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¿Por qué los Estados Unidos o los inversionistas estadounidenses no consideran importante a Latinoamérica? |
por Carlos Caggiani
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El sistema norteamericano exige a los demás y a sí mismo, el respeto de las leyes, el cumplimiento de la palabra, la negociación limpia y los cambios continuos con base a lo que más convenga a ciudadanos y gobierno.
Cuando se formó la Unión Europea, los países fuertes que prestaban ayuda a los débiles, pusieron firmes regulaciones que deberían cumplir los países que fueran participantes en esa unión.
Una de las condiciones que Estados Unidos requeriría para prestar la ayuda económica y tecnológica a cualquier país, sería el que el gobierno de ese país, presentara objetivos claves y estratégicos inamovibles que garantizaran el desarrollo y crecimiento económico.
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En pocas palabras, "sin planeamiento no hay inversión"; y desgraciadamente, los países latinoamericanos, con pocas excepciones tienen una reputación muy baja, al respeto.
Un país desarrollado como los Estados Unidos, puede ser flexible y cambiante en sus reglas y leyes, pero una vez impuestas, estas se tienen que cumplir rígidamente y sin el más pequeño desvío.
La mayoría de los países Latinoamericanos, tienen un sistema totalmente opuesto... las leyes y regulaciones son estáticas, pero flexibles y cambiantes en su cumplimiento.
Rudiger Dornbush un economista ya fallecido, dijo acertadamente refiriéndose a Latinoamérica y Oppenheimer lo escribió en uno de sus libros "Los países desarrollados tienen normas flexibles de cumplimiento rígido. Ustedes tienen normas rígidas de cumplimiento flexible"
En parte, el planeamiento a largo plazo sin desvío y el cumplimiento de las leyes, fue el enfoque Chileno, y hoy por hoy, le ha estando dando muy buenos resultados.
Lo mismo pasó, con antiguos países comunistas que están disfrutando una economía creciente, como lo son Polonia, Checoslovaquia y Hungría, que forzados por sus socios europeos, han sabido ajustarse a las reglas del juego y están experimentando una mejora muy notoria.
¿Que reputación puede tener Uruguay con un gobierno cambiante en su palabra, sin enfoque y/o planeamiento de futuro, sin flexibilidad en sus leyes y sin rigidez en el cumplimiento de las mismas?
¿Uruguayos que mueven capitales o industrias en otros países, pueden confiar en invertir en su propio país?
Mucho se habló de un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y muchos hemos estado esperando que esto sucediera.
Lamentablemente, la poca visión, o la "conveniencia gubernamental" no permitió que esto pasara y por el contrario, se unieron más a un MERCOSUR decadente y a gobernantes incompetentes que tienen a sus propios pueblos sumergidos en la más cruda pobreza. ¿Quiénes van a invertir y a traer la tecnología que necesita Uruguay para salir adelante?
No lo veo...
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