Año III - Nº 114 - Uruguay, 21 de enero del 2005

 

 

 

 
 

 

Jaimito le pregunta a la maestra:

- Maestra, ¿de dónde salen los pollitos?

- De los huevos, Jaimito.

- ¡No me asuste, maestra!

Un chiquillo mirando extasiado a un perro gran danes le dice a su padre que se lo estaba regalando:

- Es para mi, o yo para el?..

-Doctor, doctor, ¿cómo se encuentra mi hijo?

-¿Cuál es su hijo, señora?

-El que se tragó una moneda de 5 pesos.

-Por el momento sigue sin cambio, señora...

-Compañía, ¡armas al hombro!

-El del cañón no, ¡hombre!

-¡Soldado, ice la bandera!

-Pues le ha quedado muy bonita, mi sargento.

 

 

El capitán de un barco, de noche, ve unas luces dirigiéndose directamente hacia él, y rápidamente intenta hablar con el otro capitán por radio:

-Aquí el capitán del Invencible, dirigiéndose al barco inidentificado, estamos en rumbo de colisión, cambie su rumbo 10 grados al sur. Cambio.

-Rectifique usted su rumbo 10 grados al norte. Cambio.

-¡Oiga, que soy un capitán, y le ordeno que cambie su rumbo 10 grados al sur! ¡Cambio!

-Pues mire, yo solo soy un marinero de segunda, pero insisto en que sea usted el que modifique su rumbo 10 grados al norte. Cambio.

-¡Pero es que esto es un portaaviones, y tengo prioridad, y tengo prioridad! ¡Cambio!

-Me da igual, esto es un faro.

 

 

Un sargento de hierro les está echando el rollo a los recién llegados al servicio militar, y le pregunta a uno:
-Y a usted, ¿qué rango le gustaría alcanzar en el ejército?
-General.
-¿General? ¿Está usted loco?
-No, ¿hace falta?

Un general está pasando inspección a la tropa, cuando de repente se le ocurre poner a prueba a sus soldados, y le pregunta a uno:
-A ver, usted, ¿qué haría si en un combate muriese el sargento de su patrulla?
-Nada, señor.
-¿Cómo que nada?
-Es que yo soy el sargento, señor.

Un sargento de hierro hablando a uno de sus soldados el día que acaba el servicio militar:
-Bueno, y ahora que ya eres un civil, me imagino que lo único que deseas es que me muera para poder mear en mi tumba, ¿no?
-No, sargento. Ahora que he acabado el servicio militar no quiero volver a hacer más colas en mi vida.

Un soldado, durante la instrucción, se cruza en el cuartel con otro militar:
-Paasa...
-¿Pero es que no sabes saludar?
-Anda, ¿y pa qué tantos miramientos?
-¿Es que no has visto los galones?
-¡Ah! Perdón, pensé que era el de la Citroën.

El sargento decide hacer una prueba a los soldados y pregunta:
-¿Cuánto es 4 x 8 ?
El soldado Ramírez responde con voz fuerte y clara:
-¡¡¡ 48, mi sargento !!!
-El sargento responde:
-¡Así me gusta!, bruto pero enérgico.