre y la muerte disfrazadas de soja
por Luis Tappa
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Estancieros y grupos del poder económico sacude la Argentina, no terminan de salir de una y ya están metidos en otra, es una rueda.
Pasa que hay tantos intereses, poderes ocultos, y no tanto, que hacen de esta República y otras un constante polvorín político. Argentina y Brasil son dos países hermosos e imponentes, dos enormes potencias a las que los intereses extranjeros no permitieron desarrollarse en toda su plenitud, pero lentamente se va terminando el dominio.
Si yo les digo que la soja y los transgénicos son una maldición para la humanidad ustedes van a decir que estoy loco; si yo les digo que los combustibles derivados de los vegetales van a traer, a corto y mediano plazo más destrucción del medio ambiente y más hambre en este ya de por si empobrecido mundo, también van a decir que estoy loco. Pero se trata de informarse, de leer la letra chica, esa que no se publica ni se dice en los grandes medios de comunicación.
La Señora Presidenta de la República Argentina tiene la más absoluta razón en lo que afirma. Yo no me voy a poner a explicarles de que se trata todo este asunto de la soja, hay quienes lo han hecho con mucha más claridad y autoridad de lo que lo pueda hacer yo; solo puedo decirles que detrás de ello hay enormes intereses y capitales extranjeros, entre ellos la archifamosa y asesina fabricante de venenos MONSANTO, ¡Sí!... MONSANTO, la del AGENTE NARANJA que mató millones de personas en Vietnam, pero que está, desde hace muchos años, entre otras cosas produciendo semillas transgénicas de soja patentadas por ellos y a quienes hay que comprárselas y pagarles un plus por su uso; esto, más la fabricación y venta de poderosísimos pesticidas que, salvo esos cultivos transgénicos no dejan nada con vida en las plantaciones ni en los alrededores; todo lo dicho forma un coctel difícil de digerir, venenos peligrosísimos para las personas, los animales y el medio ambiente.
Son arrasados bosques y millones y millones de hectáreas para el cultivo de soja, una actividad que produce desocupación y corrimiento de poblaciones enteras de campesinos y pequeños productores hacia los cordones de pobreza que circundan las grandes ciudades.
Esa gente solo busca grandes negocios, con poco riesgo y que produzca enormes beneficios económicos a corto plazo, de eso se trata. Mientras tanto, lentamente se va destruyendo la tierra, los bosques y la fauna natural de un país entero.
El futuro no es la soja, la soja es el Apocalipsis.
Pero que les puedo decir que ya no lo hayan dicho gente que ha estudiado profundamente el problema y sabe mucho más que yo sobre este tema, la diferencia está en que yo leo la letra chica, trato de informarme con ecuanimidad y no me dejo engañar fácilmente por cantos de sirena. No estoy atado a ideologías ni a ningún interés político o comercial.
¿Alguien piensa que se termina el petróleo? pues está equivocado, el precio del crudo se ha ido a las nubes, pero solo son maniobras de quienes manejan el negocio, y que han producido un aumento artificial para obtener enormes ganancias a corto plazo también.
En nuestro país pagamos la nafta a 35 pesos el litro, pero por otro lado se exporta a la Argentina nafta refinada considerada excedente a menos de 10 pesos por litro. ¿No sería más beneficioso rebajar el precio para que sea más accesible para los uruguayos y de ese modo disminuir el excedente que se regala a otros países?
Esto que les dejo abajo se escribía en el año 2005, tan equivocados no estaban porque ya estamos viendo las consecuencias ambientales, políticas, y los problemas sociales que la época de la soja y los biocombustibles nos ha traído. El artículo es extenso pero bien vale la pena, abajo les dejo el link.
“El Herbicida Glifosato: Incremento en las ventas e incidencia en el ambiente
El problema de los cultivos transgénicos también se relaciona con los agrotóxicos asociados en el paquete tecnológico, tal es el caso del herbicida glifosato. Este producto además de dañar la biodiversidad fomentando la aparición de malezas resistentes y la expansión de las tolerantes, se relaciona con el surgimiento de problemas en la salud humana y en los cultivos aledaños a las plantaciones donde es aplicado.
