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La "espalda" de Ancap
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por Javier García |
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Ancap le tomó el pelo a la gente y sus directores no tienen derecho a tratar a los uruguayos como tontos.
Luego de ser el ejemplo de la mayor de las inoperancias en materia de administración de los bienes públicos y haber provocado la crisis del supergás en pleno invierno, montaron una parodia. Primero aceptaron que el presidente de la República les enmendara la plana y recurriera a una víctima menor para justificar el garrafal error de cerrar la refinería en pleno invierno. El gerente general pagó la falta que en parte podría ser suya, pero también del Directorio y del ministro. Una vieja consigna, que define a quienes verdaderamente ejercen el liderazgo, dice que los jefes pueden delegar el mando, pero nunca las responsabilidades. Aquí cortaron por lo fino del hilo y el resto, directorio y ministro, salvó su pellejo.
Anunciaron horas después de ello que rebajarían el gas en un peso por kilo y adelgazando garrafas normalizarían la situación. La noticia duró poco porque hace cuarenta y ocho horas los combustibles aumentaron y en mayor porcentaje lo hizo el gas.
La burla de la cual fue objeto la gente se explicó por parte de los directores con la manida técnica de que podría haber sido peor. La peregrina tesis de Ancap concluye que a pesar de que ahora aumentó el supergás, en verdad cuesta más barato. Sólo nosotros, los uruguayos, no nos dimos cuenta que salimos favorecidos.
Pero el colmo fue la frase del presidente del ente, un hombre inteligente, que graficó el episodio diciendo que "Ancap utilizó su espalda para bancar la situación". ¿Cuál es la espalda de Ancap?, la de sus hábiles directores o la de los más de tres millones de uruguayos que pagamos de nuestros bolsillos las ineficiencias de un ente horrorosamente administrado. El Ing. Martínez, canchereando, no puede hablar de las "espaldas" de Ancap. ¿No se preguntó quién financia esta espalda?
El ejemplo no sólo fue infeliz sino revelador de una particular forma de entender la administración pública, que tiene a los contribuyentes presos de los monopolios estatales.
Para complementar la alegría que nos deben producir los aumentos de precios, pues realmente han sido rebajas, el presidente del ente dio a conocer una encuesta que dice se hizo en Montevideo y que revela que sólo el 3% de las personas que solicitaron abastecimiento de supergás en plena crisis del combustible, no pudieron acceder a él.
Así que ahora además de tontos, los uruguayos inventamos cosas. Padecemos cierta patología siquiátrica que colectivamente nos produce alucinaciones. En verdad, según esta encuesta, no hubo crisis de abastecimiento. Hace veinte días atrás si algo inundaba la plaza eran las garrafas de 13 kilos, que repentinamente todos creímos que disminuyeron su carga a 8 kilos por orden de Ancap y por la crisis, pero que en realidad no fue por esto sino para hacer más cómodo su traslado. Los barcos que llegaron un fin de semana y al lado de los cuales hacía conferencias de prensa el vicepresidente del Ente, Sendic, no existieron y las colas en las distribuidoras para poder hacerse de una garrafa eran de pura exageración de los uruguayos.
No sólo mintieron con el gasoil productivo sino que le han pegado muy duro a la producción y a los hogares.
Deberían irse para sus casas y no seguir atornillados a los sillones. Nadie les paga para que se burlen impunemente de la ciudadanía.
Su gestión no es como una espalda, sino como el final de la espalda.
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