Las aplicaciones aéreas de glifosato han provocado tanto la destrucción de cultivos sensibles al herbicida como intoxicaciones, en algunos casos seguidas de muerte, de las personas que se hallaban trabajando o residiendo en las cercanías.
Mientras que las ventas crecientes suponen un incremento en las ganancias y en el patrimonio de la empresa productora, Monsanto, a la vez incluye grandes riesgos ecológicos y para la salud.
Al respecto, las intoxicaciones con glifosato pueden causar, en forma aguda, hinchazón de los pulmones, dolor gastrointestinal, obnubilación de la conciencia, neumonía, vómitos, irritación de ojos y de piel y destrucción de los glóbulos rojos.
Como efecto crónico se anunciaron evidencias en torno a daños pulmonares, problemas de fertilidad y anomalías cromosómicas.
Este herbicida es cien veces más tóxico para los peces que para los seres humanos, también es tóxico para las lombrices de tierra, las bacterias y hongos benéficos del suelo”
“La caída en la rentabilidad y el endeudamiento determina la cesión de los predios a nuevos actores económicos en la actividad agrícola: Fondos de inversión, Pools de siembra, grandes empresas transnacionales que visualizaron a la agricultura como un espacio económico en el cual es posible realizar negocias rentables, seguros y a corto plazo.
Dado que en estos agentes prima más la rentabilidad económica que el impacto de sus prácticas sobre los recursos naturales se exacerba el desarrollo de una agricultura de tipo industrial en la Argentina.
Un tipo de agricultura, sin agricultores, donde se sobrepone el pensamiento de la rentabilidad a corto plazo y el uso irracional de los recursos al de su uso sustentable.
Una de las consecuencias de esta expansión es la concentración de tierras en un menor número de empresas y entre ellas de capital extranjero”
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/15118 |
Gran cantidad de la soja que se exporta en el mundo proviene de Argentina, Paraguay y Bolivia, el avance es tremendo, lentamente se van comiendo todo y, cuando la tierra que soporta esta clase de monocultivo ya no dé para más y quede convertida en polvo envenenado, se irán con el violín a tocar en otra parte, dejando atrás un paisaje lunar, irrecuperable y caótico. Campos muertos, infértiles, ni animales, ni plantas, ni árboles, ni gente, solo desierto.
También existe la falsa creencia de que la soja es un importante aporte para la alimentación mundial. Nada más falso.
Está pasando en nuestro país también, pero nadie se da por enterado, en San José, mi pueblo natal, un pueblo papero y lechero por tradición, ya se están quejando los productores ante el avance incontenible de la venta de campos a extranjeros con fines de plantación de soja.
Claro, es un gran negocio, poco riesgo, poca mano de obra y gran rentabilidad, pero nadie piensa en las consecuencias que esto va a acarrear.
Yo no creo que con mano blanda la Presidenta Cristina pueda solucionar el problema, ahora pretende como solución alternativa, y para salir del brete, enviar el proyecto a las cámaras para su aprobación y de ese modo convertirlo en ley.
Permítaseme esbozar una sonrisita sarcástica, todos sabemos cómo se manejan estas cosas cuando llegan a este punto, y dudo mucho que le aprueben el proyecto.
Por mucho menos de lo que ha hecho ese señor De Ángelis, otros dirigentes gremiales han sido apaleados y metidos presos, pero parece que el caballero es intocable, claro, representa a poderosos conglomerados económicos con muchísimo dinero atrás, de lo contrario sería imposible organizar un evento de tal magnitud, el no es nadie, solo la cara visible del poder oculto en las sombras, el payaso que tarde o temprano recibirá las bofetadas.
Me da pena muchos seudoperiodistas que hay en argentina, no se dan cuenta que no se trata de perjudicar a la gente del campo, se trata de otra cosa, la inviabilidad de un proyecto productivo insustentable que afecta directa y terriblemente a la tierra y la biodiversidad, cuyas consecuencias pagarán el país y la gente. Es la lucha por la comida mientras en el mundo millones de seres humanos perecen a diario de hambre.
Nadie es dueño de la tierra de un país ni se puede hacer con ella lo que se quiera, los que figuran como dueños son solo arrendatarios momentáneos, dueños “virtuales” de estancias “virtuales”, que no les pertenece, hoy están, mañana no, la tierra no es un bien mueble, que me voy del país y me llevo la estancia conmigo. No señor, la tierra es parte indivisible del territorio de un país, le pertenece a este y al pueblo que lo conforma, y estos señores feudales, que muchos de ellos ni siquiera viven en el lugar, no tienen derecho a hacer lo que se les antoje pensando solo en el beneficio personal.
Hemos visto en Televisión los tremendos incendios provocados por ellos, y no solamente los del Paraná, sucede en toda la República Argentina y con la sola intención de destruir bosques para abrir caminos para plantar soja.
Provocar caos y desabastecer a un país, de la manera y el tiempo en que lo han hecho, no es una medida normal de lucha, acá se busca algo más que la simple reducción en las tarifas de impuestos, es un atentado que debiera haber sido controlado de otra manera. Entonces me pregunto ¿Quién, o quienes, estarán detrás de toda esta barbaridad?
Los poderes económicos del mundo nos metieron la soja y los eucaliptos aquí, la mugre lejos de casa, para eso somos el tercer mundo, los buenos para nada, los inservibles y donde se puede poner lo que molesta en otros lados.
Nosotros llevamos igual camino, entre el eucalipto y la soja vamos a terminar mal.
Terminaremos pagando fortunas un kilo de papas, la carne, o cualquier tipo de frutas y verduras; ya mismo hay que ver los precios para darse cuenta de que comer es un lujo.
Es así como se manejan las cosas entre bambalinas, y cuando un gobierno no favorece, o favorece a medias a los poderosos, estos sacan el serrucho y comienzan a cortar patas de sillas para desestabilizar un gobierno democrático elegido por el pueblo.
“Lucha de campesinos en Paraguay contra la expansión del cultivo de soja.
El gran aumento de los cultivos de soja está expulsando a los campesinos de pequeña escala de sus tierras en Paraguay pero también en Brasil, Argentina y Bolivia. Hay quien incluso habla de un maremoto de la soja que está sumergiendo a las comunidades campesinas. La expansión del cultivo de soja va acompañada por la extensa violación de los derechos humanos. La soja producida se utiliza mayoritariamente como alimento de animales para la producción de carne para Europa y China. Recientemente también los agro-combustibles han incrementado la demanda de soja y otros cultivos.
Prácticamente toda la soja que se produce en Paraguay y Argentina es soja Round-up Ready modificada genéticamente, la cual es producida por la compañía multinacional Monsanto. En Brasil también se han acelerado estos acontecimientos en los últimos años, lo primero que hizo el presidente Lula después de ser elegido fue permitir la introducción de soja manipulada genéticamente. La soja Round-up Ready es resistente al glyfosato, un herbicida que mata a todas las otras hierbas. Desde que se introdujo, el uso de químicos ha aumentado dramáticamente. Las semillas modificadas genéticamente están todas patentadas, los campesinos tienen que pagar regalías que son relativamente altas. Los campos que no utilizan productos modificados genéticamente son contaminados, variedades locales desaparecen para siempre.
La producción de soja es responsable de la deforestación de la selva tropical y de la savana. Tan sólo en Brasil se cortan 700,000 hectáreas cada año para el desarrollo de cultivos de soja.
La mayoría de la población de Paraguay practica la agricultura de subsistencia. La producción de soja crea pocos puestos de trabajo. 400 hectáreas de agricultura de pequeña escala son suficientes para que vivan 80 familias. En la producción del cultivo a gran escala de la soja, la misma cantidad de hectáreas sólo da trabajo a dos campesinos. En general, los problemas medioambientales son también problemas sociales ya que los pobres son siempre los primeros en sufrirlos” Fuente: http://www.lasojamata.org/es/node/183 |
Había decidido no tocar más la política, pero decidí incursionar una vez más en el tema, se que habrá mucha gente a la que no le gustará lo que digo, pero que tengan presente que solo se trata de mi opinión.
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